El pasado sábado, 15 de abril, el alcalde de Valladolid y candidato socialista a la reelección, Óscar Puente, prometía dotar a la ciudad de un “gran centro de ocio acuático” que, en principio, se instalaría en la parcela de Pinar de Jalón, aquella en la que el Real Valladolid descartó montar una ciudad deportiva que ha estado en el candelero toda esta semana en la polémica que ha mantenido el alcalde en funciones con el propietario del Real Valladolid, Ronaldo Nazario.

Ahora que parece que el proyecto está descartado, respiran más tranquilos en la carretera de Alaejos con Toro, concretamente en el kilómetro 17, lugar en el que se ubica, dentro del término municipal de Castronuño, el Complejo Acuático Gran Florida que lleva abierto desde el año 1972, hace ya más de 50 veranos. 

“Me sorprendió el anuncio. Creo que era un caprichito político de Óscar Puente para ganar votos. Menos mal que ha perdido porque defendía que si salía lo hacía sí o sí”, nos cuenta, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Laura Martín. Ella, junto a los hermanos Poncela, son los dueños ahora del complejo acuático que se ubica en el pueblo vallisoletano.

A sus 44 años, y con 16 veranos al frente de este negocio familiar, pone ya todo a punto para que a finales del mes de junio vecinos y turistas disfruten de los toboganes y el mayor encanto del lugar, ahora que el calor se aproxima.

Los años dorados de un gran negocio familiar

“El negocio lo ponen en marcha mis abuelos: Mariano Poncela y Marcelina Gómez. Lo hacen con toda la ilusión del mundo. Fue en el año 1972 y eran las primeras piscinas de la provincia de Valladolid, cuando funcionaba la playa de Castronuño y se ponía hasta arriba. Mi abuelo tuvo la idea y funcionó. Han trabajado mucho hasta que se jubilaron”, asegura Laura, en declaraciones a este periódico.

Desde 1972 lo gestionaron sus abuelos, hasta 1996. Ahí fue cuando cedieron el negocio a sus hijos: Mariano Poncela y Benito Poncela. Precisamente en ese 96 es cuando se hace el primer tobogán. El segundo en 1998 con una ampliación del complejo ese mismo año. En el 2019 se instaló también el último de ellos, el tobogán de tubo de, ni más ni menos, que 70 metros. 

Desde el 2007, nuestra entrevistada junto a los hermanos Poncela cogen las riendas. Y desde ahí, hasta este 2023 viene firmando una labor encomiable en la que las dos palabras más destacadas que definen su labor son: trabajo y sacrificio”. A sus 44 años, la de Castronuño tiene muy claro que quiere continuar con el legado familiar y seguir impulsando un negocio que marcha viento en popa y a toda vela, junto a los hermanos Poncela.

El Complejo Acuático Gran Florida en Castronuño Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Disfrutando del negocio

“Mucha gente mayor del pueblo ha aprendido a nadar aquí. Además, quiero resaltar que somos de los pocos lugares que cuentan con una fuente en su piscina grande que está operativa. Mucha de esta gente mayor de Castronuño se emociona viendo esta fuente y recordando sus tiempos más mozos. Yo disfruto mucho del negocio y de generar ese sentimiento de nostalgia entre la población”, afirma Laura, sumamente orgullosa.

La dueña del complejo, junto a su marido, ya pone a todo a punto para que abrir sus puertas, en principio, el próximo 28 de junio. Cerrará el 3 de septiembre. Estará abierto, durante estos poco más de dos meses, de 12 a 20 horas todos los días. El precio, de lunes a viernes, es de 6 euros para niños de hasta 11 años y de 12 en adelante, de 7 euros. Los domingos y festivos el precio para los más jóvenes es de 8 euros y de 9 para adultos.

“Aquí pueden pasárselo en grande tanto los más pequeños como los más mayores con nuestra piscina y toboganes. Además, tenemos parking gratuito para dejar el vehículo y contamos con oferta de restauración para comer también aquí. Platos combinados, pasta, ensaladas o hamburguesas, a precios asequibles”, explica Laura.

Instalaciones del Complejo Acuático Gran Florida Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

El macroparque acuático de Óscar Puente

El anunció, allá por el mes de abril de Óscar Puente, de crear un gran macroparque acuático en Valladolid capital sorprendió a nuestra entrevistada que lo define como “un capricho político para ganar votos”. Asegura, con ironía, que “menos mal que no va a ser alcalde” para que este proyecto no afecte al suyo a la hora de perder clientela.

“A Valladolid le sobran piscinas. Es mejor que ceda terreno para viviendas sociales, no para una gran macroparque acuático. Si ese proyecto hubiera ido para delante nos habría hecho un daño tremendo, tanto a nosotros como a los pueblos de la provincia de Valladolid y los que se acercan hasta sus piscinas”, añade nuestra entrevistada.

Tras esto, Laura Martín junto a los hermanos Poncela se centra en lo suyo. En poner todo en marcha para volver a tener una gran campaña de verano. Mira al cielo para que las lluvias no hagan de las suyas y para que sus clientes más fieles les visiten otro año más.

 

 

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