El grito de auxilio de la granja escuela de Villalba de los Alcores: cinco macroparques renovables amenazan su supervivencia

El grito de auxilio de la granja escuela de Villalba de los Alcores: cinco macroparques renovables amenazan su supervivencia RRSS Las Cortas de San Blas

Valladolid

El grito de auxilio de la granja escuela de Villalba de los Alcores: cinco macroparques renovables amenazan su supervivencia

Por la granja pasan 10.000 niños cada año | “Tras 20 años intentando hacer las cosas de otra manera, la Granja Escuela las Cortas se ve amenazada y rodeada precisamente por lo que lleva tanto tiempo luchando contra ello”

17 julio, 2023 10:02

Por la granja escuela Las Cortas de San Blas, en Villalba de los Alcores (Valladolid) han pasado miles de escolares y familias a lo largo de sus 20 años de existencia. Fue una de las pioneras del ‘boom’ de pequeñas explotaciones agrarias que decidieron, en su día, poner sus instalaciones al servicio de la educación medioambiental y el amor por la naturaleza y el campo para enseñar a los más pequeños la esencia del mundo rural, en una sociedad cada vez más urbanita. En sus instalaciones los niños pueden montar a caballo y convertirse en granjeros por un día, o por un fin de semana, una experiencia de la que salen con otra visión de nuestros pueblos.

Hoy, Ricardo y Pady Miranda, propietarios de este idílico oasis en la comarca de los Montes Torozos, rodeado por encinas y quejigos, y por una interminable extensión de campos de cultivo, lanzan una llamada de auxilio y denuncian que más de 900 hectáreas de suelo fértil serán ocupadas por el Proyecto Navabuena Solar de producción de energía fotovoltaica. Pero “lamentablemente no es el único que amenazada con la actividad que llevan desarrollando en la conocida Granja Escuela Las Cortas de Blas, ya que a este proyecto se le suman otros tantos como Pegaso Solar, Andarríos Solar y la Mudarra I y II entre otros, que ocupan más de 2.000 hectáreas”.

10.000 niños al año, ganadería y quesería artesanal

Ambos lamentan la “falta de planificación, participación y criterios ambientales en la instalación de estos macroparques de renovables”. Por la granja pasan 10.000 niños cada año, pero Las Cortas de San Blas también tienen explotación agroganadera y la quesería artesanal Las Cortas. Ricardo y Pady temen por el futuro de su negocio, ya que estos proyectos afectarán directamente al entorno donde desarrollan sus actividades de educación ambiental, pastoreo y producción agrícola.

“Alta preocupación por otros impactos aparte del paisajístico, pérdida de biodiversidad, altas temperaturas debido a las radiaciones de las placas solares, pérdida de suelto fértil y otras posibles afecciones al ganado y a la salud, como ya hemos visto hace poco en la granja de conejos Potosí, ubicada en Valverde de Campos”, señalan.

Según asegura Ricardo Miranda, el Ayuntamiento de Villalba de los Alcores está dispuesto a conceder el cambio de uso excepcional a la instalación fotovoltaica Navabuena, después de haberle entregado 168 firmas de personas presentando alegaciones hechas por la Asociación SOS Montes Torrozos, lo que corresponde al 45% de la población del término municipal.

Amenazada por lo que lleva tanto tiempo luchando contra ello

“No podemos permitir que se sacrifique la mitad del suelo cultivable del municipio para implantar plantas fotovoltaicas y encima se considere este cambio de uso masivo como un cambio de uso excepcional. Tras 20 años intentando hacer las cosas de otra manera, intentando demostrar que tanto la educación, como la agricultura, ganadería y la gestión del territorio se hagan de una manera sostenible, la Granja Escuela las Cortas se ve amenazada y rodeada precisamente por lo que lleva tanto tiempo luchando contra ello. Y no estamos hablando de las energías renovables en sí, sino de la masificación de las mismas sin tener en cuenta los valores ambientales, culturales y sociales de la zona, solo por el beneficio de grandes corporaciones. Ejemplo de ello es que La Explotación Cortas de Blas produce la mitad de la energía que consume con paneles fotovoltaicos ubicados en el tejado de sus instalaciones”, añade Ricardo Miranda. A ambos sólo les queda la esperanza de que las alegaciones y la movilización social que están realizando junto con la Asociación SOS Montes Torozos sirvan para poner algo de cabeza a toda esta nueva forma de colonización del mundo rural. “Renovables sí, pero no así”.