Este viernes, 9 de febrero, se cumple justo un año desde que el corazón de Valladolid se rompió en pedazos. También el de la localidad vallisoletana de Íscar. Estela Domínguez, la hija del ciclista vallisoletano Juan Carlos Domínguez perdía la vida después de ser atropellada por un camión cuando entrenaba en la provincia de Salamanca.
La sociedad pucelana lloró el fallecimiento de una joven, de solo 18 años, que tenía un futuro prometedor por delante y que seguía los pasos de su padre. En el año 2019, en su salto a la categoría cadete, consiguió varios triunfos: Campeonato de Castilla y León de Ruta y BTT, tercera en la Copa España BTT Ciudad de Valladolid, Copa España de Ruta en Noja, Copa España Ciclocross en Pontevedra, medalla de bronce en el Campeonato de España de Ciclocross. Compitió con la Selección de la Comunidad y consiguió ser subcampeona de España en contrarreloj por equipos.
“Los fines de semana es cuando peor lo pasamos. Aún parece un mal sueño. Entre la semana haces más cosas, estás más entretenido y el dolor por su ausencia no están intenso. Tanto mi mujer como yo, seguimos pasándolo mal, no escuchar su voz, sus bromas, abrazos, seguir compartiendo experiencias, nos quedaba un largo y bonito camino de recorrer juntos, en todos los aspectos de la vida. Este viernes, 9 de febrero, cuando se cumple un año de su muerte, va a ser un momento malo. Igual que cuando llegue el juicio”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Juan Carlos Domínguez, el padre de Estela.
Un juicio que está aún pendiente de fecha contra el camionero que atropelló mortalmente a la joven ciclista vallisoletana. En principio, como apuntaba la Audiencia Provincial de Salamanca, “será juzgado por un delito leve de homicidio por imprudencia menos grave”, nos explica Juan Carlos.
Todo después de que dicha Audiencia desestimara el recurso de apelación que interpusieron tanto él como su mujer, Yolanda, contra la resolución del Juzgado de Instrucción Número 2 de Salamanca que solicitaba que fuera juzgado por ese delito y no por uno de imprudencia grave como pretendía la familia de Estela.
Aquella fatídica tarde
Eran las 18.32 horas de la tarde del jueves, 9 de febrero del año 2023. Estela Domínguez entrenaba cuando, a esa hora, un camionero arrollaba a la joven promesa del ciclismo español en un siniestro que se producía a la altura del cruce con la A-62, en la carretera N-620 y a la salida del Polígono de Villares, en la provincia de Salamanca.
Hasta el lugar se trasladaba la Guardia Civil y un equipo de Emergencias Sanitarias con una UVI móvil. Allí, los profesionales sanitarios solo podían confirmar el fallecimiento de Estela. No podían hacer nada por su vida. La bicicleta quedaba destrozada y la noticia se difundía a través de las redes sociales.
“Lo recuerdo de una forma muy trágica. Como algo que era irreal. Pienso que el cuerpo, en esos momentos, crea un mecanismo de defensa para ayudar a protegernos. Cuando me lo comunicó su novio, Hugo, fue un bofetón. Yo me encontraba con Yolanda aparcando el coche en Zaragoza. Se va lo más preciado y es sumamente duro”, añade el padre.
Yolanda y Juan Carlos recibieron, los días posteriores, grandes muestras de afecto y cariño que nuestro entrevistado agradece y recuerda con gran cariño. Siempre duele una muerte. Más, si la que se va es una joven de solo 18 años que tenía un futuro prometedor.
“Me duele mucho por Estela en lo personal. Las horas que ha estado estudiando. Desde muy pequeña ha sido una chica muy responsable. Ahora estaba muy ilusionada en Salamanca, con su carrera de Recursos Humanos y Relaciones Laborales. El futuro en el mundo del ciclismo también era sumamente prometedor”, asegura Juan Carlos Domínguez.
Tras el shock llega la fase de duelo.
Un dolor que no se va un año después y el gesto de Íscar
“Después de que te confirman la muerte de tu hija estás un tiempo sin hacer nada. Como un zombi. Me ha ayudado a seguir adelante el hecho de saber que tenía que apoyar a mi mujer. Tardas más de medio año en asumirlo, no lo quieres aceptar. Al final está ahí y lo tienes que acabar asumiendo”, añade el gran ciclista español.
Las muestras de cariño y de reconocimiento en recuerdo a Estela se van a suceder en los próximos días. El 23 de marzo se va a desarrollar, en Arroyo de la Encomienda, que era la localidad pucelana en la que creció la joven, el Trofeo BTT que llevará el nombre de la fallecida. El Campeonato de Castilla y León en ruta, del 9 de marzo, también se acordará de ella.
“El Ayuntamiento de Íscar también piensa en instalar un monolito en un parque o en la Avenida Juan Carlos Domínguez, en recuerdo de Estela. Todo, con una figura que simule a mi hija, montada en una bicicleta y con su trenza. Estamos cerrándolo para que sea eterna en el pueblo en el que nací”, añade Juan Carlos, que recuerda que Arroyo de la Encomienda también puso a un parque el nombre de su hija.
Todo por el recuerdo eterno de Estela.
A la espera del juicio
“No hay nada que supla el daño de que te quiten una hija con solo 18 años. Con el futuro que tenía, pero nos sentiríamos mejor si se hiciera justicia. No se puede uno subir a un vehículo con el teléfono en las manos o distraído. ¿Qué les digo yo a los jóvenes de mi escuela? ¿Qué tengan cuidado porque la gente va muy distraída? Hay que ser consciente de que, en la carretera, se pone en peligro la vida de los demás por un mal comportamiento propio”, añade nuestro entrevistado.
El juicio contra el camionero que atropelló mortalmente a Estela está pendiente de juicio. En principio, como anunciaba a través de un auto la Audiencia de Salamanca, será juzgado por “un delito leve de homicidio por imprudencia menos grave”. Todo después de desestimar el recurso de la familia de la ciclista del Juzgado de Instrucción Número 2, que pedía que fuera juzgado por un delito de imprudencia grave.
“Cuando ves el informe de la Guardia Civil y compruebas cómo ha actuado esta persona, se te cae el alma al suelo. El camionero, ha actuado como si hubiera atropellado a un animal, no dice la verdad, miente diciendo que cree que se le cayó una pieza del camión y ha ocultado pruebas, ya que abandonó el lugar de los hechos dejando a mi hija tirada en la carretera sin prestarla auxilio ¿Alguien cree que se puede pasar por encima de una persona y una bicicleta, la cual dejo machacada, y no darte cuenta? Cuando el atropello ha sido por alcance. Los sentidos te ayudan a percibir y caracterizar cuando algo se cae a cuando impactas por colisión frontal ¿Al percatarse del impacto no hace uso de los retrovisores? Oculta algo seguro. Qué mala suerte ha tenido mi hija de cruzarse con este individuo”, finaliza Juan Carlos Domínguez.
El juicio dirá. Mientras tanto y un año después, el recuerdo de Estela sigue muy presente.
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