Tordesillas es un municipio de la provincia de Valladolid que se encuentra ubicada a 28 kilómetros al suroeste de la capital. Ostenta los títulos de “Muy ilustre, antigua, coronada, leal y nobilísima villa”, y cuenta con un amplio patrimonio cultural y patrimonial que enamora a todo el que por allí pasa.

Han sido miles los que lo han hecho durante la pasada Semana Santa, que está declarada de Interés Turístico Regional. De hecho, el Ayuntamiento de la localidad vallisoletana ha valorado como un “éxito” su semana de pasión. Por allí pasaron, según los datos de la Oficina de Turismo 2.514 personas en una localidad que cuenta con una población de 8.681 vecinos, según el Instituto Nacional de Estadística.

En el lugar, allá por el año 1978-1979, Tomás y Ángela decidieron montar su negocio, llamado Alimentación Morales en la carretera de Matilla del municipio pucelano. Fue hace 11 años cuando se jubilaron y, ellos, sí, que encontraron el relevo generacional que buscaban en la figura de Tomás y Rosa, sus hijos.

Ahora, ambos han emprendido un proyecto de ampliación del negocio y han recibido una ayuda del Ayuntamiento de Tordesillas para ello.

Tomás y Miguel Ángel Oliveira en las obras de la ampliación del local Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

La importancia del relevo generacional

“Me considero un currante. Por horas de trabajo no va a ser. He vivido toda mi vida en Tordesillas y alternaba los estudios con la tienda de mis padres. Yo saqué la carrera de Historia del Arte en Valladolid, pero cuando Tomás y Ángela se jubilaron, mi hermana y yo cogimos el testigo del negocio”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Tomás.

Fue entre el año 1978-1979 cuando comienza la historia de Alimentación Morales en Tordesillas. En un local de apenas 50 metros cuadrados en el que se venden productos de alimentación al por menor. Fruta, embutidos, pollería y algo de ultramarinos. Todo, para que los vecinos de la Villa del Tratado puedan hacer su compra, día a día, en el lugar.

Hace 11 años, tanto Tomás, de 41 años, como Rosa, su hermana, de 50 años, cogieron las riendas del negocio que sigue, más vivo que nunca ahora mismo. De hecho, ambos hermanos están afrontando obras para ampliar su tienda.

“Lo abrieron mis padres con un tío nuestro. Hace más de diez años estamos nosotros al frente. También mi marido. Se nos dio la posibilidad de ampliar el negocio con el local de al lado y nos hemos lanzado a la aventura porque ya estábamos apretados”, confiesa Rosa.

Las obras en el local antiguo que ampliará el existente Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Una ayuda para aliviar los costes

El 20 de marzo, en la apuesta que el Ayuntamiento de Tordesillas tiene por apoyar al comercio local, al de proximidad, y la importancia que ello tiene, el alcalde, Miguel Ángel Oliveira, estrechaba la mano con los dos hermanos para acceder a una subvención de unos 10.000 euros que va a ayudar a afrontar esas obras de ampliación del local. Una ayuda que también viene de la mano del GAL Zona Centro de Valladolid a través del programa Leader.

“Se trata de una ayuda para modernización y nuevas iniciativas de aperturas de comercios y también para las actividades de estas tiendas de proximidad, que tanta falta hacen en municipios como este. Una ayuda que nos sirve para afrontar estas obras”, explica Tomás, tras solicitar dicha subvención que no cubrirá, ni mucho menos, el montante total de estas obras.

Llevan con ellas dos meses. Toca sacar escombros bajo la atenta mirada de los vecinos que verán cómo, en unos 15-20 días, a finales de abril, Alimentación Morales pasa de los 50 metros a los 100 metros cuadrados.

“Con ello tendremos más espacio para dar la mejor atención posible a un cliente que lo merece. Podremos contar con más metros para exponer el producto que vendemos. Estamos muy ilusionados por ello”, añade Rosa. 

Apretón de manos entre Miguel Ángel Oliveira y Tomás Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Apuesta por el comercio de proximidad

Son muchos los comercios de proximidad, míticos tanto en la capital como en diversos pueblos de la provincia, que están echando el cierre. Una parte del corazón del lugar en cuestión se pierde. Negocios que tienen una historia detrás y que se ven obligados a cerrar, en la mayoría de las ocasiones por la falta de relevo generacional.

No será el caso de Alimentación Morales. Ellos apuestan por ampliar el negocio, con la ayuda de esa subvención que nunca viene mal. Hay que apostar por ese pequeño comercio que da al cliente la atención que merece.

“Sí que hay oportunidades en el mundo rural. Están las cosas difíciles para el pequeño comercio, pero con trabajo y esfuerzo, todo se consigue”, finaliza Rosa, que añade que, su comercio aparte, “siempre compran en estas pequeñas tiendas” para que sigan sobreviviendo.

Y bien que hace. Estas pequeñas tiendas, instaladas en el lugar que sea, deben seguir sobreviviendo porque también son patrimonio de las ciudades o pueblos donde estén ubicadas.

 

 

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