Entre el lunes y el miércoles de esta semana Valladolid se ha convertido en el centro neurálgico de Europa. Todos los ojos del continente han estado puestos en la ciudad del Pisuerga que ha acogido una transcendental cumbre: el primer Consejo de la Unión Europea de la Presidencia española –estrenada el pasado 1 de julio– en materia de Medio Ambiente y Energía, dos ámbitos fundamentales en la situación geopolítica actual, con la problemática de la crisis climática y las consecuencias de la Guerra de Ucrania. Valladolid ha sido la ciudad elegida, pues, para la puesta de largo de un mandato español clave y que, además, ha coincidido con la campaña electoral para las elecciones generales del próximo 23 de julio.
Los ministros de Medio Ambiente y Energía de los 27 estados miembros de la UE –además de los de los países externos invitados: Noruega, Islandia y Suiza– han hecho acto de presencia en una ciudad blindada con medidas policiales inusuales en el día a día de la urbe castellana y han debatido, durante estas tres jornadas, cuestiones de primer nivel en los dos enclaves privilegiados escogidos para la ocasión: el Museo del Patio Herreriano y la Cúpula del Milenio de la ciudad.
Entre ellas, han destacado el avance en energías limpias y renovables, la transición eléctrica y la reforma del mercado europeo, la sostenibilidad o la protección y restauración de los suelos de los países de la Unión, entre otras materias. Unas reuniones a las que han asistido también miembros de primera línea de la Comisión Europea, como su vicepresidente, Frans Timmermans, la comisaria de Energía, Kadri Simson, o el de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius.
El Consejo de Medio Ambiente y Energía de la UE ha dejado entrever de forma clara la voluntad de los estados miembros de la Unión en avanzar en la implementación de energías limpias –con el reto marcado por la comisaria de Energía de "triplicar el despliegue de renovables" para 2030– trabajar para proteger y restaurar los suelos y buscar una transición eléctrica "justa". Unas jornadas que han coincidido, además, con la aprobación in extremis este miércoles en el Parlamento Europeo de la Ley de Restauración de la Naturaleza, una norma celebrada tanto por la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, anfitriona del evento, como por los responsables de la Comisión presentes en el mismo.
Un calendario "viable" para la Euro7 y una transición justa
La vicepresidenta tercera del Ejecutivo estrenó el Consejo de la UE este lunes en Valladolid haciendo un llamamiento a la aprobación de un calendario "viable" para la normativa viable y una transición "justa" para el sector del automóvil. Un llamamiento de especial calado en una comunidad autónoma en la que el sector de la automoción supone más del 22% del PIB industrial. "Hay que ver cómo gestionar el calendario para que toda la orientación del sector del automóvil no se quiebre como consecuencia de un calendario que no encaje bien", aseguraba Teresa Ribera.
Además, Ribera mostraba su apoyo a una "salida coordinada" de la Carta de la Energía aunque recordaba que la decisión final correspondería a los ministros de Comercio de la UE. Después de una intensa mañana de trabajo, la propia Ribera y el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, hacían un llamamiento público al Parlamento Europeo a que aprobara la Ley de Restauración de la Naturaleza en su votación de este miércoles, unas súplicas que fueron escuchadas ya que la norma finalmente salió adelante. Además, Sinkevicius recordaba que en el caso de que la Cámara no diese el visto bueno al texto no habría "una nueva propuesta".
Timmermans y Ribera apuestan por la movilidad verde
En la jornada del martes, la vicepresidenta, acompañada del vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, hizo un alegato en favor de la movilidad "verde" y Timmermans añadía que "mejorar la calidad del aire no es de izquierdas o derechas", apuntando que "va en beneficio de todo el mundo". Además, el vicepresidente de la Comisión mostraba su apoyo al fomento del "transporte en bici" y alertaba de los peligros a largo plazo de la "mala calidad del aire".
Ribera aprovechaba también para volver a insistir en su reivindicación de una transición "justa" y apostaba por aplicar "políticas de incentivos regionales". Unas horas después, tras las reuniones de la tarde el martes, la vicepresidentea reconocía que el sentir de los ministros sobre los objetivos de París es que "se está lejos de su cumplimiento" y destacaba la importancia de "reforzar la acción". "Pasa por reducir emisiones para que la temperatura media del planeta este por debajo del 1,5 por encima de la temperatura preindustrial", detallaba, destacando la segunda ola de calor del verano por la que atravesaba España durante los días de celebración del Consejo.
Además, añadía que en la COP28, que se celebrará en los meses de noviembre y diciembre, las naciones de la UE intentarían desempeñar "el mejor papel" para "tender puentes" con los países de la OCDE, emergentes y "los más vulnerables" al cambio climático. Todo ello sin desviar el foco del objetivo común de extender las energías renovables y acabar con "cualquier tentación" de invertir en combustibles fósiles en la Unión Europea.
La reforma del mercado eléctrico y la extensión de las renovables
En la última jornada del Consejo, celebrada este miércoles, Ribera urgía a los estados miembros a "ceder posiciones" para consensuar la reforma del mercado eléctrico europeo antes de que empiece el año 2024. La vicepresidenta tercera prometía, además, que España jugaría un papel de "facilitador" entre las diferentes posturas "para lograr un texto lo más consensuado posible".
La vicepresidenta tercera destacaba, además, la necesidad de que ningún estado miembro pudiese oponer una frontera "a la necesidad de contar con un sistema seguro" para el conjunto de Europa y hacía hincapié en que las interconexiones son "claves" para descarbonizar de la forma más efectiva. Unas jornadas que giraron en torno a la relevante cuestión de las materias primas críticas, ante el aumento de la demanda de litio y cobalto, y el reto de conseguir los objetivos de ahorro y eficiencia energética en el seno de la UE.
La comisaria de Energía, Kadri Simson, y la vicepresidenta, pusieron la guinda a estas tres jornadas cruciales que han tenido lugar esta semana en Valladolid. Ambas celebraron la aprobación, el mismo miércoles a mediodía, de la ansiada Ley de Recuperación de la Naturaleza y Ribera la definía como "una afirmación en favor de la vida". Simson, además, destacaba el objetivo es que la parte de las renovables llegue a un 80% en 2050 y de que la flexibilización del sistema eléctrico aumente hasta un 30% para 2030. "Hemos tenido un debate sobre como facilitar la obtención de permisos para las renovables, todos reconocemos la importancia de la cooperación regional", añadía.
Ambas dirigentes ponían el foco también en la COP28 de noviembre, señalando que puede ser la "última oportunidad" de que los estados actúen "juntos" contra la crisis climática y mostraban el consenso alcanzado entre los ministros reunidos en la ciudad del Pisuerga para "redoblar esfuerzos" para mejorar la competitividad en energías limpias. Tres días cruciales e históricos en los que todos los ojos de Europa estuvieron puestos en Valladolid.
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