¿Es un despilfarro gastar 330.000 euros en un concierto en Ferias en pleno tiempo de ahorro? Pues quizás sea cómo preguntarse si merece la pena pagar 365 euros por comer en el restaurante de Dabiz Muñoz. Hay opiniones para todos. Degustar los platos del famoso chef no es solo introducirse un alimento en la boca, es un cúmulo de sensaciones. Pues algo así pasa con artistas internacionales como Jason Derulo, que su actuación no es solo la de un cantante sobre un escenario, es una sucesión de sensaciones para los sentidos de los que se mantienen en la mente para siempre y que ponen a la ciudad en el escaparate internacional. Y sí, hay que reconocer que el de Miramar (Florida) lo petó sobre el escenario de la Plaza Mayor de Valladolid. Un concierto para la historia de Pucela con bailes, sensualidad y sudor. Y sí, el día que murió la Reina Isabel II actuó Derulo en Valladolid.

Como era de esperar la Plaza Mayor se abarrotó desde varias horas previas para ver a la estrella americana, la Policía tuvo que cortar los accesos y los más ‘tardones’ se quedaron sin Derulo,algo que no había pasado en la historia. Tanto había hablado el alcalde Óscar Puente de este artista que a muchos, aunque no hubieran escuchado su nombre en la vida, querían saber qué tiene este Derulo para que valga 330.000 euros. Ahora lo entienden de sobra, tiene de todo. Es una navaja suiza multiusos. Una pantera en libertad sobre el escenario, que canta, baila y entretiene. Y todo lo hace bien.

Para calentar el ambiente, un DJ comenzó con una sesión dance. El artista saltó al escenario con media hora de retraso y más de una decena de bailarines (hombres y mujeres) y una banda, que ofrecieron un espectáculo visual fascinante y animaron a los asistentes a mover el cuerpo. Chaqueta blanca, pantalón negro, bambas y cadenas de oro. Él tiene uno (cuerpo) esculpido que cerca de 28.000 asistentes encontraron muy bello. Con ese cuerpazo lo raro es no despojarse de toda la ropa, y él así lo hizo. Le costó unas pocas canciones quedarse a pecho descubierto ante toda Valladolid. El de Florida conquistó al público en muy poco tiempo, ahora bien, con armas previsibles.

Había anticipado que ofrecería en primicia en Valladolid uno de los temas nuevos, una canción “muy profunda” que ha interpretado por primera vez en un escenario, y así fue. Un bonito regalo para la ciudad donde ha ofrecido por primera vez un concierto en tiempo de ferias.

Este concierto ha sido un despliegue de testosterona, difícil de olvidar para todos, todas y todes. Es cierto que música había, pero aquí el sentido que se desarrollaba, como si fuera una experiencia culinaria, era el de la vista (y para muchos el del gusto). Darulo entra por los ojos pero también apetece morder esos pectorales. Fueron sonando sus grandes hits como Don’t Wanna Go Home, Want To Want Me o Talk Dirty. Esta última, la más conocida para este que escribe y para muchos de los presentes, y donde dejó claro que es el que manda sobre el escenario. Todas las bailarinas le veneraron a su alrededor. El público jaleó el perreo.

Mención aparte merece Wiggle y ese silbido más pegadizo que el de Verano Azul. Una canción que traducida dice “porque sabes lo que hacer con ese gran culo gordo…” Menos mal que muchos de los presentes no dominan el idioma de Shakespeare porque los ánimos no están para esas expresiones. Tampoco faltó el último, Slidin, que acababa de salir al mercado.

Y sí, Derulo es un divo, un león sin domesticar, y por eso, se permite el lujo de cambiarse de ropa varias veces durante la hora y media que duró el concierto ante un público vallisoletano que estuvo acalorado y con los cinco sentidos más desarrollados que nunca. Los y las fans de la primera fila todavía no se han limpiado las gotas de sudor que el artista acumuló en su actuación. Al final, todos los asistentes acabaron muy felices con lo que habían visto, incluso más que escuchado. Ya nadie se acordaba de los 330.000 euros que el crack americano se lleva de las arcas municipales. Da lo mismo, “tenemos las mejores fiestas de España” y se ha demostrado.

Las Ferias y fiestas de la Virgen de San Lorenzo 2022 serán recordadas por las de la vuelta a la normalidad. Algunos las recordarán por el famoso estribillo y correspondiente martilleo en el oído de la Tómbola Antojitos, para otros el martilleo lo habrán sentido en el bolsillo al ir a pagar en la Feria de Día, pero muchos, la mayoría, las recordarán como el año en el que Derulo visitó Valladolid. “Yo vi a Derulo en la Plaza Mayor”, podrán contar muchos a sus nietos.