“Estamos todos consternados. Es un dolor muy grande el que siente el pueblo. Como ha aparecido el cuerpo hay que ayudar a la familia todo lo que se pueda. Esclarecer los hechos y que la justicia decida”, confesaba Julia, vecina de Traspinedo en declaraciones a EL ESPAÑOL Castilla y León.

Un pueblo que ha quedado marcado ya por una misteriosa desaparición que terminó ayer con el hallazgo del cuerpo sin vida de la mujer de 35 años. La autopsia, que se le está practicando este domingo, determinará si la vallisoletana sufrió o no una muerte violenta, mientras el pueblo sigue de luto.

“Han sido 24 días durísimos, estamos fatal”, nos contaba otro vecino que quería permanecer en el anonimato y no nos ha facilitado su nombre, mientras cogía el pañuelo para secarse las lágrimas.

“Venimos en representación de la Red de Municipios Hombres por la Igualdad. Traspinedo forma parte. Somos un grupo que estamos aquí para evitar estas cosas. Es un día duro, más los que han pasado y los que vendrán, hasta que todo se esclarezca”, asegura Marisa León, que ha llegado a participar en los cinco minutos de silencio en nombre de la presidencia de la Red, que este año ostenta Hornillos de Eresma y también en representación de la Asociación ASIES.

Un pueblo marcado, y un caso que sigue abierto, con todas las hipótesis abiertas, para esclarecer el porqué de que Esther ya no esté entre nosotros.