Ahora que llega el puente de diciembre, la provincia de Valladolid es un destino perfecto para disfrutar en compañía de la familia y también con los amigos. Sobre todo, de las opciones que proponen los nueve centros turísticos que se distribuyen por todo el territorio provincial.
Desde el año 1999, con la apertura del Museo Provincial del Vino, la Diputación de Valladolid ha venido desarrollando una red de centros turísticos, con el objetivo de ayudar, por un lado, a dinamizar la economía de las diferentes zonas de la provincia y, por otro, aprovechar diferentes recursos patrimoniales.
El Museo del Vino. El Museo del Pan. El Canal de Castilla con la Villa del Libro de Urueña, el Museo de las Villas Romanas, la Finca de Matallana, el Valle de los Seis Sentidos y el Castillo de Fuensaldaña, conforman el elenco de la oferta turística que tiene, como líneas comunes la apuesta por un turismo dirigido, fundamente a un público general y también familiar.
Un total de ocho centros turísticos para disfrutar en un buen fin de semana o en ese puente de diciembre que tendrá lugar la próxima semana.
El Museo del Vino, una delicia para ensalzar los mejores caldos en Peñafiel
El Museo del Vino de la provincia de Valladolid se ubica en el corazón de la Milla de Oro del Vino, dentro de la provincia, en un lugar inigualable para conocer la historia del lugar en una fortaleza inigualable a través de la que se puede también saber más de la riqueza enológica de la provincia pucelana.
También se pueden realizar visitas al museo para conocer de cerca la fascinante y compleja elaboración de los distintos caldos. También de los elementos y herramientas que lo hacen posible. Se encuentran representadas, además, todas las denominaciones de origen de Castilla y León.
Además, se encuentra ubicado en un cerro que resulta estratégico para admirar los valles del Duero, el Arroyo Botijas, y del Duratón. La visita al Museo se completa con la visita integral al castillo. Una fortaleza que ha sido recientemente reformada. Ahora sí que se puede ya recorrer, de forma íntegra, todo el perímetro con 210 metros de largo, por solo 20 de ancho. Cuenta con una torre de homenaje, de 34 metros de altura, que también es visitable.
El Museo del Pan, un homenaje en Mayorga
Se encuentra situado en el interior de la rehabilitada iglesia de San Juan, en Mayorga. Se configura como un homenaje a este alimento que ha acompañado al ser humano a lo largo de los siglos.
El pan es determinante a la hora de configurar el paisaje, de generar riqueza y también cultura y es, además, un elemento que resulta básico en nuestra dieta diaria. Este alimento es el actor principal del museo que inicia su viaje sensorial partiendo de los cereales y la molienda para obtener la harina.
A partir de ahí, el visitante puede también conocer la vida del molinero y de los diferentes tipos de molinos. Los hornos y las distintas clases de panes hasta nuestros días.
Un completo recorrido histórico por la evolución de este esencial alimento, que permite a los más pequeños, durante el fin de semana, realizar su propio pan.
El Canal de Castilla, navegando desde Medina de Rioseco
La localidad vallisoletana de Medina de Rioseco acoge el Centro de Recepción de Viajeros que se ubica en el antiguo almacén de la dársena del Canal de Castilla. Allí es donde finaliza el Ramal de Campos de una de las grandes obras de la ingeniería civil que recorre un total de tres provincias: la citada Valladolid, Palencia, y también Burgos.
Es desde Medina de Rioseco desde donde zarpa, cada día, el Barco Antonio de Ulloa, en un recorrido de, al menos, una hora de duración en el que se explica la importancia que supuso para Castilla el transporte de mercancías por el Canal. Las construcciones relacionadas con él, además de las particularidades de la fauna y también de la flora que habitan en dicho paisaje, en plena Tierra de Campos.
Además de la dársena, puede visitarse también la interesante Fábrica de Harinas San Antonio. Pasa por ser la antigua harinera del siglo XIX que hoy es el único ejemplo de arquitectura industrial del Canal que conserva su maquinaria original de forma íntegra.
Desde los meses de mayo a octubre, además, la dársena ofrece la posibilidad de hacer varias actividades de deporte, todas ellas respetuosas con el medio ambiente, como pueden ser el ciclismo, el piragüismo o los karts a pedales.
La Finca de Matallana en Villalba de los Alcores
Este centro turístico se halla en Villalba de los Alcores y permite que conozcamos la riqueza, tanto medioambiental como el valor ecológico de Tierra de Campos y de los Montes Torozos.
La conocida como Finca Coto Bajo de Matallana, nos ofrece un espacio basado en la educación medioambiental que está dirigido al visitante en general y también a la comunidad escolar. Además, se puede disfrutar de rutas medioambientales, tanto a pie como en bicicleta.
También cuenta con un jardín de plantas aromáticas, se pueden observar aves y visitar los restos del importante Monasterio Cisterciense de Santa María de Matallana, que fue convertido en una hospedería. El aula de interpretación de los palomares o la exposición de ganado ovino con más de 20 razas de ovejas de todo el mundo y el parque temático infantil, que hace las delicias de los más pequeños, completa la oferta del lugar.
La Villa del Libro, en Urueña
Se sitúa en el que es considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Es la primera Villa del Libro de España y ofrece una propuesta en la que el turismo cultural constituye un espacio en el que el libro es el centro de atracción tanto para expertos, curiosos, bibliófilos o viajeros.
En sus vías nos podemos encontrar 11 librerías y también establecimientos que cuentan con una serie de establecimientos vinculados al mundo de las letras. También nos podemos encontrar museos y centros de referencia internacional, como la sede de la Fundación Joaquín Díaz o el espacio para la Lectura, Escritura y sus Aplicaciones, el Centro e-LEA Miguel Delibes, centrado en la promoción del libro y también de la lectura.
El Valle de los Seis Sentidos, en Renedo
Se encuentra situado en pleno Valle del Esgueva, en la antigua Finca de los Power, en Renedo de Esgueva y se configura como un espacio que está dedicado, de pleno al ocio infantil y familiar.
Y todo en sus 18.000 metros cuadrados donde se ofrece más de 60 juegos diferentes para todos los públicos. Integra juegos de acción y movimiento. También de música, científicos, de piedra, paisajismo y de medio ambiente. Varios de ellos, inclusivos y accesibles para personas con discapacidad.
Todas las instalaciones lúdicas disponen del certificado europeo TUV.
Una fortaleza mágica en Fuensaldaña
Se trata del último de los Centros Turísticos que ha sido abierto al público por la Diputación de Valladolid. Un lugar que invita a sumergirse en la historia de los castillos, a través de una experiencia que trata de combinar, por un lado, lo histórico. Por otro, lo tecnológico. Ofrece una moderna línea expositiva en referencia al apasionante mundo de los castillos.
Pertenece a la conocida Escuela de Valladolid. El Castillo de Fuensaldaña se convierte en el centro de difusión de los más de 20 castillos que se pueden visitar en la provincia. Ofrece, además, un recorrido por esta fortificación que cuenta con una planta cuadrada, además de torres circulares en las esquinas y una gran torre del homenaje que cuenta con una forma rectangular y que ha tenido varios usos palaciegos llegando a ser, incluso, la sede de las Cortes de Castilla y León.
Museo de las Villas Romanas en Almenara de Adaja y Puras
Al sur de la provincia vallisoletana, entre los términos municipales de Almenara de Adaja y Puras, nos encontramos con esta joya cuyo conjunto museístico está formado por varios edificios y espacios complementarios como pueden ser tanto el museo como la Villa Romana, la Casa Romana y el Parque Infantil Tematizado.
El viajero se ubica en el contexto histórico del siglo IV con el fin de conocer la vida romana en el campo. El conjunto museístico muestra, mediante a los restos arqueológicos de las construcciones que se conocen como villa, tanto la actividad económica del momento como la naturaleza, la religión o el ocio. En definitiva, se puede disfrutar de la vida rural cotidiana de la época.
Además, se pueden visitar en la propia excavación algunos de los mosaicos mejor conservados de la época. El recorrido se completa con la visita a la recreación de una casa señorial del Siglo IV.