Nacho Fadrique, en silla de ruedas desde los 17 años: "No echo nada de menos, he hecho de todo"
Sufre una distrofia muscular desde hace 25 años y gracias a Aspaym pudo saber manejarse ante su nueva vida
1 abril, 2022 07:00La mayoría de las personas hacemos muchas cosas en nuestra vida casi sin darnos cuenta. Andar, correr, saltar o subir unas escaleras son acciones habituales que realizamos a diario sin que signifique relevante. Pero hoy a otras que, esos aspectos les ocasionan muchos problemas. Incluso, en ocasiones, se convierten en una aventura. Porque no todos tenemos las mismas capacidades motrices. Eso sí, no significa que esas dificultades acarreen una incapacidad para no realizar esas tareas.
Ese es el caso de Nacho Fadrique. A sus 42 años necesita de una silla de ruedas para poder desplazarse. Todo porque desde niño sufrió una distrofia muscular “que me dejó en una silla de ruedas en 1997” cuando tenía 17 años. “En mi caso primero puede andar, luego me ayudé de una muleta, después de dos y finalmente ya tuve que recurrir a la silla”, afirma.
Gracias a Aspaym, entidad que celebra su 30 aniversario y en la que es socio desde 1997, pudo empezar a saber manejarse ante su nueva vida, “gracias a cursos y al centro de rehabilitación”, y afrontarla con mucho más optimismo.
En su caso, además, “no fue tan difícil como en el caso de quien, por culpa de un accidente, se ve de un día para otro en una silla de ruedas”. Pese a todo, reconoce que el paso a tener que ayudarse de ella “fue durillo, pero lo vas llevando poco a poco”. Y es que su filosofía de vida es disfrutar de todo. “No echo nada de menos porque he hecho de todo”. Incluso hasta ser monologuista en una gala del humor organizada por la asociación “en la que mis compañeros me engañaron para participar”. Paso nervios al principio, pero después “me sentí tan a gusto que iban a ser cinco minutos y estuve quince”.
Lo que sí es cierto es que la vida, que ya no es sencilla de por sí, se complica. “No es nada fácil” pero siempre hay trucos para que se haga más llevadero. En el caso de la movilidad, por ejemplo, Nacho reconoce que “vas buscando tus zonas o los sitios que ya conoces en los que no necesitas de otra persona para ayudarte”.
Muchas cosas por hacer
Y si es en el caso de locales, encontrar aquellos en los que los servicios tienen mejor accesibilidad o aquellas tiendas a las que sea más fácil entrar “porque los pequeños banzos que hay en algunas” se convierten en un gran incordio. Por eso, advierte que “quedan muchas cosas por mejorar” porque, aunque las diferentes administraciones ayudan “deberían de hacerlo aún más”.
Esas ganas de reivindicar son las que han hecho que haya dado el paso de estar también formando parte de la junta directiva de Aspaym Castilla y León. “Ya estaba de delegado en Valladolid y ahora también en la dirección regional”. Tenía claro que su experiencia como auxiliar administrativo en el Ayuntamiento de Simancas hasta 1997, en ese año se jubiló, podría valer para echar una mano y no dudó a la hora de formar parte de la dirección.
Como tampoco a la hora de ayudar a las personas que acuden hasta Aspaym después de perder la movilidad. “En la sede tenemos especialistas de todo tipo, pero cuando hay que echas una mano para lo que sea, siempre pueden contar conmigo”.
Una vena solidaria que encuentra en el conjunto de la sociedad, tanto a nivel particular como “en empresas que colaboran para la inclusión laboral de nuestros asociados o cuando necesitamos cooperación para organizar cualquier tipo de evento”.
En definitiva, una tarea ímproba que conlleva mucho trabajo y mucha dedicación por parte de quienes, de una u otra manera, se colocan el mono de trabajo para ser parte de la gran familia de Aspaym que, este año, celebra su 30 cumpleaños con su lema como bandera: mejorar la vida de las personas con discapacidad.