No es imperativo legal, pero es cierto que hay una regla no escrita en Televisión Española que obliga a emitir cada verano la mítica serie de Antonio Mercero de Verano Azul. Para muchos ver un capítulo es una obligación estival casi como la de tomarte una sangría o regresar al pueblo durante las fiestas. Este año 2024, La2 ha vuelto a ser fiel y ha emitido la serie. Y como no, uno de los capítulos más vistos ha sido el de Beatriz Mon Amour.

Un capítulo donde Bea se hace mujer, es decir, la llega el periodo (o periódico que diría el desdentado Tito) y que es un episodio lleno de grandes momentos de amistad. En esta ocasión, Javi y Pancho ven cómo un guaperas llega al pueblo para ‘quitarles’ a su chica, y eso es algo que no les gusta. Eso sí, la propia Bea ya lo deja bien claro, “yo no soy de nadie”.

Javi está de bajón y tiene que acudir al viejo Chanquete, viejo por de la experiencia, y le pide consejo en esta situación. El pescador dice que luche por ella y lo hace con un poema que se ha convertido en algo ya emblemático de la serie. El famoso “Que ni el viento la toque”. Pues bien, aunque siempre ha creído que esos versos son del propio Antonio Ferrandis, no es así. Es un poema que pertenece a un autor vallisoletano.

“Que ni el viento la toque, ni mirarla, mujer, mi varadero, ni cantarla. Porque amarga es mi voz, más yo la canto. Que ni el viento la toque porque tiene pena de muerte el viento si la toca...” Por cierto, un poema con ‘laísmo’ tan propio de estas tierras castellanas. Así, Pancho y Javi recitan al final del capítulo después de haber conquistado de nuevo la atención de Bea.

Pues bien, este poema pertenece a Félix Antonio González. Poeta, académico, periodista y pintor nacido en Valladolid en 1921 y fallecido el 29 de septiembre de 2009. Hijo del compositor Félix Antonio, desde muy temprana edad inició sus estudios de pintura y comenzó a escribir. Estudió Filosofía y Letras y Derecho; pronto empezó a ejercer como crítico de arte en el Diario Regional. Posteriormente se convirtió en redactor-jefe de ese periódico cuando solo contaba veintiún año. En el futuro fue también director de EL Norte de Castilla.

Este poema forma parte del libro ‘Calle de Esgueva’, precisamente donde él nació, escrito en 1976. La voz y la entonación con que recita Antonio Ferrandis le otorga la combinación perfecta.

En 2008 le fue concedido la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, como reconocimiento a su desempeño y trayectoria ejemplar. Muy vinculado a la Semana Santa de Valladolid, ganó en dos ocasiones el certamen de poesía para elegir el soneto anunciador del Sermón de las Siete Palabras y pregonó la Semana Santa en 1985.

De esta manera, cada vez que Chanquete vuelva a recitar estos versos (no dudamos de que el próximo verano) lo volverá a hacer, piensa que está hablando por boca de un vallisoletano.

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