El Ayuntamiento reconocerá la labor altruista de los primeros profesores que enseñaron francés a principios del siglo XX
Junto a los promotores de una iniciativa altruista, el alcalde, Antonio García-Quintana, posaba en la escalinata de la Casa Consistorial con los participantes de uno de los cursos de francés que impartían de forma desinteresada Néstor Fernández Herranz y Emilio Mitre, que también figuran en esta foto que ahora recupera el Ayuntamiento de Valladolid para evocar un programa educativo histórico.
Hoy ha tenido lugar una primera reunión preparatoria del reconocimiento público de los impulsores y profesores de las escuelas gratuitas de francés, que se implantaron en Valladolid desde 1908 a 1936. Han asistido el alcalde accidental, Manuel Saravia, la concejala de Educación, Infancia, Juventud e Igualdad, María Victoria Soto, el director del Archivo Municipal, Eduardo Pedruelo, y el historiador Rafael Serrano.
Precisamente, en el Archivo Municipal de Valladolid se pueden encontrar numerosos documentos ilustrativos de la labor desarrollada en las primeras décadas del siglo XX. Se custodian el escrito inicial de Néstor Fernández, dirigido al alcalde de la ciudad 26 de noviembre de 1908, ofreciéndose para la empresa.
“Deseando emplear en beneficio de la clase menesterosa el tiempo que me permiten mis ocupaciones”. Lo que se haría “sin gasto alguno por parte del alumno ni de ese Excelentísimo. Ayuntamiento”, pues “se establecería una clase completamente gratuita para la enseñanza del idioma francés” a 30-35 alumnos de las diferentes escuelas municipales (los dos o tres alumnos más adelantados de cada una de ellas), del 7 de enero al 31 de mayo.
El profesor de francés del Centro Ferroviario, Marcial Rodríguez, se haría cargo de una segunda clase. Los libros serían facilitados “por el exponente gratuitamente para el servicio de la clase”. Y pedía al Ayuntamiento únicamente que tuviese “a bien designar una de las Escuelas Municipales del Centro de la Población dispuesta para dos clases en que de 6 de la tarde en adelante pueda llevar a cabo el pensamiento trazado”. Al día siguiente, el 27 de noviembre, se aceptaba el ofrecimiento por parte del regidor vallisoletano.
También está el escrito dirigido al alcalde por Emilio Mitre (que antes fue alumno, y ahora era profesor) el 28 de julio de 1934, en el que, “como profesor de las Escuelas de francés Néstor Fernández”, explicaba el avance que se había experimentado. La matrícula en el curso 1933-34 era ya de 173 alumnos. En vez de dar una hora diaria de clase, habían comendado a impartir dos clases para poder atender a un mayor número de alumnos.
Asimismo, se puede ver el acuerdo de la Sesión del 7 junio 1935 (que el nuevo alcalde, Ángel Chamorro, que tomó posesión al día siguiente, firma el día 12). Tenía origen en la proposición de los capitulares Sres. Cuenca y Alcocer, quienes al acudir a la entrega de premios de la Escuela Municipal de Francés Néstor Fernández y comprobar el trabajo (el “sacrificio desinteresado del profesorado”) y los resultados, pidieron que se duplicase “la exigua consignación de que disfruta” la Escuela, y “que el Ayuntamiento solicite del Gobierno de la vecina República Francesa la distinción honorífica o pensional que considere merecida a españoles como D. Néstor Fernández, fundador de dicho centro”. Finalmente, el Gobierno francés otorgó la medalla de la Orden de la Legión de Honor.