Era de noche. Cenaban pizza congelada y coca-cola en la cocina de la residencia de estudiantes de Hamburgo en la que vivían. Fue entonces cuando a Lorenz Hampl y a Mirco Wiegert, dos veinteañeros con ganas de emprender y que buscaban un negocio divertido y que a la vez les generara un beneficio económico, crearon un nuevo refresco de cola. Corría el año 2002 y echaba a andar una primavera más tarde.
“Se les ocurre que podrían elaborar un refresco mejor que las marcas industriales que copaban el mercado. Arrancaron con un presupuesto muy reducido de unos 7.000 euros. La receta estaba basada en la nuez de cola y la cafeína natural sin aditivos artificiales y las etiquetas que les salían más económicas con sus propias caras en blanco y negro”, cuenta en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León Hugo de la Hera, explicándonos el origen de la Fritz-Kola.
Él es un vallisoletano de 45 años que suma diez en el mundo de la distribución. Creó una pequeña distribuidora de cerveza artesana y tras pasar por otras empresas del sector, hace dos años, decidió abrir Disbeer para especializarse en la cerveza craft y de importación pero incluyendo otros productos como sidras artesanas y Fritz-Kola que, como asegura, encajan “muy bien con el cliente con el que trabajan”.
“La vendo en mi bar desde hace algunos años. La verdad es que, cada vez, la gente la pide más. El que la prueba suele repetir”, nos explica Víctor Morgan, el dueño del Bar Morgan que se ubica en la calle Solanilla 7, en pleno centro de Valladolid.
Una bebida especial
“La Fritz-Kola es menos dulce y con un sabor a cola más intenso que otros refrescos convencionales. El puntito cítrico que tiene también le da un toque más especial. Diría que se parece, del uno al diez, un cinco a la Coca-Cola. Sin embargo, en filosofía de negocio, no se parecen en nada”, asegura Hugo de la Hera.
Mirco y Lorenz crearon un refresco dulce y cargado de cafeína que les proporcionase la energía suficiente para aguantar durante esas largas noches, tanto de estudio, como de fiesta. Una cafeína natural. En el resto de las variedades, porque también las hay de limón o de naranja, destacan los altos porcentajes que contienen de fruta. Llegan, incluso, hasta el 66% en la variedad de manzana bio.
“También es importante el alto compromiso que tienen con el medio ambiente. Desde el embotellado de toda la producción. Lo hacen en botellas de vidrio 100% reciclable utilizando energías renovables para la realización del proceso. También han lanzado varias campañas de concienciación ecológica de gran impacto en Alemania”, confiesa a este periódico el distribuidor vallisoletano.
Un producto que cada día conoce más gente
Él suma un año distribuyendo este curioso refresco. Cada mes ve crecer las ventas. Y eso que Valladolid es una ciudad tradicional que no se caracteriza especialmente por ser muy rompedora ni alternativa. Sin embargo, poco a poco se empieza a ver, cada vez con más frecuencia, la Fritz-Kola en los bares de la ciudad.
“Las ventas varían dependiendo de la época del año. Lo más importante es que se nota que este producto cada vez lo conoce más gente. Pienso que todavía le falta mucho para tocar techo, pero la progresión, desde el año 2003 que entró en el mercado, es imparable”, añade Hugo que ve el futuro del refresco con optimismo.
El principal objetivo que persigue pasa por “alcanzar las ventas que tienen otras ciudades de España” y con paso firme “llegar a conseguir que Fritz-Kola tenga también en Valladolid esa presencia con la que cuenta en muchas grandes ciudades europeas”.
Cada vez en más bares de Valladolid
Víctor Morgan tiene 46 años. Lleva 26 en el mundo de la hostelería. Es el dueño del Bar Morgan, en el centro de la ciudad del Pisuerga, y también, el presidente de la Asociación ‘Más Que Bares’ en Valladolid. Es una voz autorizada del sector hostelero y ensalza el sabor del producto pero también “su elaboración con ingredientes naturales”.
“La vendo desde hace algunos años en mi bar. Con el tiempo está creciendo en los mercados europeos y compitiendo con las grandes marcas que copan el mercado. Es muy difícil que supere a la Coca-Cola, pero lleva una gran progresión”, nos explica el hostelero.
Morgan añade que en Valladolid “se puede encontrar en bastantes sitios” sobre todo en “bares de la zona centro”. Es además optimista con su expansión por la ciudad. Al final, cuando el producto “es bueno, crece la demanda” y “es más fácil venderlo” por lo que “lo será también encontrarlo en muchos más bares”, afirma.
La Fritz-Kola se disfruta y expande por los bares vallisoletanos.