JJ Vaquero, Nacho García, Alex Clavero, Quique Matilla, Fran El Chavo y Lolo Rodríguez. Quizá el último nombre sea el menos conocido para el gran público, pero este vallisoletano, de Matapozuelos para más señas, pertenece a una generación de oro del monólogo que comenzó a comienzos de este siglo XXI. A la que para muchos es la mejor camada de cómicos que ha salido y que ahora copan programas y guiones de televisión. Pues bien, como el quinto Beatle o el tercero de Martes y Trece o el portero reserva de Arconada, Lolo Rodríguez no tuvo la fama de sus compañeros porque se bajó en marcha del tren de la fama. Cosas de la vida. Pero puede presumir, y en este caso contar a sus dos hijos (Andrés y Sara) que todos juntos comenzaron en pequeños bares de Pucela para posteriormente dar el salto a la pantalla nacional.
Pues bien, Lolo cree en las segundas oportunidades, en volverse a montar en el tren de la comedia y lo hace a lo grande. En un AVE a toda velocidad. Después de diez años, una década apartado de los escenarios, regresa de la mano de JJ Vaquero este viernes en Aranda de Duero (Burgos) en el Bar Jamari. Y como no podía ser de otra forma, ya está todo vendido. El de Matapozuelos regresa diez años después y siendo ya padre de dos hijos, a un ruedo del que nunca se alejó del todo, pero que las circunstancias personales le hicieron cortarse la coletilla. Sin embargo, como los toreros que nunca dejan de serlo, coge su muleta y se planta ante un Miura. Su intención es abrir la puerta grande y volver a sentir la risa y el cariño del público.
Pregunta. Formaba parte de una generación de oro del humor. Llenaba bares y escenarios, tenía todo el futuro por delante, pero hace diez años decide dejarlo. ¿Por qué?
Respuesta. La verdad es que no me faltaban bolos, pero pasé por una enfermedad renal que me afectó mucho físicamente y también a la cabeza. Veía que no avanzaba y no me veía preparado. Además, fui padre y decidí que el tiempo que pasaba haciendo bolos los fines de semana tenía que estar dedicándoselo a mi hijo y a mi mujer. Y por eso lo dejé.
P.- Y cuando ha visto que Clavero, Nacho García, Matilla, Vaquero, Kanalla FM han triunfado, nunca ha pensado que usted podría ser uno de ellos.
R.- Que va, me da alegría, pensar que con todos con los que empecé han llegado tan alto. Se lo merecen. Es fruto del trabajo de muchos años. La cantera de Pucela es inagotable, de las mejores de España. Yo estoy muy contento de hasta donde llegué. Me conformo con salir un par de veces en la televisión cuando hice mis pinitos en la Paramount Comedy. Ahora salgo más en Me Vuelvo al Pueblo de CyLTV, me pillaron una vez en Montemayor, pero ya me he visto mil veces. (Risas)
"Yo estoy muy contento de hasta donde llegué. Me conformo con salir un par de veces en la televisión"
P.- Y diez años después, Lolo Rodríguez vuelve. ¿Cómo y por qué surge la idea de regresar a los escenarios?
R.- La idea de subir al escenario no surge. Lo que pasa que hace un par de meses recibo una llamada de Nunci, la mujer de JJ Vaquero que me dice que cuentan conmigo para la última actuación de comedia del Rincón del Erizo, su bar de Valladolid en Parquesol, y eso para mí la verdad es que supone un subidón. Que se acordaran de mí, pese a estar retirado, para un día tan especial fue algo tremendo.
P.- ¿Cómo se lo tomó y qué sintió?
R.- Como todo un reto porque hace 10 años que no pisaba un escenario y encima me tocó lidiar con auténticos monstruos y monstruas de la comedia. Pero yo dije, para adelante, no puedo fallar, yo tengo que estar ahí, y ahí estuve. Y cuando me subí a las tablas del Erizo me di cuenta de que esto me gusta, de que tengo el cariño del público y me pregunto: “qué he estado haciendo todo este tiempo”. Notas que la gente está contigo, los amigos te animan, pues al final dices ¡madre mía, a por ello! No tenía todas conmigo, pero el Vaquero me lío.
"Cuando me subí al escenario después de 10 años, dije qué ha estado haciendo yo todo este tiempo"
P.- Y ya sabemos que las liadas de JJ son grandes.
R.- Cuando salimos del bar le comenté a mi mujer que Jose (Vaquero) ya me había liado. “Me voy para Aranda que me ha dicho que tengo que actuar con él”. Al principio le dije que no, pero es muy insistente. Y así ha sido mi vuelta.
P.- ¿Qué recuerda de su última actuación?
R.- Mi última actuación la tenía yo ya pensada con premeditación y alevosía. No le había dicho nada a nadie, pero tenía pensado el sitio donde quería dejarlo. Quería despedirme en un sitio grande y con un grande. Tenía una actuación en Talavera de la Reina, en un restaurante que se llama El Paso, que es un local de comedia estupendo, con un tío muy grande que era JJ Vaquero. Y me acuerdo de que en el viaje de ida no dije nada. La gente nos trató allí estupendísimamente y ya a la vuelta le digo a Jose que ese era mi último bolo. Me insiste en que no, que cómo lo iba a dejar, yo le comento mis problemas de salud y que voy a ser padre. Y él lo entiende. Lo curioso es que me dijo, “bueno, cuando el niño ya sea mayor ya volverás”. Y mira, así ha sido.
P.- Regresa de la mano de uno de los grandes como es Vaquero. ¿Eso da más seguridad o responsabilidad?
R.- Responsabilidad ninguna para mí, para él. (Risas). Para mí es toda una seguridad ir con un amigo de la comedia y de la vida. Jose es el típico amigo que vas con él y sabes que nada a va a salir mal.
P.- ¿Cree que el tren del humor puede volver a pasar por tu vida?
R.- Yo es que pienso que no he abandonado nunca el tren del humor. Yo lo he intentado abandonar, pero todos los que iban en el tren siempre han estado tirando de mí. Siempre me han animado mucho. Quique Matilla sobre todo, ¡qué pesado de los cojones! Un pesado de los cojones al que quiero muchísimo. Siempre me han animado todos a volver y me han dicho que me echaban de menos. El que lleva a un humorista dentro siempre lo es, sin quererlo estás haciendo tus chistes, siempre con tus amigos, en el bar o donde sea. Por eso, el tren del humor está ahí. Se puede volver a coger.
"Siempre me han animado todos a volver a los escenarios y me han dicho que me echaban de menos. Son muy buena gente"
P.- ¿Qué vamos a ver este viernes en Aranda de Duero?
R.- Al Lolo Rodríguez de siempre, el que sale como un miura y va a por todas desde el principio. Lo mismo cojo tanta carrerilla que me caigo por el puente de Aranda como el tío Juanillo, aunque no se mató.
P.- Diez años fuera del escenario dan para muchos cambios. Y en humor más. ¿Ha tenido que reinventar su repertorio? ¿Va a cambiarlo?
R.- Pues eso ya te lo digo cuando termine la actuación de Aranda. (Risas)
P.- ¿Que sus dos hijos le vean en el escenario es una de las ilusiones para volver?
R.- La verdad es que sí, y mi mujer, que siempre me ha animado. Mi hijo va entendiendo ya los chistes y tiene un cómico en potencia dentro, pero no lo sabe. Y mi hija es muy pequeña, tiene solo cuatro años. Lo que quiero es que me vean escribir y estudiar las actuaciones, que su padre sigue trabajando día a día. Es lo mejor para poder darles ejemplo.
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