El quiosco que vendía chucherías y que ahora es el escaparate perfecto de un conocido pueblo de Valladolid
Se le ha dado un nuevo uso para dar un empujón al comercio y vender los recursos turísticos de la localidad pucelano
16 mayo, 2024 09:24Medina del Campo pasa por ser una villa de origen prerromano que goza de una situación geográfica excelente y situada en la zona suroeste de la provincia de Valladolid, de cuya capital dista en un total de 45 kilómetros. La también conocida como Villa de las Ferias se extiende sobre una superficie de 104 kilómetros cuadrados a una altitud de 720 metros sobre el nivel del mar.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) apunta que, en la actualidad, la localidad vallisoletana cuenta con una población total de 20.090 vecinos que disfrutan, a lo largo de todo el año, de una imponente actividad cultural con las fiestas del mes de septiembre como epicentro de todo.
El pasado domingo, 5 de mayo a las 12.30 horas, la localidad vallisoletana inauguró el quiosco Compra en Medina, en una iniciativa que busca dar impulso al comercio y que está enmarcado dentro del Plan Territorial de Fomento para Medina del Campo y su comarca.
Un proyecto en el que un quiosco, que hace años fue una cosa, ahora es otra.
Cuando en el quiosco se vendían chucherías
“En el quiosco anteriormente se vendían golosinas, chucherías o frutos secos. Lo disfrutaban los más pequeños. Se encuentra ubicado en la Plaza Mayor de la Hispanidad, dentro de los cuatro que se ubican en la zona centro”, explica, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Patricia Carreño, la concejala de Desarrollo Local de Medina del Campo.
Un quiosco que “hace varios años que se encontraba cerrado” y que “ahora encuentra un nuevo uso”. Desde el consistorio medinense se trabaja en la subvención del Plan de Sostenibilidad Turística para destinarles a otros usos y que “vuelvan a la vida” con iniciativas constructivas y aprovechables.
Son cuatro los quioscos propiedad del Ayuntamiento de Medina del Campo y a este, del que les hablamos en estas líneas, tras un gran acto ese 5 de mayo, consistorio y Universidad de Valladolid llegaban a un acuerdo para firmar un convenio para la realización de diversas propuestas con el fin de ayudar, en materia de digitalización, al comercio local del lugar.
El proyecto
“Del 5 de mayo al 30 de junio, nuestro quiosco estará abierto todos los días de 9 a 14.30 horas, excepto los jueves, que cerraremos por tradición comercial. Ubicado en la Plaza Mayor, referente histórico del Comercio en Medina del Campo, este espacio va a ofrecer asesoría gratuita a comerciantes en materia de digitalización, sistemas de mejora para sus negocios y el uso de nuevas herramientas tecnológicas”, añade Patricia Carreño.
El punto de información en lo que antes era un quiosco, estará atendido por estudiantes graduados en Comercio por la Universidad de Valladolid, que brindan una atención personalizada y de alta calidad. Su formación y experiencia les permite ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades específicas de cada negocio.
El proyecto CEM propone ser un “impulso revitalizante de la identidad comercial en Medina”, añade nuestra entrevistada. Va a dar asesoría en digitalización, también sistemas para mejorar cada comercio, formación en nuevas herramientas, servirá de punto de información para consumidores y turistas, buscará el apoyo al comercio local para revitalizar el municipio e informará sobre los recursos turísticos con los que cuenta Medina del Campo, así como de sus ferias y eventos más destacados.
Un puente imaginario para unir pasado, presente y futuro
“Hemos creado un puente imaginario donde unimos pasado, presente y futuro. Del pasado rescatamos la esencia de la rica historia comercial de Medina. Con este legado trabajamos en el presente para crear un proyecto omnicanal que impulse todo el tejido comercial del lugar. Sus ferias, eventos y tradiciones. Todo para construir un futuro más próspero”, explica la concejala de Desarrollo Local.
El proyecto Compra en Medina, que parte de un viejo quiosco, quiere fortalecer el vínculo emocional entre la comunidad, el patrimonio cultura y comercial, creando una experiencia única.
El coste del proyecto ha sido de 300.000 euros, en el que la Junta de Castilla y León ha aportado 200.000 euros y el Ayuntamiento los 100.000 restantes.