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Los vallisoletanos bautizan al miembro más entrañable de Matallana

Gracias a cientos de comentarios en redes sociales, el benjamín de la familia animal del Centro de Interpretación de la Naturaleza de Matallana ya tiene nombre por unanimidad

4 septiembre, 2021 09:00

Apenas tiene mes y medio, pero es sin duda el centro de todas las miradas y el destino de tiernos halagos, de visitantes y de trabajadores. Su gracia y belleza natural le han convertido desde el pasado 18 de julio en el protagonista de la plantilla que compone el Centro de Interpretación de la Naturaleza de Matallana, institución que cuenta con un nuevo compañero de aventuras.

A Rubén González, responsable de actividades turísticas de la Sociedad Provincial de Desarrollo de Valladolid, organismo perteneciente a la Diputación, se le ocurrió compartir la entrañable noticia de su nacimiento y pidió colaboración en redes sociales para poner nombre al burro, que desde mediados de julio campa a sus anchas, junto a otros doce pollinos por la finca Matallana, ubicada en el pueblo de Villalba de los Alcores.

La noticia de su nacimiento ha encandilado al público. Tras más de 400 comentarios en Facebook, Twitter e Instagram, el nombre más elegido y popular fue Piyayo y así se ha bautizado hace unos días al nuevo miembro de la familia animal de Matallana. 

Comparte espacio con otros doce burros, varios tipos de aves y veinte razas de oveja de todo el mundo que completan un importante objetivo, el de educar a los más pequeños en la importancia del cuidado y el respeto a los animales y el de sentar las bases de la concienciación ambiental a edades tempranas. 

"Hace dos años que no nacía un burro aquí en Matallana y es muy bonito ver la respuesta y el cariño que ha puesto la gente a la hora de elegir nombre al nuevo miembro, la verdad es que la gente ha participado muchísimo en este anuncio que ha tenido tanta repercusión. Sin duda, se ha cumplido el objetivo de que la gente se sienta parte de este acontecimiento y desde Matallana nos encanta ver cómo la gente se lo ha tomado como una buena noticia, porque las instituciones tenemos que hace que la sociedad vea también cosas bonitas", asegura González.

Piyayo y sus compañeros están listos para seguir recibiendo como cada semana a decenas de pequeños y familias que pasan por el centro para disfrutar de una agradable y completa jornada en contacto con la naturaleza y la riqueza patrimonial que ofrece el entorno.

"Matallana es un centro multidisciplinar que se basa en dos pilares fundamentales, el educativo y el turístico. Antes de la pandemia recibíamos anualmente a unas 47.000 personas, muestra del interés de colegios y familias por fomentar este tipo de actividades", explica González. 

Todo el que viene aquí puede disfrutar de visitas guiadas, degustaciones de productos típicos de Valladolid, la riqueza patrimonial de un antiguo monasterio cisterciense, exposiciones, talleres, el proceso del tratamiento de la lana (desde la oveja, el hilado hasta la confección de prendas) un palomar típico de la Tierra de Campos, avistamiento de aves en su laguna artificial y una zona de ocio infantil con tirolinas y toboganes para el disfrute de los más pequeños.

Accesible para todos, Matallana acogía antes de la pandemia a más de 1500 niños al año procedentes de cientos de colegios de capital y provincia. "Mediante las Jornadas de Concienciación Ambiental los niños aprenden divirtiéndose en la huerta ecológica, vendimiando y elaborando su propio mosto o recogiendo aceitunas para hacer aceite y aunque los aforos no puedan ser los mismos que antes se mantiene la ilusión de seguir enseñando a todos el valor ecológico de los Montes Torozos", añade el responsable de actividades turísticas.

Piyayo es el centro de atención de los visitantes que pasan ahora por Matallana, pero no el único. "Las visitas guiadas y, sobre todo, el parque infantil se lleva la palma en cuanto a demanda los fines de semana, cuando llegan muchas familias a disfrutar de una alternativa segura, al aire libre y un entorno donde poder relajarse y pasar el día. Este verano hemos tenido visitas todos los fines de semana, se nota que la gente busca turismo de interior, cercano y al aire libre", comenta González.

Perfil de visitantes

Entre los miles de visitantes que recibe Matallana destaca un perfil de público que sobresale del resto, "el del turista fiel que nos valora como centro de referencia y que viene cada año porque nos tiene cariño, como han venido desde pequeños vuelven", comenta con orgullo González desde la Finca Coto Bajo de Matallana, a unos 40 kilómetros de Valladolid. "No solo viene por lo que ofrecemos, también por la ubicación en la que se puede visitar las cercanas torres medievales de Vilalba o el imponente castillo de Montealegre".