La selección española femenina de fútbol conseguía el pasado domingo, 30 de octubre, proclamarse campeona en el Mundial que se disputó en Nueva Bombay (India) tras vencer en la final a Colombia por 1-0. Un encuentro en las que los de Kenio Gonzalo firmaron un buen partido, pero en el que sufrieron para revalidar el título que ya habían obtenido hace cuatro años.
Entre las campeonas está la burgalesa Jimena Vicario. Tercera guardameta del combinado nacional que en la actualidad juega en Valladolid. Es portera del Parquesol, equipo que milita en la 2ª RFEF de la Liga Femenina. Estudia Segundo de Bachillerato a sus escasos 17 años y vive en un piso que comparte junto a otras tres compañeras de equipo.
“Soy una jugadora ambiciosa y trabajadora, pero a la vez humilde”, confiesa en esta entrevista para EL ESPAÑOL de Castilla y León en la que nos cuenta la experiencia en el Campeonato del Mundo y nos abre su corazoncito para que la conozcamos un poco mejor.
Aprendió a andar dando patadas a un balón
“Empecé a jugar al fútbol con siete años en un equipo femenino de Burgos, en el Nuestra Señora de Belén. En un principio era central hasta que a los once empecé a ocupar el puesto de portera. También jugaba al tenis y hacía natación por aquel entonces”, nos cuenta la cancerbera, haciendo un repaso a su vida.
Desde muy pequeñita ha sido una apasionada del balompié. Sus padres siempre le dicen que aprendió a andar dando patadas al balón. En el colegio siempre jugaba al fútbol en los recreos. Esta pasión hizo que se adentrara de lleno para dar sus primeros pasos en el club burgalés.
Ahora suma ya diez años jugando. Hasta los 16 en el Nuestra Señora de Belén y desde el pasado curso en el Parquesol, donde suma ya dos temporadas. Está asentada en el club pucelano y también en la ciudad del Pisuerga. Su buen papel bajo palos en su club le ha llevado a formar parte de una Selección Femenina Sub-17 que ha tocado el cielo.
Una medalla de oro inolvidable
Jimena Vicario, hablando de ese campeonato del mundo que se ha disputado en la India, afirma que “ha sido una experiencia inolvidable y especialmente bonita” de la que “he podido aprender mucho, tanto a nivel futbolístico como en lo personal”. Le ha hecho crecer mucho como persona, en definitiva.
Era su sueño desde pequeña. Los compañeros y el cuerpo técnico con el que ha convivido durante todo el torneo han hecho que fuera aún más especial. Porque no todo está en el campo en estas citas. La convivencia fuera del mismo sirve para crear unos vínculos que repercuten positivamente a la hora de afrontar las diferentes fases del mismo.
Explica orgullosa que “es un honor ser campeona del mundo” y, por supuesto, “una recompensa al trabajo de todo el equipo”. Añade que “hemos demostrado que somos una familia y la unión entre nosotras nos ha hecho superar los obstáculos” para “superar las situaciones más difíciles y poder alcanzar el título”, asegura orgullosa.
La celebración fue, como no podía ser de otra forma, por todo lo alto. Se había conseguido el objetivo y se cuajó un buen trabajo a lo largo de todo el torneo. Una medalla de oro inolvidable.
Con el objetivo de seguir creciendo
A corto plazo, los objetivos de Jimena “pasan por seguir mejorando día a día para poder ayudar al máximo a mi equipo y tratar de tener un buen nivel para poder seguir yendo a más convocatorias con la Selección”, explica la guardameta que vive el día a día pero que se esmera por seguir mejorando bajo palos.
Su primera convocatoria con el combinado nacional llegó a los 14 años. Fue con la Selección Sub-16 y poco a poco su trabajo le está haciendo subir escalón a escalón con el fin de consagrarse dentro del fútbol femenino que crece año tras año por el buen papel de unas futbolistas que luchan cada temporada por ganar más derechos.
Ahora milita en el Parquesol, es su segunda temporada y su papel es clave. El conjunto pucelano ocupa en la actualidad la 14ª posición de la tabla clasificatoria con cuatro puntos en siete partidos y afronta este sábado un encuentro clave ante el Club Peluquería Mixta Friol.
Jimena Vicario estará en el mismo para evitar cualquier gol del contrario. Una campeona del mundo en Segundo de Bachillerato sin techo y que quiere hacer historia en el mundo del fútbol femenino.