En este mes de febrero han sido miles los profesionales agrarios, ganaderos y agricultores, que han salido a la calle para colapsar diversas vías de las diferentes provincias de Castilla y León en unas reivindicaciones que se han desarrollado por toda España. Valladolid, Zamora, León, Segovia… a todos los puntos de nuestra Comunidad ha llegado el grito de personas que están denunciando la “asfixia” que está sufriendo el campo y que hace que no puedan ni llegar a fin de mes.

Agricultores y ganaderos de Castilla y León se han echado a las calles para exigir unas mejores condiciones para un sector clave en el día a día para la economía de cualquier país. Más aún para España. Han salido a las calles para evidenciar su importancia y, también, para pedir una menor carga burocrática a la hora de formalizar un papeleo que, en muchas ocasiones, es un dolor de cabeza grande para ellos. “No somos ingenieros ni informáticos”, aseguraba hace unos días Raúl Medrano en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, en una de las tractoradas en la localidad pucelana de Tordesillas.

Después de todas las tractoradas que ya se han celebrado en estas últimas fechas, el campo planea otra para el próximo lunes, 26 de febrero. Será en Madrid y partirá, a las 11.00 horas de la mañana, desde el Ministerio de Agricultura ubicado en la Plaza de Carlos V con llegada a la oficina de la Comisión Europea, en el Paseo de la Castellana.

Manifestación en Madrid el próximo 26 de febrero

A esa convocatoria asistirá Beatriz Rodríguez Gallego, una agricultora vallisoletana, de solo 40 años, que suma cinco años con sus explotaciones. Nacida en Villabarba, un pequeño pueblo de la provincia de Valladolid, vive en San Pedro de Latarce. Cuenta con 220 hectáreas de cultivos y acude a las tractoradas para “evitar que el sector agrario muera”.

Cinco años como agricultora

“Soy una mujer del medio rural. Miembro de la Junta Directiva de Asaja en Valladolid y también de la Cámara Provincial. Soy presidenta de la Junta Agropecuaria Local de San Pedro de Latarce. Para mí, el campo lo es todo y tenemos que luchar, unidos, para que no muera, porque en la actualidad está agonizando”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Beatriz Rodríguez Gallego.

Nacida en Villalbarba, hace 40 primaveras, la vallisoletana estuvo 8 años en San Pedro de Latarce. Después emigró a la provincia de Zamora, concretamente a la bella localidad de Toro, y volvió a San Pedro, donde vive en la actualidad. Recuerda el comienzo de sus estudios en el Colegio de Mota del Marqués, pero después realizó la ESO y completó su formación para ser administrativa en gestión de empresas en Tordesillas.

“Desde los 35 años cuento con una explotación agraria a título principal. 220 hectáreas entre propias y de arrendamiento. Tengo cereal, oleginosas y este año voy a plantar leguminosas”, apunta orgullosa nuestra entrevistada. Tiene marcada en su cabeza la fecha en la que comenzó a ser agricultora: el 19 de mayo de 2019.

Vive en San Pedro de Latarce con su marido y con su hija de 17 años y su hijo de solo 9. Ha participado en la tractorada del 6 de febrero y en la del 14 del mismo mes en Valladolid y no se va a perder la de Madrid. Lo hace, para que en el futuro sus hijos puedan tomar el relevo y coger sus tierras, para que el mundo agrario tenga un futuro.

Beatriz con su familia Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

La lucha de Beatriz por el campo y para labrarse su futuro

“Estoy muy de acuerdo con las reivindicaciones que estamos llevando a las tractoradas y que se están haciendo por toda Europa. Pedimos que tanto nuestro trabajo y esfuerzo sean valorados. Queremos que nos traten como personas y no como criminales. Que no manden en nuestras tierras y no haya tanta burocracia”, apunta la valiente mujer que participa en dichas tractoradas. Cuesta verlas en un mundo masculinizado.

Beatriz confiesa que hace cinco años, cuando se incorporó al mundo de la agricultura, los precios del gasóleo, de los fertilizantes, y el de la maquinaria agrícola “estaban más moderados”, pero ahora, “esto ha cambiado”. Todo ello conlleva a que sean cada vez más las explotaciones que tienen que echar el cierre ahogadas por los gastos.

“Me cuesta ver como la agricultura, poco a poco, está desapareciendo. Mi futuro está en el mundo agrario. Es cierto que el sector está en un punto muy malo, pero tenemos que defenderlo a capa y espada porque es el pan de cada día para mi familia, por ejemplo. En vez de trabajar para comer, vamos a trabajar para arruinarnos”, añade nuestra protagonista.

La de Villalbarba “ve pocas soluciones” en un futuro cercano y vuelve a resaltar “las innumerables trabas” que ponen a su trabajo. El objetivo que se marca es “conseguir que esto se solucione” y que “las movilizaciones sirvan para algo”. El deseo: “que la situación mejore” y sus hijos “puedan coger el testigo”.

Una joven agricultora que sale a la calle para conseguir que las cosas cambien y conseguir que, el sector que le da de comer a base de trabajo no muera.