Vinos mimados bajo tierra en añejos depósitos de hormigón

Vino de calidad que se elabora a diez metros bajo tierra y en depósitos de hormigón de los años 50. La Bodega Cooperativa Cigales emplea esta técnica para dar a sus productos un toque mágico que encandila y al que acompaña la esencia de una tierra que mima este oro líquido como nadie, ahora más que nunca, cuando se acerca la vendimia.

El Español Noticias de Castilla y León charla con María José García Zalve, enóloga de la marca, de la elaboración, las propiedades del vino y su apuesta por cuidar el medio ambiente, ahora que tanto se necesita buscar la huella ecológica cero.

Una elaboración muy especial

“Todos los vinos que hacemos están elaborados en depósitos de hormigón de los años 50, bajo tierra. El más grande de ellos es de 92.000 litros y el más pequeño, de 2.000. Siempre hemos apostado por este sistema, lo que pasa es que nadie  sabía que lo utilizábamos así”, cuenta a El Español Noticias de Castilla y León, María José García Zalve.

La enóloga de la Bodega Cooperativa Cigales confiesa, además, que así se ha producido el último de sus vinos, el Gran Torondos, y que la elaboración en estos depósitos es “muy especial” ya que “le trasmite toda su personalidad” teniendo además muy presente los viñedos, el suelo y el clima de la Comarca de Cigales que le da un toque único.

“En nuestra filosofía de trabajo para la elaboración del producto prima la mínima intervención y el máximo control de las partidas. Rosados y blancos de prensa directa que bajan por gravedad a los depósitos subterráneos de hormigón para realizar la fermentación alcohólica”, nos cuenta nuestra enóloga.

Además, nos explica que durante el tiempo previo al embotellado “se minimizan al máximo los movimientos” con el fin de que los vinos “conserven el carbónico natural” que se genera durante esa fermentación.

Vinos equilibrados y redondos

El perfecto resultado de la elaboración del vino en estas bodegas subterráneas hace que se obtengan  vinos “equilibrados y redondos”, unas características que se potencian además con “la crianza sobre sus propias lías finas durante la maduración”.

Joyas que salen de estos depósitos que son perfectas para “compartir una velada” o “una comida en la mejor compañía”. Claretes, tintos jóvenes, blancos 100% verdejos… la oferta de la Cooperativa, con esta particular técnica de elaboración, es variada y para cualquier paladar y gusto.

“El objetivo de nuestra bodega pasa por adecuarnos al mercado en cualquier momento, por reinventarnos manteniendo la tradición con un espíritu joven”, afirma María José García Zalve, apostando por una constante evolución mirando a un futuro más cercano que lejano y ante la constante progresión del sector.

Mirando al medio ambiente

“Tratamos de reducir al máximo nuestro consumo energético”, añade la enóloga hablando de emisiones y huella ecológica y reforzando la apuesta de la Bodega Cooperativa Cigales por el cuidado del medio ambiente, pieza clave en todas las empresas y en los tiempos que corren, con el cambio climático como telón de fondo.

“En las bodegas, el consumo energético se centra fundamentalmente en la producción de frío para la conservación del vino. En nuestro caso, debido a la inercia térmica que nos proporciona el hormigón y al tratarse de una bodega subterránea de una cota de diez metros bajo el nivel de la calle en los puntos más bajos de la bodega, no necesitamos emplear más frío para la conservación del vino”, asegura nuestra entrevistada.

En comparación con otras bodegas, donde se emplea frío a lo largo de la mayor parte del año, la que nos atiende solo lo usa durante diez días, en vendimia, y a ellos hay que añadirle el gasto energético generado por la oficina, con los ordenadores y demás aparatos electrónicos y el de la embotelladora.