Villalón es un municipio de la provincia de Valladolid que se ubica a unos 70 kilómetros de capital. Es uno de los grandes núcleos de población del norte de la provincia. En la localidad pucelana, de 1.523 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística, apuestan por su comercio local para dar vitalidad al pueblo. Estos pequeños comercios son un tesoro y dan vida.
Hace unos meses, concretamente el 30 de enero de 2023, EL ESPAÑOL de Castilla y León les informaba de que, en el lugar, abría sus puertas un quiosco. Sevi Asenova, su dueña, con sólo 23 años, y que desde los seis llegó a España, abría. Un negocio que quería poner más fácil a los pequeños el hecho de comprar sus chucherías sin tener que desplazarse a otro pueblo cercano.
Ahora, Daniel Paniagua Fernández, de sólo 38 años, se instala en el lugar con su tienda de gafas que lleva por nombre Gafasvan. Él vive en el municipio vecino de Mayorga. La inauguración fue un éxito y este comercio abrió sus puertas el pasado lunes, 15 de mayo, con una gran presencia de vecinos que quisieron estar presentes en el pistoletazo de salida.
Un negocio que arrancó con la pandemia
“Me gustan las cosas sencillas y la tranquilidad. Ir andando al trabajo o al parque. Parar en el bar de siempre y beber un vino con mis amigos. Eso no quita que esté continuamente pensando como hacer crecer mi negocio”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Daniel Paniagua Fernández.
38 años. Está casado y tiene dos hijos. Uno, de sólo un mes. Nació en Mayorga y, tras alguna vuelta, hace tres primaveras se trasladó con su mujer María otra vez al pueblo. Estudió el grado de óptica y optometría en la Universidad de Valladolid y tiene un Master in Business Administration por la EAE Business School – Universidad de Barcelona. Por si fuera poco, ha vivido cinco años en Lima, capital de Perú, con su mujer.
Desde 2020, en tiempos del coronavirus, lleva con su negocio para procurar que los vecinos de los distintos pueblos cuenten con una salud visual óptima. En Mayorga, Villalpando, Villarramiel y Villada. “El negocio es el mismo. Me traslado entre los pueblos con los equipos para vender gafas y audífonos con mi socio Víctor”, asegura.
Ahora, instala un negocio físico en Villalón. Nació en Mayorga, a 25 kilómetros de Villalón. Desde los 14 y hasta los 18, estudió en Villalón. “Conocía a bastante gente ya y sabía de las necesidades que podía tener. Por eso me lancé a instalar mi comercio aquí”, añade nuestro entrevistado.
Todas las facilidades
Gafasvan se sitúa en la calle Rúa, número 27, de Villalón. Se ha inaugurado este lunes, 15 de mayo, a las 12.00 horas con una gran multitud de vecinos y curiosos que han querido desear suerte a Daniel ante el comienzo de su aventura. Ha contado, como él mismo asegura, con todas las facilidades del mundo por parte del Ayuntamiento. “Abrir un local aquí ha sido una decisión fácil después de que lleven apostando por nosotros dos años”, admite Daniel.
“Dentro de los pueblos de la comarca, le pasa lo que al mío. Es de los más grandes, pero está bastante alejado de cualquier capital de provincia. En esas capitales es donde suelen encontrarse tanto las tiendas de audífonos, como las de óptica”, explica nuestro protagonista.
Lo que le ha llevado hasta el lugar en el que se ubica, desde esta semana, ha sido ofrecer un local con mejores condiciones a los clientes en busca de un futuro con más servicios.
El mundo rural
“Veo al mundo rural en su mejor momento. Hablo desde la óptica de alguien que vive en un pueblo de 1.500 habitantes y tiene casi de todo. Guardería gratis, colegio, todo tipo de actividades y comercios varios. En la actualidad yo vivo en una casa con patio y porche. Tengo huerta y piscina y tardo dos minutos al trabajo. Hay muchas necesidades por cubrir pero, por eso, es un muy buen momento”, asegura hablando del futuro de los pueblos de nuestra provincia.
En la inauguración, asegura el dueño de este negocio, los vecinos “le daban la enhorabuena”. “La gente me dice que soy un valiente”, afirma. No entiende el porqué. Añade que “hay que ser valiente para levantarte pronto y subirte 50 minutos en el metro o bus para estar nueve horas en la oficina” y “repetir el viaje de vuelta” para “después pagar el 50% del sueldo en un piso y 400 de guardería o una caña a 3,5 euros”.
Añade que su negocio “es igual” al de los pueblos “de toda la vida”. Explica que “no puedo sentarme en mi tienda en un pueblo con 1.500 habitantes y esperar a que entre gente”. “Me muevo por muchos pueblos para llegar al mayor número de personas posible”, añade.
“Veo, a través de mis gafas, un futuro prometedor”, asegura el protagonista de esta apertura que apuesta por los pueblos y dar servicio a estos en tiempos en los que el concepto de España vaciada está más de actualidad que nunca.