Cigüeñas, tormentas y dibujos: un polifacético en Tudela de Duero
Luis Pascual Repiso es un experto ilustrador en la especialidad de arqueología y colabora con la AEMET analizando los fenómenos meteorológicos y estudiando la flora en la localidad vallisoletana
3 abril, 2022 09:05Saliendo por la A-11, a 16 kilómetros de Valladolid capital se encuentra la localidad vallisoletana de Tudela de Duero, villa castellana que se encuentra rodeada, casi por completo, por el río que le da nombre. El mismo forma un meandro alrededor del municipio que hace años fue la clave de su defensa, algo que fue aprovechado por los romanos que convirtieron el lugar en un asentamiento estratégico y en la Edad Media se convirtió en línea defensiva contra los musulmanes valiendo de frontera inexpugnable.
En la localidad pucelana vive Luis Pascual Repiso, de 52 años. Amante del campo en general, y de sus paseos en bici en particular disfrutando del aire que golpea contra el rostro, el de Tudela de Duero es un experto ilustrador en la especialidad de arqueología y en el apartado de ilustración técnica, analítica o científica.
Además, nuestro protagonista, colabora con la Agencia Estatal de Meteorología analizando las inclemencias meteorológicas y las temperaturas diarias. Desde hace años también observa la flora del lugar para mandar cada dos o cuatro meses datos que puedan ser de valor para saber más del mundo que habitamos.
Un hombre polifacético y con mucha historia que vive en un pueblo muy conocido y valorado de la provincia de Valladolid.
Del miedo a las tormentas a colaborar con la AEMET
“Empiezo a colaborar con la AEMET en 1989, con 20 años. Con 14 tenía miedo a las tormentas, pero observando y registrando datos me di cuenta de que, poco a poco, adquiría conocimientos. Me compré un libro sobre nubes y a partir de ahí comencé a registrar las tormentas, con 15 o 16 años”, asegura Luis en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León.
El pucelano confiesa que en el pueblo “le gustaba mucho estar con la gente” y “escucharlos cuando buscaban el porqué de que no lloviera” y se “preocupaban con las sequías”. “Todo lo que se debatía y de lo que se hablaba sobre temperaturas y precipitaciones me gustaba”, nos cuenta con nostalgia.
“Con 19 años, tuve una oportunidad en el pueblo. Una persona que tenía una estación meteorológica voluntaria y era amigo mío me dijo que se iba a jubilar y me ofreció llevar la garita. Yo acepté y ahí comenzó mi colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología”, informa orgulloso.
Lo hizo en 1989. Realiza un análisis termo pluviométrico. Sobre todo, recoge datos de precipitaciones y temperatura que facilita todos los meses, a través de unas fichas homologadas, al Banco de Climatología de Datos de España.
“Soy colaborador voluntario. Todo esto lo llevo a cabo de forma altruista. Se lo envío cada mes para que lo valoren. Disponemos de su infraestructura y material. Si se me rompe un termómetro, me facilitan otro. Cada Navidad nos dan una pequeña gratificación y con eso vamos tirando. Sienta muy bien”, añade el polifacético.
La flora y las cigüeñas
Desde el año 1991, además de los datos anteriormente citados, por correo electrónico también envía datos sobre la floración y las plantas del lugar que se lo envía a la AEMET cada dos o cuatro meses en un documento Word que va aumentando de tamaño, lógicamente, con el paso de los años.
“Me doy cuenta de que, dependiendo del tiempo, se adelantan o retrasan las floraciones en Tudela de Duero. También de la llegada de los animales que varía en función al tiempo que tengamos en cada momento. Me puse en contacto con los profesionales y les envío estas estadísticas que son de mucho valor”, nos explica Luis.
Nuestro entrevistado asegura que hay muchas aves que, con el tiempo, se “han adaptado a nosotros” y que “muchas de las que emigraban, como las cigüeñas, al tener alimento se quedan aquí”. Además, apunta que otras especies como las golondrinas “han desaparecido a falta de establos y casonas donde anidar” y el campo está sucio a falta de ganado ovino “que limpiaba los márgenes”.
Dibujos y el Yacimiento Arqueológico de Pintia
“Empecé a dibujar el Yacimiento Arqueológico de Pintia en el año 2002 aproximadamente. Estuve una temporada vinculada al departamento de Prehistoria. Dibujaba las cerámicas y llevé a cabo un catálogo de tumbas ilustrado a través de dibujo lineal. También reconstruyo las cerámicas. Pintia es un yacimiento que tiene muy bien conservadas sus piezas”, afirma Luis.
Nuestro entrevistado fue alumno de la Escuela de Arte y Superior CRBC de Valladolid y hoy en día es un experto ilustrador en la especialidad de arqueología y en el apartado de ilustración técnica, analítica o científica.
“Si hay fragmentos realizo una reconstrucción arqueológica. Puedo reconstruir de un fragmento un labio superior y hacer todo el diámetro. Lo que medía a través de una técnica para hallar la bisectriz del ángulo”, asegura Luis.
Luis añade que “le gusta mucho la historia” y afirma que los ilustradores “son traductores de imágenes y de textos” e informa que está trabajando en un mural de cinco metros “sobre el Yacimiento de Pintia” que ha estado hace poco expuesto en Cuéllar. “Es un mural que he hecho a partir de la información aportada por el profesor Carlos Sanz Mínguez”, afirma Luis.
Amor por Tudela de Duero y pueblos que no son lo que eran
“Para mí Tudela de Duero lo es todo”, añade nuestro entrevistado que asegura que “el pueblo ha cambiado mucho”. “Antes veíamos mucha más gente en la calle con corros de mujeres y mucha más vida”, añade.
Luis apuesta por dar más visibilidad al mundo rural para no dejar que caiga en el olvido. En la actualidad cuida a su padre y alterna con su trabajo, los dibujos, y con su hobby, la meteorología.
Un polifacético en Tudela de Duero.