El pasado lunes, 9 de octubre, se celebraba en el Centro Cívico de las Delicias una reunión en la que participaba el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, para dar información sobre el nuevo centro de refugiados en la parcela que se ubica en la calle Dulzaina, delante del Hospital Río Hortega de Valladolid. En ella participaron los vecinos de Delicias y de la zona Nueva Hospital, para mostrar su rechazo frontal al proyecto.
“La reunión, que pretendía ser una asamblea informativa, finalmente no pudo serlo. Todo gracias a que había mucha gente que traía la idea preconcebida. Parte de la explicación que traía el Ministerio se quedó en el tintero. Lo que es una verdadera pena. El Ministerio iba a explicar que es un centro de refugiados, haciendo la diferenciación, y definiendo quién puede o no ser refugiado”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Alicia Villar, la subdelegada del Gobierno en Valladolid.
Anualmente se reciben multitud de solicitudes para que una persona cumpla con la definición de refugiado y “el 70% son desestimadas”, apunta nuestra entrevistada que quiere dejar clara la definición de centro de refugiados.
“El refugiado es una persona que huye de cualquier tipo de persecución por motivo religioso, una guerra, política, diferencia de criterio, que afecta a la persona y a la familia”, añade Villar. El fallo a la hora de entender el concepto ha sido claro en este conflicto. Los vecinos que rechazan el mismo, creen que se trata de un, como ellos mismos definen, centro de inmigración, cuando el concepto y la finalidad de dicho proyecto es distinto.
“Hay una desinformación generalizada. En la asamblea se pretendía informar a los vecinos de que es un centro de refugiados y explicarles las características de estos refugiados, pero no pudo hacerse. Es muy difícil. Más que dudas, mostraron reivindicaciones. La asamblea quedó deslucida”, añade la subdelegada del Gobierno en Valladolid.
Las reivindicaciones, apunta nuestra entrevistada, por parte de los vecinos, “deben hacerla a administraciones como la Junta, no al Ministerio”. El Ministerio “trae un proyecto que está financiado por Fondos Europeos finalistas”. Este dinero que se destinaría a la construcción del centro de refugiados “solo se puede aplicar a este proyecto”.
El Ministerio, en caso de que la construcción del centro no se haga en Valladolid después de la decisión del Ayuntamiento que será el que tenga que decidir si sí o si no, porque fue “el que ofertó la parcela”, se hará en otro lugar.
“Valladolid perdería la inversión que son 17 millones de euros. No solo es centro de refugiados, sino también otra serie de servicios que se darían alrededor del centro para uso y disfrute de los vecinos. Si no hay centro de refugiados, tampoco se va a construir ningún complejo deportivo, piscinas y demás. Va como consecuencia de la construcción del centro”, añade Alicia Villar.
El Ministerio continúa queriendo realizar este proyecto en tierras pucelanas, pero todo depende de la decisión del consistorio. Se hizo una cesión en precario, el 7 de octubre del año pasado por parte del Equipo de Gobierno anterior, y ahora el nuevo, conformado por PP y Vox, tiene que decidir si la cesión “pasa a ser de pleno derecho” y se materializa el proyecto.
“Al hacer la cesión en precario, desde el Ministerio se hace un estudio y un proyecto básico para la viabilidad de la parcela. Para conocer el terreno y avanzar. En caso de que se produzca esa cesión de pleno derecho, empezar ya con la edificación”, añade la subdelegada.
Si el Ayuntamiento de Valladolid decide continuar con el proyecto las obras podrían comenzar pronto. El plazo máximo para decidir es octubre de 2024. Todo dependerá ahora de la interlocución que realicen el consistorio y el propio ministerio.
“No va a haber ningún gueto”
Los vecinos de Delicias y de la zona de Nuevo Hospital, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, aseguraban que con la llegada del centro, el barrio “se convertiría en un gueto”. Ellos no son contrarios a este centro, sino a su ubicación en el lugar.
“No va a haber ningún gueto. Creo que es totalmente falso porque la diferencia que existe entre un centro de refugiados y un centro de inmigración es totalmente distinta. Son personas que vienen aquí, están 18-24 meses, aprenden el idioma, homologan títulos y se dedican a la misma actividad que en su país de origen”, finaliza la subdelegada del Gobierno en Valladolid.
Alicia Villar añade que “la relación con los vecinos” en otras ciudades de España en la que existen este tipo de centros, “es buena”. “Es un paso intermedio para reanudar su vida tras pasar por un país que le facilita su reinserción”.
En busca de una decisión final
En la inauguración de la nueva Plaza en la Ciudad de la Comunicación, el concejal de Urbanismo y Vivienda en el Ayuntamiento de Valladolid, José Ignacio Zarandona, que estuvo presente en la reunión del pasado lunes, ha explicado ante los medios cuál es la idea del consistorio vallisoletano.
“La reunión fue poco edificante. Todo el mundo puede tener su opinión, a favor o en contra. No se pueden perder las maneras. Hay personas radicalmente en contra a la instalación, pero se desautoriza el que pierde las formas. Ese enfado que preside nuestro día a día. Hay que rebajar la tensión en todos los ámbitos”, ha afirmado el edil.
El concejal ha hecho una llamada a la reflexión y ha afirmado que “no tardaremos en tomar una decisión como corporación” que en este momento “no está tomada”. Ha añadido que tendrán en cuenta la opinión de los vecinos. “Cuando las cosas se demoran, es peor”, ha afirmado.
No hay fecha concreta de reunión del Equipo de Gobierno, aunque podría tener lugar en las próximas semanas.
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