El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, y el decano del Colegio de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos Industriales de Valladolid, Rafael Álvarez, han presentado este martes el convenio de colaboración suscrito entre las dos entidades con el objetivo de avanzar e impulsar una transición energética justa, que conlleve un cambio de paradigma en lo económico y lo social. 

Tal y como ha recordado Íscar, es un convenio "novedoso, necesario y positivo" debido al reto que tienen por delante las administraciones, empresas y particulares. Para llevar a cabo el objetivo, pondrán en marcha el programa 'Participa en verde- auditoría verde 2024' con una aportación de la institución provincial de 30.000 euros.

En este sentido, el presidente de la institución provincial ha recalcado que se trata de "impulsar en las áreas rurales de la provincia una cultura que habilite a los ciudadanos para formar parte activa de esta dinámica mediante la información, divulgación y la asesoría individualizada".

Un programa dirigido a la ciudadanía, microempresas, pymes y ayuntamientos de menos de 2.000 habitantes como agentes de cambio "imprescindibles para avanzar en una transición justa y racional en el medio rural". Para todo ello, han marcado una hoja de ruta con cuatro objetivos específicos. 

El primero de ellos es hacer partícipes a los vecinos de la provincia en la transición energética. El segundo es "capacitar e informar" a particulares y ayuntamientos para alcanzar un uso más eficiente de las fuentes de energía. El tercero es "ofrecer información de primera mano sobre la creación de comunidades energéticas". Y, finalmente, el cuarto es ofrecer asesoría para una mejora en eficiencia energética.

Unos objetivos para los que se realizarán tres fases de actuación. Estas serán formación, talleres divulgativos y auditoría individualizada para, según explicaba Rafael Álvarez, "lograr la eficiencia energética en áreas rurales": "Si queremos que se mantenga la población en los pueblos, hay que hacerlo mediante la industria, que es lo que hace que los ciudadanos puedan desarrollarse en esas zonas".

Unas actividades que se llevarán a cabo en tres municipios de menos de 2.000 habitantes de la provincia, que son Mayorga, Portillo y Nava del Rey. Lo harán como prueba piloto para valorar si lo extienden a otras zonas.