La boda de Tamara Falcó con Íñigo Onieva, que tendrá lugar el próximo 8 de julio, está dando que hablar y no precisamente en el buen sentido. Primero fue la ruptura, una vez consiguieron arreglarlo llegó la polémica con su vestido, tras pedirle a la que iba a ser su diseñadora que imitara uno que había visto, y ahora llega el drama con las joyas.
Este pasado viernes saltaban todas las alarmas nuevamente en torno al enlace nupcial. Y es que dos joyeros vallisoletanos, que serán los que le hagan brillar en ese día, eran asaltados cuando viajaban en un vehículo por la autovía A-6.
Al parecer, el robo se producía tras una reunión con Tamara Falcó cuando regresaban a la ciudad del Pisuerga. Según la información adelantada por Nacho Abad, tres personas se bajaban de un coche que se hacía pasar por un vehículo de la Guardia Civil y los asaltaban. Uno de ellos tenía un cuchillo y con él pinchó las ruedas del turismo de los joyeros, y el segundo sacaba una pistola y disparaba varias veces al aire.
En él maletín había collares, pendientes, brazaletes y pulseras. Todo ello valorado en unos dos millones de euros. Sin embargo, todo ha sido una falsa alarma, porque no son las joyas de la boda de la marquesa de Griñón las que han robado. Desde Del Páramo Joyas Vintage han asegurado a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León que no darían declaraciones puesto que están dejando en manos de la Policía el asunto, y que así se lo han pedido sus abogados.
Sin embargo, por redes sociales sí que han querido mandar un mensaje para negar "rotundamente" que sean las joyas de la boda de Tamara Falcó las que han robado. "Esperamos que con esto se deje de especular", añadían.
Parece que la boda está un poco gafada y que Tamara Falcó no va a dejar de sufrir hasta el último momento con tanto contratiempo. Al final, todo ha quedado en un susto para la marquesa de Griñón, aunque no para los joyeros vallisoletanos que están a la espera de que la investigación dé sus frutos y logren localizar a los autores del robo y las pertenencias.