El pasado lunes, la Asociación Down Valladolid presentaba, en el Palacio de Pimentel de la Diputación de Valladolid su calendario solidario que busca recaudar fondos para invertirlos en investigación. Este año lleva el título de ‘La Película de nuestras Vidas’ y tiene como Leit Motiv el cine, a poco menos de un mes para que en la ciudad del Pisuerga tenga lugar la gala de entrega de los Premios Goya.
En ese calendario, y dentro de esta preciosa iniciativa, ha participado Víctor Manrique Arenas. Vallisoletano de nacimiento, de 27 años, el joven es una persona extrovertida, amable y llena de sueños y deseos. Estudió en la Sagrada Familia – Jesuitinas, para pasar después por el Centro San Juan de Dios y encontrar un trabajo hace tres años, como asistente de ventas y clientes, en la tienda de Álvaro Moreno en un conocido centro comercial de Arroyo de la Encomienda. Ahora, le han hecho fijo, ni más ni menos.
Amante del pádel y de la música, en una pasión que le viene de familia por parte de su abuelo materno, Víctor toca la batería y confiesa, en esta entrevista con EL ESPAÑOL de Castilla y León, que el Síndrome de Down no le para ni le frena a la hora de hacer algo que quiere hacer.
Un héroe sin capa que trabaja, día a día y a base de esfuerzo, para labrarse un futuro, su futuro.
La fuerza de Víctor y un calendario
“Me defino como una persona positiva a la que le gusta aprender. Soy una persona muy curiosa. Me gusta preguntar por todo y conocer su porqué”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Víctor Manrique Arenas, un joven de 27 años con una fuerza tremenda y al que el Síndrome de Down no le para, ni mucho menos.
El vallisoletano ha participado en el calendario de Down Valladolid, junto a otras 50 personas. En esta ocasión, el título del mismo es: ‘La Película de nuestras vidas’. Serán 2.300 los que se pongan a la venta con el fin de recaudar fondos que ayuden a investigar y a saber más sobre este síndrome.
“Mi participación en el calendario comenzó en el año 2008. En este último he disfrutado mucho. El cine ha cobrado relevancia. A mí me tocó hacerme las fotos en el Teatro Calderón. Dani Mantis me sacó alguna solo y otras con más personas. Son las que aparecen en el calendario y estoy muy contento”, añade nuestro protagonista.
Víctor destaca el fin solidario de la acción y apunta que la iniciativa “siempre ha sido muy aceptada” porque las diferentes personas “se quedan asombradas” cuando “ven el trabajo que hay detrás”.
Un contrato indefinido y un “showman”
Víctor estudió Educación Primaria y Secundaria en el colegio Sagrada Familia-Jesuitinas de Valladolid. A renglón seguido, entre septiembre de 2014 y julio de 2017, un total de tres años acudió al Centro San Juan de Dios para completar una formación de empleo y dotarse de las habilidades precisas para adentrarse en el complicado mundo laboral.
Al vallisoletano nada le para, como diría la canción de La La Love You: ‘Que nada nos pare’. El Síndrome de Down no es impedimento en el día a día: “la verdad es que no”, asegura, para añadir que “se siente muy orgulloso de tenerlo”. Tampoco lo ha sido para encontrar trabajo en una conocida tienda de ropa de Río Shopping.
“Empecé el 26 de marzo del año 2021 en la tienda de Álvaro Moreno. La aceptación de mis compañeros y de mi jefa, una mujer encantadora, fue total desde un primer momento. Me sentí uno más y muy arropado. Tras casi tres años he conseguido el contrato indefinido del que me siento sumamente orgulloso y que me motiva para seguir trabajando. Poca gente como yo consigue un contrato indefinido y que le hagan fijo”, apunta nuestro entrevistado.
El pucelano trabaja en la tienda de 10 a 13 horas y sigue viviendo con sus padres. Ve el futuro “de manera prometedora”. Sueña con ser músico. Toca la batería y le gusta imitar a cantantes de la talla de David Bisbal, Pablo López o Dani Martín. “Soy un showman. Una persona que hace de todo, polifacética”, añade con una sonrisa.
La encomiable labor de Down Valladolid
Víctor es miembro de la Asociación Down Valladolid desde que sus padres le llevaron allí. Él valora el gran trabajo que se lleva a cabo desde la asociación para visibilizar el problema y conseguir que la sociedad se conciencie del mismo.
La asociación lleva en funcionamiento desde el año 1993. Suma 30 primaveras trabajando a favor de las personas con Síndrome de Down. Son, en la actualidad, 100 familias las que reciben el apoyo de la agrupación.
“Trabajamos para lograr la inclusión de las personas con Síndrome de Down y para ello desarrollamos servicios desde el nacimiento hasta la etapa adulta. La niña más pequeña tiene 11 meses y el más mayor 67 años. Nos centramos en dar respuesta a cada una de las personas que pasan por la asociación a través de los diferentes servicios: atención temprana, apoyo educativo, logopedia, envejecimiento activo, empleo con apoyo, ocio inclusivo, actividades deportivas, formación para el empleo, programa de vivienda y otras muchas”, asegura en declaraciones a este periódico Toñi Juan Gamalié, gerente de la asociación.
Apunta, además, que con la puesta en marcha de programas como el de vivienda para la vida independiente, el 2024 será un año muy importante para expandir y visibilizar, mucho más, el Síndrome de Down.