Era el pasado martes, 4 de junio, cuando Iván Godoy, del Restaurante Rioluz Gastronomía de Valladolid, se convertía en el ganador del V Campeonato de Tapas y Pinchos de Castilla y León ‘Memorial Erika Sánchez’. Un certamen que se celebraba esa jornada y la anterior en un marco incomparable y espectacular como es el Hotel Rey Sancho de Palencia.
Iván lograba el triunfo con su ‘Peppa Dog’. Conquistaba al jurado con su receta a base de un brioche relleno de un delicioso guiso de manitas y careta de cerdo con kétchup de salsa del propio guiso que se complementa con tierra de pimentón, además de gel de manzana, jengibre, oreja crujiente y un toque de hinojo marino que aporta a la receta una muy agradable salinidad.
EL ESPAÑOL de Castilla y León habla con el autor y responsable de esta auténtica joya gastronómica. Él, aún no se cree que haya logrado el premio, dentro de un prestigioso concurso en el que han participado más de 50 establecimientos hosteleros de todos los puntos de la Comunidad. Si embargo, es ambicioso, y quiere más.
Conocemos más en profundidad la vida de un cocinero que nació en Palma de Mallorca y recaló en Valladolid por amor.
De Mallorca a Valladolid por amor
“Me considero una persona tímida y tranquila. Sobre todo, un apasionado de la cocina. Nací en Palma de Mallorca, pero llegué a Valladolid por amor. Conocí a la que hoy es mi mujer en las islas y decidimos venir a estas tierras para iniciar nuestro proyecto de vida”, asegura Iván Godoy en declaraciones a este periódico.
La vida le cruzó con Paula, hace nueve años. Hace cinco, el cocinero llegó de su mano a la ciudad del Pisuerga. Por aquel entonces, en el año 2019, comenzó a trabajar dentro del entramado hostelero que representa el Grupo Moga, antes de llegar embarcarse en el proyecto de Rioluz.
“Me comencé a interesar por el mundo de la cocina cuando no llegaba aún a la encimera. Ayudaba a mi padre a hacer albóndigas subido a un taburete. Ahora, mi hija hace lo mismo conmigo. Apunta maneras con solo dos añitos y medio”, nos confiesa nuestro entrevistado.
Con 16 años ya estaba a los fogones. Compaginaba los veranos trabajando en Mallorca con sus estudios de cocina en las Islas Baleares.
De pelar 25 kilos de patatas a hacer el mejor pincho de Castilla y León
“No recuerdo cuál fue el primer plato que hice. De lo que sí que me acuerdo es de que comencé pelando 25 kilos de patatas y unos 10 de cebolla al día. Poco a poco fui creciendo y hasta ahora”, añade Iván, hablando de sus inicios.
Fue en las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, allá por el año 2022, en septiembre, cuando comenzó a formar parte del equipo de Rioluz Gastronomía en un restaurante que se ubica en Valladolid y con el que ha conseguido tocar el cielo en el V Campeonato de Tapas y Pinchos de Castilla y León.
“Realmente llevaba tiempo pensando en hacer un pincho con oreja o con manitas. Así se me ocurrió la idea de nuestro ‘Peppa Dog’ que es una especie de perrito hecho con pan frito, vacío, al que relleno del guiso de manitas y careta de cerdo, con arena de pimentón, gel de manzana, jengibre y que lleva hinojo marino encurtido y fresco”, explica hablando de su creación.
Iván nos confiesa que “no te lo crees” cuando consigue el premio y que se trata de la “primera vez” que se presenta solo, ya que siempre lo ha hecho con el chef ejecutivo del Grupo Moga, con Jose, que le “ayudaba y daba grandes consejos”.
“Es un orgullo que la primera vez que te presentas a algo quedes primero. No me lo creía porque había 50 establecimientos hosteleros que participaban en dicho concurso. Creo que es un premio al trabajo que llevo realizando todos estos años y estoy muy contento”, apunta.
Seguir trabajando para conseguir más éxitos
El objetivo y el deseo que se plantea nuestro protagonista pasa por “seguir trabajando a tope” para “conseguir los máximos éxitos posibles” y “continuar creciendo como profesional”, confiesa.
El Restaurante Rioluz suma 10 años en Valladolid e Iván Godoy está “muy cómodo” en el lugar. También “contento”, y eso es lo más importante. Quiere progresar en un punto muy importante de la gastronomía dentro de nuestro país como es Valladolid.
“El pincho lo pondremos en la carta del restaurante. Se trata de un establecimiento hostelero cien por cien para celiacos. Nada lleva gluten. Aquí, los comensales pueden disfrutar de los cachopos, las croquetas, los torreznos, una buena fabada o un gran lechazo”, finaliza nuestro entrevistado.