El crimen de la plaza Circular: todas las claves de un juicio que suma penas de 186 años
El martes arranca el proceso donde, además de por asesinato, los seis acusados también están involucrado en penas de robo, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal
1 noviembre, 2021 14:56Noticias relacionadas
Los seis acusados del crimen de la plaza Circular, para los que la Fiscalía pide penas que suman 186 años de cárcel, se sentarán en el banquillo de la Audiencia Provincial de Valladolid a partir de mañana martes en un juicio que se celebrará con jurado y que está previsto que se prolongue hasta el 12 de noviembre y donde se acusa de asesinar a María Aguña Martín, de 73 de años de edad, en su domicilio de la plaza Circular el 18 de octubre de 2018.
Además de un delito de asesinato, por el que el Ministerio Fiscal pide 18 años de prisión para cada uno, también está acusados de robo con violencia, con el agravante de abuso de autoridad, por el se solicita cinco años, los mismos que por el delito de detención ilegal y tres más por pertenencia a grupo criminal. A su vez, el Fiscal reclama una indemnización de 100.000 euros para cada uno de los tres hijos de la fallecida.
Una de las claves del juicio será conocer quién informó a R. A., dueño de una clínica dental de Pajarillos y recientemente condenado a casi once años por liderar una banda dedicada al robo de coches a punta de pistola, y a A.A. de que en la casa de la víctima había una caja fuerte en la que de forma habitual se guardaban importantes cantidades de dinero. Ambos, según el relato del Fiscal, diseñaron un plan para asaltar la vivienda y recabaron también la ayuda de E. A.
Así, decidieron ejecutar el robo el 17 de octubre de 2018, por lo que los días antes realizaron tareas de vigilancia en las inmediaciones del domicilio. Además, acordaron que reclutara a otras personas para que fueran las autoras materiales del asalto, por lo que contactó con los otros tres acusados, según informa Ical.
En la mañana del asalto, todos los acusados se reunieron en un local de Valladolid para ultimar detalles y, en previsión de la que víctima pudiera ofrecer resistencia, se desplazaron hasta una tienda para comprar cinta americana y una caja de cartón para depositar el dinero. Después, todos los encausados se dirigieron hasta la plaza Circular y allí se bajaron A.A., G. M. y G. E., que minutos antes de las 13 horas lograron entrar en la vivienda de la víctima.
En el escrito de acusaciones, la Fiscalía sostiene que los acusados arrojaron a María Aguña al suelo del pasillo, donde la propinaron varios golpes y puñetazos, tratando de que les informara donde guardaba la llave que abría la caja fuerte, dado que su búsqueda por varias dependencias de la vivienda habían resultado infructuosa.
Ante los gritos socorro de la víctima los encausados subieron el volumen del televisor para evitar que se alertaran los vecinos, a la vez que procedieron a amordazarla con cinta americana, adhesivo que también utilizaron para atarle las manos.
Mientras tanto, el timbre de la vivienda sonó dos veces en un breve espacio de tiempo, lo que provocó que los acusados, temerosos de que alguien pudiera acceder a la casa y sorprenderles en su interior, decidieron marcharse sin haber logrado su propósito de abrir la caja fuerte, aunque sí se apoderaron de varios anillos de oro que la víctima llevaba puestos.
Huida
Tras su huida, dejaron la víctima tumbada en el pasillo, con varias vuelta de cinta americana en torno a la cabeza que le cubrían desde la nariz hasta el mentón, de manera que tenía totalmente tapada la boca y de forma parcial las fosas nasales.
Una vez en la calle los acusados llamaron a E.A., que mientras que A.A., G. K. y G.M. habían estado dentro de la casa, había permanecido en las inmediaciones de la plaza Circular realizando tareas de vigilancia. Además, durante el asalto tanto Rubén Alonso como A.A.también permanecieron cerca de la plaza a la espera de que les fuera entregado el botín del robo. Los acusados habían planeado reunirse tras el asalto en un polígono industrial para hacer entrega del dinero sustraído y proceder a su reparto.
Insuficiencia cardíaca
Según sostiene el fiscal, la violencia ejercida sobre la víctima la provocaron una situación de estrés que, unida a los traumatismos y a la dificultad para respirar que la provocaba la cinta americana, le causaron una insuficiencia cardíaca aguda que, escasas horas después de que los atacantes se marchara de la casa, le originó la muerte.
El cadáver no fue descubierto hasta el día siguiente, cuando su familia llamó a la policía alertada al no responder a sus llamadas telefónica ni abrir la puerta de casa.
Ante la falta de espacio en la sala de vistas de la Audiencia, el juicio será transmitido en ‘streaming’. Además de once miembros del jurado -nueve titulares y dos suplentes-, del tribunal y del Ministerio Fiscal, en la sala de vistas también deben ubicarse las dos acusaciones particulares, ejercidas por hijos de la víctima, y los seis encausados y sus respectivos defensores.