“Cuando termine la guerra regresamos a Ucrania, ¿no?” Este es el pensamiento de muchos ucranianos que han comenzado en España, concretamente en Valladolid, una nueva vida desde hace unos días. En su mente sigue presente el volver a su país “invadido injustamente” ante lo que califican de “una barbaridad” por parte de Rusia. Son ya muchos los refugiados que están comenzando de nuevo y en Valladolid lo hacen dos familias que viven juntas en un piso tras huir de la guerra. lga, Nazar, Andrii, Liudmyla, Galyna, Kyryl Y Olexandr ya están a salvo del peligro y de las bombas, sin embargo, los hombres, sus padres, se han tenido que quedar a combatir. El Español Noticias de Castilla y León cuenta cómo son sus primeros días aquí.
Este grupo de personas residían en Kiev, “con un buen trabajo y una buena casa”, y ahora lo han perdido todo. Una de las familias vivía cerca de un aeródromo bombardeado el primer día de guerra, lo que hizo a sus miembros temer por su seguridad y tomar la decisión de huir finalmente de la capital ucraniana junto a otra familia de amigos. Tras permanecer varios días en el oeste del país, las mujeres y los niños han podido cruzar la frontera por Hungría y dirigirse a Valladolid tras tres duros días de viaje en coche, pero los padres han debido permanecer en Ucrania ya que no se les permitía salir.
El vallisoletano Francisco Javier sabe de primera mano lo que está ocurriendo estos días en Ucrania. Trabajó durante varios años en Kiev como asesor internacional. Allí conoció a la que es hoy su mujer Iryna, que es la hermana de Olga y la tía de Nazar y Andrii. Hace año y medio regresaron a Valladolid, pero han estado viajando constantemente a tierras ucranianas. Sin ir más lejos, “hace un mes estábamos tomando una caña en una terraza” y ya tenía comprados los billetes para ir de visita en Semana Santa. Pero de repente, el botón rojo de Putin ha cambiado sus vidas y la de millones de ucranianos. “Nadie se podía creer que hiciera esto, pero lo ha hecho”, lamenta el vallisoletano en una entrevista con este medio.
Sus primeros días en Valladolid están siendo “de papeleos” y de “adaptación” pero también para recibir el cariño de toda la gente. Residen todos juntos en una casa cedida gentilmente por un amigo de Javier, y las madres están preocupadas por la escolarización de sus hijos y su adaptación al nuevo idioma, mientras tanto intentan seguir. haciendo 'cosas' de niños, por ejemplo jugar al parchís, leer cuentos o disfrutar en el parque. “Ellos no se han hecho a la idea de que son refugiados, se preguntan cómo podían estar viviendo tranquilamente en Kiev y, en una semana, lo han perdido todo y se han tenido que ir a otro país".
“A mi familia política les despertó las bombas. Un cielo iluminado, la casa temblando y así durante cuatro horas”, detalla Gregorio. Sus suegros decidieron permanecer en la capital durante los primeros días, durmiendo en el metro, pero con 75 y 70 años “era complicado seguir así”, por lo que lograron subirse en un autobús humanitario y huir a un pueblo alejado. Ellos se han quedado allí, pero su hija y sus nietos tuvieron que huir hacia España.
"Putin solo tiene odio y venganza"
Javier tiene claro que el pueblo ucraniano “no se va a rendir nunca” y que tienen esperanza en que “van a ganar” la guerra. Afirma que la invasión de Putin es solo porque quiere castigar a Ucrania por haber decidido dejar el mundo ruso y acercarse a Occidente. “Solo lo hace por odio y venganza, espero que nadie se crea sus discursos de propaganda porque todo es odio y es una guerra sin justificación”, afirma con rabia.
La vida sigue y comienzan a familiarizarse con la ciudad. Por ejemplo, el pasado domingo acudieron invitados al partido de balonmano entre el Recoletas Atlético Valladolid y el Cangas, la grada y ambos equipos formaron en media pista tras las presentaciones. En ese momento brindaron una ovación junto al público a estas dos familias ucranianas, con el objetivo de que recibieran el cariño de los asistentes y disfrutarán de una jornada matinal deportiva que les reconfortó por las penalidades que han tenido que padecer. Fue una hora y media de desconexión, tras salir de Huerta del Rey comenzaba su nueva vida. Aunque Javier, gran aficionado al balonmano, le encantaría que pudieran entrenar con el equipo.
"Les han dejado solos"
Dejando atrás el lado persona, y desde su experiencia como analista internacional, Gregorio alaba la “reacción humanitaria” que ha tenido Europa, pero critica la política. “Han sido muchos años de promesas incumplidas sobre su entrada a la OTAN y a la Unión Europea; ahora viene la guerra, y no hacemos nada porque tenemos miedo a Putin, eso sí, os damos las armas pero vosotros morís. Y no se dan cuenta de que todo esto se ha producido porque querer acercarse a Europa”.