La escultura desterrada de Valladolid “por impúdica” y que fue trasladada a un pequeño pueblo
Una figura del Dios griego Hermes, apodada como Don Purpurino, desató la polémica y la censura allá por 1949 por una posible erección
2 agosto, 2024 11:35Noticias relacionadas
La censura no es algo nueva, viene de mucho tiempo atrás. Y si no, que se lo pregunten a una escultura que representaba al dios griego Hermes y que recibió el mote de Don Purpurino. Ya sabemos todos lo aficionados que somos a este tipo de expresiones. ¿Por qué ese nombre? Pues según cuenta el historiador vallisoletano Juan Agapito y Revilla en su libro Arquitectura y urbanismo del antiguo Valladolid “por haberse tenido la poca feliz idea de repintarla con purpurina”. Corría el 19 de agosto de 1949 y el lío ya estaba armado.
Pues bien, fue instalada en la actual Fuente Dorada, y desde el principio no cayó en gracia. Para mantener la tradición y al estar instalada en esta plaza vallisoletana, pues se pintó de color dorado. Para colmo, dependiendo del ángulo desde donde se viera, parecía que insinuaba una erección fálica.
Y es que su mano izquierda simulaba que portaba un pergamino. Más madera. Vamos que pronto se convirtió en el centro de todas las miradas y del escándalo. Ya todo el mundo en Valladolid hablaba de Don Purpurino. Esta figura procedía del palacio de Casa Pombo, antiguo gobierno civil.
Al final el puritanismo ganó la batalla y cuatro años después, 1953, la escultura fue cedida al pueblo vallisoletano de Tamariz de Campos a diez kilómetros de Medina de Rioseco. Su alcalde Alberto Pastor la colocó en una fuente situada en el Corro de San Antón de esta localidad. Para los vecinos ya es uno más, pero son muchos los que ignoran la historia de censura que hay detrás de ella. Sin embargo, siempre llama la atención y son muchos los curiosos que no pierden la ocasión de hacerse una foto selfie con este dios griego.