Parasoles con historia, impactantes y vistosos para combatir el calor en un pueblo vallisoletano

Mojados es un municipio vallisoletano que se sitúa a unos 25 kilómetros de la capital. Allí nos encontramos con dos imponentes templos en forma de iglesias como son la de San Juan y la de Santa María. En la actualidad cuenta, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), con 3.312 habitantes y multiplica el número en temporada estival.

Precisamente hablando de verano y para esta época, el Ayuntamiento de Mojados ha lanzado una brillante iniciativa para dar una nueva vida a las bolsas de plástico en forma de parasoles. Todo para dar cobijo, en las calles centradas del pueblo, tanto a vecinos como a turistas, y para cubrir la localidad con estas impactantes y vistosas obras de arte improvisadas.

El inicio de una gran idea

“A raíz de viajar bastante a Extremadura, vi en varios municipios que en sus calles adornaban con toldos o parasoles sus calles más soleadas y la verdad es que me encantó. Cumplen su función a la perfección para parar el sol. Cobijan a las personas y adornan el pueblo con colores vistosos”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León Victoria Paunero.

La concejala del Área de Medio Ambiente, Servicios Sociales y Desarrollo local en el Ayuntamiento de Mojados, apunta además que lo que más le llamó la atención era que se trataba de las propias mujeres del pueblo las que eran “las encargadas de decorar o reparar los parasoles dañados, año tras año”.

Parasoles cartel

Por ello, estas componentes de la Asociación de Mujeres El Salvador de Pasarón de la Vera, en Cáceres y dentro de Extremadura, han sido las encargadas de enseñar a la Asociación Luisa Sanz de Mojados los conocimientos, para que posteriormente, desde la localidad vallisoletana, se involucren más personas y se consiga involucrar a más gente para adornar, de forma vistosa, las calles más estrechas del lugar.

“Lo que esperamos, con esta propuesta, es que la gente aprenda la técnica de tejer en XL parasoles con bolsas de plástico y, así, poder crear diseños únicos con colores y adornar algunas de las calles más estrechas y antiguas de Mojados”, añade nuestra entrevistada.

Parte de uno de los parasoles

Bolsas de plástico transformadas en arte

Los talleres para realizar estas piezas ya comenzaron el martes, 1 de agosto. Se prolongarán tanto los martes, como los jueves, de 21.00 a 22.00 horas, aunque está abierto a que pueda ser ampliado a invierno. Todo dependerá de la participación. Se propone como lugar el Centro Social del municipio.

“Los parasoles están hechos con bolsas de plástico. La típica que te dan en los supermercados valdría. Las de basura, también. En general, tirar de estas bolsas que vamos a tirar para que se puedan usar de nuevo. Darlas una segunda vida”, añade Victoria Paunero.

De momento, desde el Ayuntamiento de Mojados están satisfechos con la acogida y la ayuda de los vecinos que se han volcado para adornar con estas auténticas obras de arte las calles de la localidad pucelana. Todo con el fin de ser instalados en el lugar.

Así quedaban los parasoles en el pueblo extremeño