El Centro Cultural Miguel Delibes vibra con el estreno mundial de la Novena Sinfonía de Beethoven en castellano
Cuatro coros, solistas, ballet y orquesta dieron vida a la obra del compositor alemán, en el bicentenario de su creación, en una versión adaptada por el poeta Carlos Aganzo y el compositor Ernesto Monsalve
14 abril, 2024 19:13Más de cuatrocientos intérpretes protagonizaron en la tarde de hoy en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid el estreno mundial de la adaptación al castellano de la Novena Sinfonía de Beethoven, para conmemorar el bicentenario de la creación de esa pieza inmortal. El poeta Carlos Aganzo y el compositor Ernesto Monsalve se encargaron de la adaptación, para un programa único que se completó con el estreno en versión sinfónica, con Teresa Laiz a las castañuelas, de las ‘Cuatro canciones españolas’ creadas por el propio compositor alemán.
El Coro Filarmonía de Madrid, el Orfeón Complutense, Coros de Castilla y León y Ballet ‘Bailarte’ acompañaron a la Joven Orquesta de Valladolid en su vigésimo aniversario, en un espectáculo que contó además con la soprano Rebeca Cardiel, la alto Beatriz Gimeno, el tenor Alain Damas y el barítono Luis Santana, con Ernesto Monsalve como director. Tras la actuación celebrada hoy en Valladolid, la propuesta llegará al Auditorio Nacional de Madrid el próximo 4 de mayo.
El 7 de mayo de 1824, Viena contempló el estreno de la Novena Sinfonía de Ludwig Van Beethoven. Hacía cinco años que el genial compositor alemán estaba completamente sordo, y la noticia de que estuviera escribiendo una obra de estas dimensiones sorprendió por insólita. Adicionalmente, la partitura resultaba ser un compendio de novedades y extravagancias, que la hacían aún más atractiva: su duración, por encima de los cánones tradicionales; la inclusión de un Scherzo, como segundo movimiento; o, sobre todo, ¡la adición de coro y solistas en el colofón!
El éxito, contra todo pronóstico, fue colosal. Y la obra, muy rápidamente, causó furor en toda Europa. Su texto, inspirado en la ‘Oda a la Alegría’ de Friedrich Schiller, fue tomado como mucho más que un poema al uso: era toda una declaración de intenciones. Por ello, desde el principio, se consideró imprescindible que se llevaran a cabo adaptaciones líricas, con el objetivo de que el mensaje de la sinfonía calara en las distintas audiencias de cada país. La primera traducción, por supuesto, fue al italiano. La segunda, al inglés. Con los años, surgieron versiones en francés, ruso, chino o portugués, hasta que, en 1972, le fue encargado a Herbert von Karajan el arreglo para transformar la pieza original en un himno para el continente, terminando por convertirse legalmente en el Himno de la Unión Europea.
Respecto a España, la Novena de Beethoven fue estrenada en Madrid, el 2 de abril de 1882, bajo la dirección de Mariano Vázquez. Casi seis décadas después de la première mundial y cantada, además, en italiano. Sin duda, un idioma más sencillo para un coro castellano que el alemán de cuatro consonantes en una misma corchea.
Miguel Ríos aparte, parece no constar en ningún registro o archivo que, posteriormente a aquella fecha y hasta este 2024, se realizara traducción alguna de la obra a la lengua de Cervantes, ni a este ni al otro lado del Atlántico, aunque sí se sepa que prontamente se cantó en alemán. Y es irónico si recordamos que a Beethoven le apodaban en Viena ‘el español’, que ha habido musicólogos que han asegurado que su abuela María Josefa era catalana, que su única ópera transcurre en España, que compuso una suerte de sinfonieta dedicada a la Batalla de Vitoria donde Napoleón salió trasquilado o que, en 1814, escribió cuatro canciones españolas.