Pasear por Valladolid significa disfrutar con los cinco sentidos. Sus calles, monumentos, museos, edificios e incluso parques te hacen sentir su magia. Pero si algo llama especialmente la atención de los turistas es el gran jardín que hay en pleno corazón de la ciudad del Pisuerga. Un espacio repleto de vegetación.

Se ubica en el Paseo Isabel la Católica y en él puede disfrutar de un paisaje espectacular que embelesa a los visitantes. Su nombre original es La Rosaleda Francisco Sabadell, aunque los pucelanos lo conocen como La Rosaleda.

El jardinero catalán que le dio nombre llegó a Valladolid a finales del siglo XIX, de la mano de su tío Ramón Oliva, para poder remodelar el Campo Grande. En 1945, Francisco Sabadell asumió el encargo de construir esta rosaleda sobre la zona arbolada y de paseo. Encargándose así de conectar los paseos de Las Moreras y del Espolonón Nuevo.

La Rosaleda

El diseño es toda una joya. Cabe destacar que este proyecto tiene pinceladas del Campo Grande. Por ejemplo, la entrada principal de la rosaleda y la puerta de trasera del paseo del Príncipe del Campo Grande. Ambas tienen dos columnas rematadas por leones sentados que sostienen el escudo de Valladolid.

Cuenta con más de 35.000 metros cuadrados repletos de todas las variedades españolas de rosas que aportan un aroma único a los viandantes. Además de esta planta que provoca un mar de colores en el centro de la ciudad, también destaca el mobiliario urbano como asientos de piedra o una gran farola formada por un pedestal de cerca de dos metros.

La Rosaleda

Sin duda lo que más destaca son las pérgolas realizadas con columnas de piedra artificial recubiertas con especies de rosales trepadores. Suelen decir que las rosas rojas simbolizan amor, pasión, admiración, belleza y cariño, y las blancas son pureza, la elegancia y la tranquilidad. Aunque en este lugar mágico las hay de todos los colores, para que todo el mundo se pueda sentir representado. 

La Rosaleda

Esta es La Rosaleda más conocida para los vallisoletanos y, quizá, muchos no saben que hay otra en la ciudad. La saga familiar se encargó de cuidar los parques municipales de Valladolid durante décadas, pero también en Bilbao o Palencia.

Fue Andrés Sabadell García quien se animó a diseñar los parques Ribera de Castilla, Canterac o Fuente del Sol. Una labor que le otorgó en 2006 que la segunda rosaleda llevara su nombre poco después de fallecer.

Esta se encuentra en el parque Ribera de Castilla. En concreto, al final de la calle del Soto, en el tramo comprendido entre los puentes Cabildo y Condesa Eylo. Andrés Sabadell fue especialista en rosales reconocido a nivel internacional y fue el mismo quien se encargó de seleccionar las variedades que forman el jardín.

Cabe destacar la cercanía de La Rosaleda (ubicada en Poniente) con la Playa de Las Moreras. Un espacio que se instaló en 1951 junto al río Pisuerga. Un espacio en el que los ciudadanos aprovechan para disfrutar los rayos de sol y disfrutar de un gran ambiente playero sin tener que moverse.

La Rosaleda