Dos meses sin noticias de la Consejería de Educación: la madre de Noa se siente “ninguneada y engañada”

Laura Jódar, la madre de Noa Fernández, se siente “ninguneada, engañada y sin soluciones hasta el momento”. Su hija de 6 años y que padece el síndrome 5-P, una enfermedad de las denominadas raras, pretende seguir en el colegio Tierno Galván, de Parquesol en Valladolid. La Dirección Provincial de Educación de Valladolid, bajo el amparo de la Junta de Castilla y León, ofrece una escolarización combinada que pretende que continúe su escolarización fuera de su colegio habitual, acudiendo dos días a otro colegio ordinario distinto y tres días en un colegio especial. Algo que su madre se niega y que ha rechazado sin firmar su aceptación, porque “los derechos de la niña y podría causarle un grave perjuicio, es frenar a Noa”.

Sin embargo, dos meses después, siguen sin noticias. “En el momento que firmé en desacuerdo el dictamen de escolarización el 4 de marzo me dijeron que me llamaría Dirección Provincial. Como no nos llamaban y se nos iba a pasar el período de prescripción de los colegios, echamos la solicitud en los 3 colegios motóricos que el Equipo de Orientación nos decía que tenían los recursos necesarios que Noa necesitaba, aunque Noa no tiene problemas motóricos”, relata la madre cordobesa, pero afincada en Valladolid desde hace más de una década.

A partir de ahí, “todo lo que me he ido enterando ha sido a través de la prensa, ya que nadie se ha puesto en contacto conmigo hasta ahora”. Por la prensa asegura que se ha enterado de que en el momento que firmó en desacuerdo el dictamen “no me obligan a meter a Noa en un colegio especial. Pero repito que es una información que me he enterado por la prensa y no por Dirección Provincial”.

Pero también se queja de que  se le acusa a través de la prensa, de ser la que quiere cambiar de colegio a su hijo, algo que rechaza. “¿A qué persona con dos dedos de frente se le ocurre pensar que quiero complicarme la vida aún más? Tengo otro hijo de 8 años, por lo que la conciliación solo podría ocurrir manteniendo a los dos en el mismo centro. Imaginaros llevarlos a colegios distintos y probablemente en barrios distintos…Una locura”.

Laura ha solicitado una reunión con la consejera Rocío Lucas para intentar llegar a un acuerdo. Lo único que ha recibido ha sido una llamada telefónica de la secretaria de la Consejera, en la cual se lee comenta que la agenda de la Consejera “está muy completa” y que había delegado el caso a la Dirección Provincial y que se pondrían en contacto. “Sigo esperando esa llamada, estando igual que hace 2 meses, sin respuesta”.

Ante esto, cree que es “una vergüenza que lo que ofrezcan sea ir a donde posiblemente haya recursos y no se pongan los recursos donde se necesitan. Si mi hija tuviera que cambiar de centro, tendría que renunciar a ese grupo de compañeros y a la inclusión que tiene ahora mismo, por lo que se estaría vulnerando sus derechos a la educación inclusiva”.

Para terminar, insiste en que lo que quiere es que Noa mantengan su plaza en el colegio ordinario actual, CEIP Enrique Tierno Galván de Valladolid, con los recursos necesarios y con sus compañeros e iguales, ya que los beneficios psicosociales que puede recibir en ese entorno priman para su desarrollo e inclusión social.