Abatida. Destrozada. Sin poder contener la lágrima. No puede ser de otra forma. El pasado 23 de enero la vida de Carmen Rodríguez García cambiaba para siempre, tras conocer el asesinato de su hija, Paloma, y de su nieta, India, de tan solo 8 años.

Un suceso macabro que ha conmocionado en las últimas semanas a la sociedad, no solo de Valladolid o Castilla y León, sino de toda España y que ha vuelto a poner en debate la figura de la prisión permanente revisable para tan atroces sucesos.

En la mañana de este domingo, 5 de febrero, familiares, amigos, políticos y toda la sociedad vallisoletana se unía en la Plaza Mayor de la ciudad del Pisuerga para condenar el terrible suceso, para recordar a Paloma e India y también para pedir la máxima condena de la ley contra David Maroto, el presunto asesino.

Carmen, la madre de Paloma, recibía abrazos y no podía contener las lágrimas antes del comunicado que ha leído su hija María Pinedo y de guardar un minuto de silencio por ambas víctimas.

“¿Qué les puedo decir? Mi hija y mi nieta eran dos personas maravillosas. Mi hija, en un momento determinado, me dijo que había venido a este mundo solo para ayudar y estaba intentando que este chico se desintoxicara. No lo consiguió”, aseguraba Carmen en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León antes del comienzo del acto.

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La madre de Paloma asegura que “hay muchos que beben y no matan” y ha añadido que su hija “había metido en casa al asesino” a la persona que “ha acabado con la vida de ella y de mi nieta”. “¿Qué culpa tenía la niña?”, se pregunta.

“Se ha llevado a las dos de manera espantosa. No tengo palabras para explicar esto”, finalizaba Carmen Rodríguez García, abatida.

María Pinedo, la hija de Carmen y hermana de Paloma, tras estas palabras, ha querido agradecer a todas las personas su asistencia al acto afirmando que “van a pedir justicia para todas las mujeres” con el fin de que “esto no vuelva a pasar”. “Ha sido un crimen demasiado brutal”, ha finalizado.