Jaime Fernández (Valladolid, 58 años) responde a la llamada de EL ESPAÑOL de Castilla y León atareado. Lo hace en un resquicio de tiempo, entre reunión y reunión, completando lo pertinente para que la Feria de Día eche a andar este viernes, en Valladolid, ante el comienzo de las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo.

El pucelano, suma ya más de siete años al frente de APEHVA, la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Valladolid. Es optimista de cara a que la Feria de Día funcione este año y niega polémicas con respecto al precio del pincho más bebida para estas fiestas que se ha fijado en 3,50 euros de máximo.

P.- Dos años después de que volviera a coger el cargo tras su paso por la presidencia entre 2012 y 2017, ¿Cómo está APEHVA?

R.- La asociación está bien. Muy asentada. Con un gran trabajo y mirando hacia delante. Estamos contentos con la respuesta de los empresarios que están confiando en nosotros. La prueba está en todas las actividades que hacemos. Contamos con su apoyo.

P.- ¿Hay menos tensiones internas ahora, bajo su mandato? Se vivieron momentos muy duros hace dos años.

R.- Desde que entré no ha habido tensión alguna. Todo ha sido muy tranquilo y sin ningún tipo de problemas. Todos hemos tirado del carro de la misma manera.

P.- ¿Qué destacaría de estos más de dos años de gestión?

R.- El gran trabajo que se realiza en la Asociación de Hostelería. La gente no ve todo el esfuerzo y todo lo que se hace por y para el empresario.

P.- ¿Qué mejoraría Jaime Fernández?

R.- Estatutos, que en ello estamos e intentar llegar a los asociados de todos los sitios.

P.- ¿Cómo afronta las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo en Valladolid?

R.- Con ilusión. Creo que los hábitos de consumo han cambiado. La gente lo que quiere es disfrutar como se demuestra cuando son las fiestas de cualquier ciudad de España. Estoy seguro y convencido de que Valladolid no va a ser menos.

P.- ¿Cómo ve la Feria de Día? Van a ser 81 los establecimientos que van a participar. ¿Es un éxito?

R.- 81, efectivamente. Está bien. La Feria de Día se ha demostrado que pasa por ser de los principales atractivos de las fiestas de Valladolid y va a seguir siéndolo. Cuando acabemos esta edición habrá que prepararse para mejorar de cara a la siguiente como hacemos todos los años.

P.- De nuevo se van a poder ver casetas en zonas en las que el año pasado no estaban.

R.- Se han vuelto a colocar en Santa Cruz y también en María de Molina.

P.- De nuevo ha habido polémica por el precio del pincho. 3,50 de máximo. ¿No lo ve desorbitado?

R.- Valladolid es una de las ciudades que tiene el pincho más barato de España. La prueba está en que, en Santander, este verano, han puesto el precio en cuatro euros, la bebida más la tapa. Creo que no ha habido polémica. Las subidas en el sector eléctrico y de las materias primas hacen que no quede más remedio. Se pone un precio máximo de 3,50 para que el empresario busque la mejor oferta que pueda considerar.

P.- El año pasado estaba en 3,20 euros y en 2019, en 2,80. ¿No cree que se está subiendo demasiado?

R.- Creo que no. Si nos fijamos en la subida de precio que estamos sufriendo. El aceite un 80%, la materia prima y los suministros. Solo hay que comprobarlo a la hora de ir a hacer la compra.

P.- ¿Qué le dicen los profesionales? ¿Van a cobrar 3,50 euros por el pincho y la bebida?

R.- No me han comentado nada. Cada uno, en función a las características de su caseta hará una oferta u otra.

P.- ¿Hay falta de personal para la Feria de Día?

R- La Feria de Día es menos problemática porque, sobre todo los estudiantes, sí quieren trabajar estos diez días. Otra cosa es el día a día y el mes a mes.

P.- Objetivo y deseo mirando a estas Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo.

R.- El objetivo pasa por conseguir que el tiempo nos respete durante las fiestas. Hemos pasado de mucho calor a unas temperaturas más bajas y dicen que viene una Dana. Esperemos que el pronóstico cambie. Después, que sean unas ferias en las que gente salga a disfrutar. Que se olviden de los problemas que tenemos. Se demostró en la pandemia que lo que hay que hacer es vivir y disfrutar.