Una vida láctea

El queso es un producto que gana adeptos, día a día. Por él está apostando la provincia de Valladolid. Las ferias se suceden y los eventos relacionados con este manjar, de sabor único, se multiplican. En Peñafiel se ubica una planta de Lactalis que busca, en este periodo de incertidumbre generado por la guerra de Ucrania, seguir generando un producto de calidad.

Julio Morillo, de 56 años de edad, es un hombre que lleva una vida láctea, podríamos apuntar sin miedo a equivocarnos. Suma 33 dentro del sector lácteo y 16 en Lactalis. Ahora mismo, el nacido en Olmos de Peñafiel, es el director de la planta de la marca en Peñafiel.

Comparte con EL ESPAÑOL de Castilla y León su labor, también como afinador, y nos cuenta cómo está el sector ante la incertidumbre que genera la guerra de Ucrania en la siguiente entrevista:

P.- ¿Cómo comienza su vinculación con el mundo de la leche?

R.- Mi historia láctea comienza en el año 1989 que es cuando empiezo a trabajar en la fábrica de Peñafiel. Uno de mis primeros trabajos fue el control del aire en las salas de maduración. A partir de ahí pasé por todos los puestos de fábrica. En el año 1994 comencé a tomar responsabilidades como jefe de equipo para pasar más tarde a ser adjunto al jefe de fabricación. En el 2005 tomo la responsabilidad del departamento de expediciones y logística.

P.- ¿Cuándo comienza su vinculación con Lactalis?

R.- En el mes de noviembre del año 2006, cuando grupo Lactalis compra la fábrica de Peñafiel.

P.- ¿Cómo recuerda sus inicios?

R.- Estaba en el departamento de expediciones y logística. El año después de entrar, se jubila el responsable de explotación y paso a ocupar el puesto durante un periodo muy corto de tiempo ya que, en junio de 2008, me solicitan que me haga cargo de la compra de leche, cargo que ocupo hasta el año 2012.

P.- ¿Cómo ha cambiado la forma de trabajar en estos años?

R.- La esencia de la fabricación de nuestro queso sigue siendo la misma. Lo que sí que se ha cambiado, y más en los últimos años, ha sido la mecanización de los procesos por motivos tanto de calidad como económicos.

P.- El sector sigue en pie de guerra por el precio de la leche. ¿Cómo ve el conflicto?

R.- Es una situación muy difícil porque los márgenes en la cadena de valor láctea son muy reducidos. Aún con esto, creo que con la colaboración de todos los eslabones de la cadena podremos mejorar su sostenibilidad.

Un queso fabricado en la planta de Lactalis. Fotografía cedida por Lactalis

P.- ¿Cómo cree que se puede solucionar?

R.- Con la colaboración de todos los eslabones de la cadena y de la sociedad. Nos gustaría que todas las personas nos acompañaran en reconocer el valor nutricional y social de los alimentos lácteos. A nivel nutricional, un vaso de leche, un yogur o un trozo de queso proporcionan un elevado contenido de nutrientes: aportan proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono (lactosa), grasa, vitaminas como la B12, A, C, D y minerales, especialmente calcio y fósforo. A nivel social, en el sector lácteo trabajamos más de 60.000 personas. En muchas ocasiones, en núcleos pequeños, rurales, en los que fijamos población y ofrecemos oportunidades para evitar la despoblación. Estamos trabajando también, y de forma intensa, la sostenibilidad de toda la cadena, el bienestar animal, el embalaje más respetuoso con el medio ambiente, la reducción de las huellas hídricas y de carbono. Con la participación y colaboración de todos, creo que el sector podría alcanzar la estabilidad que esta actividad requiere.

P.- Ahora es director de la planta de Peñafiel. ¿Cómo es su día a día?

R.- La función de un director de planta es la de organizar sus equipos de trabajo para crear productos de calidad y en la cantidad solicitada a un coste óptimo con el objetivo de satisfacer al cliente y, por supuesto, cumpliendo todas las reglas del grupo y la legislación vigente en cada lugar de producción.

Lo primero que hay que decir es que trabajamos con un producto vivo que evoluciona constantemente por lo que la jornada de todos se desarrolla en función de cómo evoluciona el producto, me refiero que, si tenemos un problema en fabricación o en maduración, lo primero es el queso y después retomamos la agenda diaria. 

Por lo general mi jornada comienza por la visita a planta a primera hora de la mañana. A continuación, tenemos la reunión diaria con los responsables de los departamentos de fabricación, calidad, seguridad y mantenimiento donde se revisa todo lo acontecido desde el día anterior y se organiza la próxima jornada.

Después, degustamos los productos y revisamos los resultados de lo fabricado el día anterior. A partir de ahí, comienza más el trabajo administrativo y de reuniones más concretas con diferentes departamentos.

Imagen antigua de la fabricación de quesos. Fotografía cedida por Lactalis

P.- Además es un maestro afinador. ¿Qué labor lleva a cabo?

R.- Las funciones principales de un afinador pasan por controlar todos los estados del queso durante su proceso de maduración. Decide cuando voltear, cuando cepillar, es el que controla las cámaras de maduración, su temperatura y humedad, para que el producto llegue en un estado perfecto a la hora de ser degustado.

P.- ¿Cómo está Lactalis?

R.- En Grupo Lactalis estamos como en el resto de industrias en España: sufriendo un incremento en los costes de producción muy acentuado. Confiamos en que la calidad de nuestras marcas se vea reconocida por la sociedad y en nuestro excelente equipo humano a la hora de innovar y buscar soluciones adaptativas.

P.- ¿Cómo ve el futuro del sector?

R.- El sector lácteo está enfocado, en primer lugar, en mejorar la sostenibilidad económica de todos los eslabones que formamos parte de la cadena alimenticia. En segundo término, estamos trabajando de forma intensa en avanzar en la sostenibilidad medioambiental de los procesos productivos y de la actividad ganadera. Por último, pero igual de importante, queremos poner en valor tanto el aporte nutricional de nuestros alimentos como el social.

P.- Objetivo y deseo que se marca a corto y medio plazo.

R.- Según esta la situación actual, mejor pensar en el corto plazo. Hay demasiada incertidumbre. Nuestro objetivo y deseo pasa por cumplir nuestro presupuesto anual y seguir fabricando productos de calidad que satisfagan a los consumidores.