Antonio Otero y su vida de antes: “Estoy muy bien en la consulta”
El que fuera concejal de Seguridad y Salud Pública en el Ayuntamiento de Valladolid nos cuenta cómo se ha repuesto de su accidente coronario
11 julio, 2022 07:00José Antonio Otero Rodríguez (Cangas de Narcea, 65 años) fue concejal de Seguridad y Salud Pública desde junio de 2019 y hasta mayo de un año después. Un accidente coronario obligó al asturiano a dejar su cargo que paso a las manos de Alberto Palomino.
Amante del golf y de la música, con el violín como protagonista, nuestro entrevistado es médico desde el año 1983. Precisamente, tras mantenerse en el Ayuntamiento como concejal sin dedicación exclusiva, ha decidido volver a pasar consulta al Centro de Salud de Gamazo, en la ciudad del Pisuerga.
EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con un hombre que, como él dice, “ha comprado todas las motos que le vendieron” y que no se cierra a nada en el corto y medio plazo de tiempo.
P.- ¿Cómo recuerda ese mes de marzo de 2020 cuando llega la pandemia del coronavirus?
R.- Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020 cambió todo en el mundo . Se tuvo que dejar a un lado todos los planes a un lado por el Estado de Alarma. Había incertidumbre a nivel médico, pero también empresarial. La vida estaba parada. En el Ayuntamiento hubo un nivel de trabajo y una intensidad, en todas las áreas, tremendo. En algunas, como Hacienda, por los pactos, interesantes, entre todos los partidos políticos menos VOX para hacer un plan de actuación para resolver los problemas económicos y sociales que se estaban empezando a dar, más todavía. También a nivel de Policía, Servicio de Limpieza y de Bomberos para asegurar la prestación de unos servicios que considerábamos fundamentales para que una ciudad siguiera estando viva. La limpieza trabajó a pleno rendimiento, también la Policía, que modificó sus turnos. Fue un gran esfuerzo por parte de todos. Todos empujaron y tuvieron un comportamiento admirable.
P.- Sufrió un susto, en lo que a la salud se refiere, que le obligó a dejar la concejalía de Seguridad y Salud Pública en el mes de mayo de ese año.
R.- En mayo vino el accidente coronario. Pudo influir el estrés y un poco de sobrepeso. La tensión siempre la he tenido bien. No fumo. Estos accidentes pasan por multitud de factores y muchos los desconocemos.
P.- ¿Cómo está de salud ahora?
R.- Muy bien.
P.- ¿Cómo ha cambiado su vida desde que dejó la dedicación exclusiva como concejal?
R.- Sigo como concejal y he vuelto a la consulta. La ausencia en la misma fue de once meses. Volví nada más que me reincorporé de la baja laboral. Fui a pasar consulta como si fuera un fin de semana intermedio. He vuelto al Paseo de Filipinos como médico de familia en el Centro de Salud de Gamazo.
P.-Martín Fernández Antolín, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, tuvo el martes en el pleno, buenas palabras para usted por su labor como médico. ¿Un orgullo?
R.- Me sorprendió. Siempre es de agradecer esto, pero me incomodó un poco porque nunca digo quiénes son mis pacientes. No debo decirlo. Me llama la atención que alguno de mis atendidos diga que soy su médico. Llena de orgullo, sobre todo cuando hablan bien de ti, pero me incomoda un poco.
P.- ¿Cómo es el día a día ahora de Antonio Otero?
R.- Paso consulta por las mañanas salvo algún día que lo hago por la tarde, como los demás. Desde las 8.15 comienzo a ver pacientes. Ahora las cosas han cambiado mucho con respecto a antes de la pandemia. Empezamos con una agenda de 30 pacientes que se acaban convirtiendo, al final de la mañana, en 45-50. En verano no hay sustitutos con lo que asumimos las consultas de los que están de vacaciones y se duplica el trabajo.
P.- Se mantiene en el grupo municipal socialista como concejal sin dedicación exclusiva. ¿Cómo ve la situación política en la ciudad?
R.- La veo bien. Me parece que hay un equipo de gobierno muy sólido. Una coalición que, en contra de lo que estamos viendo con otro tipo de uniones en Castilla y León y a nivel nacional, está funcionando muy bien. Hay un nivel de entendimiento grande a pesar de diferencias de planteamientos normales, al ser dos grupos políticos diferentes. El nivel de comprensión y entendimiento lo he visto cuando estaba en las reuniones del equipo de gobierno y lo veo ahora desde el grupo municipal. La sintonía está siendo ejemplar.
Veo una ciudad que progresa cada día, limpia y segura, en la que a la mayoría de la población se la ve tranquila y bien. Eso es a lo que tenemos que tender. Afortunadamente las cifras de empleo son cada vez mejor lo que contribuye a la estabilidad de las personas para que pueda hacer proyectos a más largo plazo.
Tenemos un alcalde muy sólido, muy entregado a la ciudad. Lo conocía desde hace tiempo, pero no había trabajado con él y tiene una dedicación absoluta. 24 horas al día a la ciudad. Lo veo bien. Valladolid se ha convertido en una ciudad referente en el norte de España. La gente que vive aquí lo hace bien y tranquila.
P.- ¿Cómo recuerda su labor al frente de la concejalía de Seguridad y Salud Pública?
R.- Tuve claro, cuando el alcalde me encomendó esta tarea, que iba a suponer mucho trabajo. Había cosas que se habían comenzado a trabajar antes de la pandemia y teníamos que darles forma. Lo que hice con Policía, Bomberos y Servicio de Limpieza fue trasladarles la idea de que con ellos tenía una doble representación. Por un lado, representaba a los ciudadanos de Valladolid ante ellos, por lo que exigiría que funcionaran bien, pero al mismo tiempo les representaba a ellos ante la ciudad de Valladolid. No me costó ningún trabajo. Recuerdo, al poco de llegar, una gran tormenta que anegó Valladolid. La ciudad estaba, a las pocas horas, limpia. Como que no hubiera pasado nada. La labor fue encomiable y me acosté, esa madrugada, pensando que estábamos en buenas manos. Vi como trabajaban y es admirable.
P.- ¿Cómo está viendo la labor de su sucesor, de Alberto Palomino?
R.- Muy bien. Lo está haciendo mucho mejor que yo (risas). Tiene una manera de enfocar las cosas muy seria y está muy preparado. Viene del mundo de la banca y está acostumbrado a trabajar en equipo, a tomar decisiones y a ser muy riguroso en el trabajo. Pienso que tanto él como el resto de los miembros del equipo de gobierno están haciendo muy bien las cosas. La dedicación es absoluta. Mañana, tarde y noche.
P.- ¿Cree que debería cambiarse algo en cuanto a la seguridad en la ciudad?
R.- Valladolid es una ciudad muy segura. Lo dicen los datos. A pesar de los grupos políticos de la oposición que hablan de los espacios del miedo. Esto no es así. La gente transita por la ciudad con mucha seguridad.
P.- Echando la vista atrás, ¿Cómo y cuándo acaba un asturiano de Cangas de Narcea en Valladolid?
R.- Mi hermano mayor vino a trabajar a Valladolid. Mi padre consideró que era más económico que me viniera aquí con él que no ir a Oviedo a un colegio mayor o a un piso. Por razones económicas puramente. Fue en 1975 cuando llegué.
P.- Estudió medicina en la Universidad de Valladolid. ¿Cómo lo recuerda?
R.- Muy bien a pesar de que los primeros meses fueron difíciles. Yo ya soy de Valladolid. La gente de aquí se cierra un poco a la hora de recibir. Recuerdo que los tres primeros meses de estancia en la facultad no hablaba con nadie. Yo quería, pero había grupos cerrados pese a ser el primer año. Fue complicado. De hecho, cuando volví a casa por Navidad, tardé en sacar el billete de vuelta. Luego, la cosa cambió.
P.- ¿Qué es Valladolid para usted ahora?
R.- Es mi ciudad. Uno siempre es esclavo de donde nació. Yo presumo de ser asturiano, pero también de Valladolid.
P.- Objetivo y deseo que se marca a corto y medio plazo
R.- Me quedan pocos días de vida profesional, aunque me encuentro muy bien. A lo largo de toda mi vida he comprado las motos que se me vendieron. Cuando alguien pensaba que era útil para desempeñar un puesto, ahí estaba. He sido miembro del Consejo Escolar del centro de mis hijas, cuando la Junta me ofreció pertenecer al Comité de Bioética dije que sí. Cuando un grupo de médicos me propuso para encabezar la lista del Colegio de Médicos, dije que sí. Cuando Óscar Puente me propuso ir en la lista, lo mismo. No sé si habrá más oportunidades u ofrecimientos, pero si creen que soy útil y me veo capaz, diré que sí.
P.- ¿Volvería a tomar las riendas de una concejalía?
R.- Con 66 años, no. Hay que dejar paso a otros. Hay determinados puestos que necesitan gente joven y capaz. Otros puestos en los que la experiencia es una garantía. Hay puestos que podría aceptar y otros que no. En la consulta estoy muy bien ahora. Noto que los pacientes me aprecian y confían en mí. No quiero más.