Encarna atiende a EL ESPAÑOL de Castilla y León

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Valladolid

Jubilada y sobreviviendo con su pensión: “Me he intentado quitar la vida dos veces”

Encarnación Arias está jubilada y consigue salir adelante, mes a mes, gracias a la ayuda de su hijo

13 febrero, 2023 07:00

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En el año 2023, que acaba de arrancar, las pensiones contributivas han subido un 8,5% este año. Las no contributivas, de jubilación e invalidez y la prestación del Ingreso Mínimo Vital lo han hecho, de forma extraordinaria, un 15%. Todo, con el fin de garantizar así el poder adquisitivo de los pensionistas, en base a la evolución del IPC (Índice de Precios al Consumo).

EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León vuelve a desplazarse hasta la Plaza Mayor de Valladolid, tras hablar con José la semana pasada. Un parado que suma 13 años sin empleo. En esta ocasión buscamos a un jubilado o jubilada que nos cuente su historia.

Encarnación Arias Fernández, vallisoletana de 65 años, no puede estar en la concentración de este lunes, pero el presidente de ‘Parados en Movimiento’, Luis González, nos facilita su contacto para poder quedar con ella.

‘Encarna’ trabajó cerca de 10 años como administrativa en una empresa de construcción. Después, tras varios problemas de salud y después de intentar quitarse la vida hasta en dos ocasiones, lucha por una sociedad mejor.

Esta vallisoletana del barrio de La Pilarica que vive en la actualidad en Santovenia disfruta con sus amigas y se considera activista. Hace dos años cobraba una pensión de 550 euros que ha subido ahora hasta 740. Sin embargo, no se conforma y sale a la calle a reivindicarse en busca de una vida mejor.

P.- ¿Cuál es su situación en la actualidad?

R.- En la actualidad vivo gracias a que mi hijo ha encontrado un trabajo bueno y me puede ayudar. El Gobierno actual, este año, me ha vuelto a subir la pensión. Cobraba 550 euros hace dos años. Luego pasé a 685 y, ahora, 740 euros, tras la última subida que ya la hemos notado este mes de enero, gracias al gobierno del PSOE.

P.- Y así salimos adelante…

R.- Doy gracias a mi hijo que todos los meses, si me hacen falta 100 euros, me los da. El teléfono me lo paga también él. Va a comprar y siempre trae algo para mí. Algunas veces siento vergüenza porque no me gusta que me tenga que mantener él, cuando tendría que ser yo la que le ayuda.

P.- Cuando cobraba los 550, ¿Cómo lo hacía?

R.- Cuando cobraba esa cantidad iba a comer todos los días donde mi hija. Lo que sobraba, me lo llevaba a mi casa para la cena. Si no sobraba, me tomaba leche con café por la noche. Nunca me ha faltado la leche ni el pan. Era a lo que podía aspirar con esa cantidad de dinero y pagando 325 euros para la casa. 

P.- ¿Nota mucho la última subida?

R.- Parece que no pero sí se nota.

P.- ¿Puede pagar su vida esos 740 euros?

R.- Mi vida entera no puedo pagarla. El teléfono, como te he dicho, lo paga mi hijo. De gas 300 euros, que también me ayuda mi hijo. Gasto mucho de luz porque duermo con un bypass y oxígeno. Esas máquinas están toda la noche enchufadas. Son dos. Llego a pagar 180 euros, al mes. Si a todo esto le sumamos el alquiler, no da.

P.- Hay que pagar la casa, claro.

R.- Nos alquiló la casa un señor bastante bueno. Éramos muchos los que estábamos desahuciados. Le llamé y hablé con él. Le dije que, por favor, viniera. Hice, delante de él, la cuenta con toda la suma de gastos. Me sobraban 110 euros para comer. Él vio la situación y me dijo que así no podía vivir. Tuvo la hombría, lo que no ha tenido nadie, de cobrarme de alquiler el 10% de mi pensión. 52 euros. Se llamaba Ángel y ha fallecido hace poco. Me dijo que fuera pagándole un poco más en función a las subidas de mi pensión. Gracias a ello, he podido salir adelante.

Encarna en la Plaza Mayor de Valladolid

Encarna en la Plaza Mayor de Valladolid

P.- ¿Cómo recuerda su etapa laboral?

R.- Fue muy bonita. La recuerdo muy bien. Teníamos una empresa de construcción con 80 obreros, entre Berrocal y una obra que teníamos en Almería. Yo era la que se encargaba de los asuntos de los cobros, de los pagos y demás. Administrativa, vaya. Hicimos 42 pisos. Los vendimos todos y lo entregamos antes de tiempo. Lo que ningún constructor hace. Mi hija y yo nos compramos una casa, mi hijo otra. Nos iba bien en la construcción y los obreros eran como de la familia.

P.- ¿Cuándo cambia todo?

R.- Cumplí 50 años y rompí con mi marido. A raíz de esto el dinero se fue esfumando hasta que no quedó nada. Me dio un infarto, con un transplante de célula y era pensionista. Ante esa situación, me he intentado quitar la vida dos veces. Gracias a Dios no lo conseguí y entendí que aunque se pase por malos momentos en la vida, lo que hay que hacer es luchar.

P.- Hablando de lucha, todos los lunes se concentran en la Plaza Mayor miembros de ‘Parados en Movimiento’

R.- Llevo viniendo todas las semanas, desde hace nueve años. He completado marchas reivindicativas. He ido hasta Bruselas para que se respete la Carta de los Derechos Humanos. Se dice que no habrá pagas inferiores al salario básico interprofesional. España no la está cumpliendo. Esto, muchas familias, no lo saben. Por eso se quedan en casa.

P.- Y así no se arreglan las cosas…

R.- No. Tenemos que salir, luchar. Esas madres, chicas jóvenes, que dicen que no les llega el dinero para llegar a fin de mes, tienen que reivindicarse. Nunca he ido a Cáritas a pedir comida.

P.- No es una vergüenza tampoco ir a Cáritas.

R.- No lo es, pero hay que luchar por lo que es nuestro. Por la justicia. No luches para que te den una bolsa de comida. Hay que luchar por nuestros derechos: pan, trabajo y un salario digno. Si saliéramos todos juntos a exigir nuestros derechos, la cosa cambiaría.

P.- Que importantes los derechos…

R.- Sí. Hay que salir a por ellos. Si no se está cumpliendo lo que dice la Constitución hay que denunciarlo. Si estamos cobrando ahora un poco más los jubilados, tenemos que acordarnos del trabajo de Yolanda Díaz, con reuniones y demás. Ha luchado para que podamos vivir más dignamente. Está luchando por nosotros. Tenemos que gritar bien alto para que nos oigan.

 P.- ¿Un sistema injusto?

R.- Lo es. He ido a Madrid, a manifestarme, muchas veces. Hay un compañero que tiene una paga más digna que la mía y siempre me pagaba el billete. El pueblo ayuda al pueblo, siempre.

P.- ¿Qué medidas deberían tomarse para revertir esta situación?

R.- Lo de la subida lineal no me gusta. Al que cobra 2.500 euros, 150 más no le hacen nada. Pero para una persona que cobra 600 euros, llegar a los 900 es la salvación. Podríamos comprar carne y pescado. Sería muy importante cambiar esto.

P.- ¿Cómo ve el futuro?

R.- Mal. Creo que tenemos una generación totalmente perdida. Solo piensan en ellos, en su móvil, en los videojuegos. Solo piensan en eso.

P.- Seguirán concentrándose para exigir derechos en la Plaza Mayor.

R.- Por supuesto. He conocido a mucha gente buena en ‘Parados en Movimiento’ y hay que seguir luchando.