Valbuena de Duero es una localidad vallisoletana que se ubica en la margen derecha del río que le da parte de su nombre. La otra, la de Valbuena, viene de “Valle Bueno”. Está a 43 kilómetros de Valladolid y goza de una privilegiada posición en su situación central dentro del valle. Está alejado, en parte, de la ruta nacional que recorre la N-122, lo que le sirve para ser un lugar tranquilo.
Un pueblo precioso con la Iglesia de Santa María la Mayor del Castillo, de estilo neoclásico y del siglo XVIII, que guarda en su interior unas pinturas murales barrocas en la capilla del cristo de Miravalles, reinando en el lugar. Un lugar que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, cuenta en la actualidad con una población de 411 habitantes.
El Ayuntamiento del municipio pucelano ha convocado un concurso para un contrato de arrendamiento de una vivienda en la localidad para familias con menores en edad de escolarización en las etapas de educación primaria e infantil con el fin de ganar población, sobre todo joven, y salvar su colegio.
Una iniciativa para salvar la escuela
“Esta iniciativa surge a partir del Plan Rehabitare. Utilizamos la ‘Casa del Médico’ como vivienda social para atraer personas a nuestro municipio con el fin de que se empadronen pequeños y mayores. Especialmente lo hacemos para que no se cierre nuestra escuela”, confiesa en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León el alcalde de Valbuena, José Augusto Rodríguez.
La localidad vallisoletana ha convocado un concurso especial. De arrendamiento. Para una vivienda social en el pueblo. Va destinada a familias, fundamentalmente, que cuenten con menores en edad de escolarización. Principalmente, en las etapas tanto de educación infantil como de primaria.
El criterio fundamental de adjudicación será el número y también la edad de estos menores para favorecer el mantenimiento de la escuela que la localidad tiene, y que cuenta en la actualidad, como confiesa el primer edil, con cuatro alumnos. El precio establecido del alquiler se sitúa en los 150 euros al mes y las solicitudes podrán presentarse hasta el próximo 16 de mayo.
“Hasta el momento nos han llamado unas 16 familias que se han mostrado interesadas en instalarse en el pueblo. Soy optimista. Creo que, tras acabar el plazo de recepción de solicitudes, debemos agilizar los trámites para que estas personas se instalen en el pueblo y den más vida al mismo”, añade el regidor.
Características de la vivienda
La vivienda que se sortea está ubicada en la carretera de Renedo a Pesquera, en el número 6. Ha sido rehabilitada recientemente con el programa Rehabitare de la Junta de Castilla y León y cuenta con una superficie total de 188 metros divididos en dos plantas. Cuenta con desván, un pequeño patio y una cochera. También con calefacción que funciona con gasoil.
Cinco habitaciones, dos baños, cocina y salón. En plena Ribera del Duero vallisoletana. A 15 minutos de Peñafiel, que pasa por ser la cabecera de la comarca, y a media hora de la ciudad del Pisuerga. A dos de Madrid.
Un lugar que se caracteriza por haber protagonizado un despegue económico gracias al desarrollo de los sectores, tanto vitivinícola como turístico. Un entorno que resulta ideal para personas que quieren emprender un proyecto de vida en el mundo rural.
Un pueblo con servicios
“El empadronamiento es importante. Es el único ingreso que recibe el Ayuntamiento por parte del Estado. Hay varias personas que viven en Valbuena de Duero pero que están empadronadas en Peñafiel o Valladolid y eso nos perjudica. Necesitamos aumentar el número de empadronados”, añade José Augusto Rodríguez.
El lugar cuenta con servicio médico, dos días a la semana, con una nueva depuradora de aguas, una de las más modernas de Europa a nivel tecnológico como apunta el primer edil e intentan potenciar todo su valor turístico, aderezado con la importancia que el vino tiene en el lugar. También con fibra óptica, algo muy importante en los tiempos que corren.
“El futuro del pueblo, tal y como trabajamos, lo veo bien. Seguimos luchando para mejorar el municipio y la vida de sus habitantes”, finaliza Rodríguez, mientras espera que una familia, con pequeños, se asiente en el lugar para salvar el colegio.