La Fundación para el Avance de la Libertad publica, desde el año 2018, el Índice de Libertad Económica de las Ciudades Españolas (ILECE), que trata de medir el desempeño macroeconómico municipal y también la carga tributaria municipal tanto sobre vecinos como de empresas en las 50 ciudades más pobladas de nuestro país.

Entre los principales indicadores medidos se contemplan el coste del ayuntamiento, en lo que tiene que ver con el presupuesto partido por población, también el grado de endeudamiento, la morosidad, o la capacidad para atraer empresas. También analizan la externalización o la municipalización de servicios, además de la presencia municipal en empresas.

La cantidad de empleados y su coste salarial, la voracidad sancionadora, el coste de la zona azul o los principales impuestos municipales tales como el IBI, el IVTM, el IAE y los coeficientes de situación, o el ICIO, de construcción.

La Fundación ha analizado la situación de los ayuntamientos de tres provincias de Castilla y León como son Burgos, Salamanca o Valladolid, destaca la situación de esta última, que cae un total de 24 posiciones en dicha clasificación.

La ciudad del Pisuerga es la 13ª ciudad más poblada dentro de este ranking y ocupa, en la actualidad, la posición número 32 con 52,4 puntos. Baja un total de 24 puestos en tan solo un año. En 2023, ocupaba la 8ª posición del ranking con 62,51 puntos y baja 10,11 puntos.

La ciudad del Pisuerga rompe así una tendencia de cuatro años subiendo en dicha clasificación y esta fuerte caída puede ser, según lo que ha apuntado la fundación, “parcialmente coyuntural y será necesario esperar a 2025 para ver si se consolida como tendencia, regresando a la tónica habitual de la ciudad tras dos años excepcionales”. De hecho, la ciudad pasó del puesto 27 en 2021, al 12 en 2022 y al 8 el pasado curso.

La Fundación para el Avance de la Libertad apunta que el “principal problema” es “la elevada carga tributaria municipal que pesa sobre los vallisoletanos y sus empresas” por lo que “suspende en el área D del índice”.

“El coste general, presupuesto partido por población, es mejorable. También el grado de endeudamiento. Valladolid no atrae, comparativamente, suficiente traslado o generación de empresas. Necesita contener la plantilla y moderar su coste para los vecinos”, argumenta la Fundación para el Avance de la Libertad.

Un aviso para el alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero.