El alcalde, Jesús Julio Carnero, ha enviado un requerimiento al presidente de Adif para que "anule o revoque" y "deje sin efecto" la resolución del expediente de información pública y técnica definitiva del proyecto de construcción del paso inferior de Arco de Ladrillo.
Esta fue dictada por el presidente de Adif-Alta Velocidad el 21 de junio de 2024. Con este requerimiento tienen como objetivo que "la obra que resulte de esa ejecución sea la adecuada para los intereses de la ciudad sus habitantes".
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En este sentido, Carnero asegura que Arco de Ladrillo es una "infraestructura viaria esencial en la ordenación del tráfico de la ciudad". Y añade que, en este momento, "no se puede demoler ya que sumiría a la ciudad en un caos circulatorio".
El escrito de requerimiento pone de manifiesto las discrepancias que mantiene el Ayuntamiento de Valladolid respecto al proyecto. Aseguran que los proyectos remitidos aportan una solución técnica al paso inferior de vehículos que "no se puede asumir".
Concretamente, explican que se suprime, en la parte del túnel destinada a vehículos, la mediana con la que cuenta el resto del vial. También "se reducen los carriles al mínimo permitido por el Plan General de Ordenación Urbana".
"Agravan el efecto negativo de la deficiencia indicada con el diseño adoptado para el trazado en planta. Este se incluye con un doble cambio de alineación en cada uno de los extremos del túnel", sostienen.
Por otro lado, expresan que el tipo de trazado es "inadecuado en cualquier tipo de vía" y que es "inaceptable" por motivos de seguridad. Otra de las razones que alegan es que la fibra óptica de 'semaforización' transcurre por el actual viaducto, que se va a demoler.
Y garantizan que el análisis detallado de esa solución es "esencial" porque "afecta al funcionamiento de gran parte de la 'semaforización' de la Ciudad con la incidencia que ello tiene en la ordenación del tráfico".
A todo ello, creen que es importante añadir que "no se contempla toda la incidencia que esta demolición tiene sobre el tráfico de la ciudad". Las obras tienen un plazo de 22 meses, "que se suma a la situación del paso inferior de Labradores y al viaducto Daniel del Olmo". Así como las obras de la A-20.
El Ayuntamiento manifiesta que no puede "asumir ni consentir" la ejecución de unas obras "sin un estudio de tráfico detallado". Insiste en que el estudio de tráfico incluido en el proyecto aprobado "no reúne los requisitos de insuficiencia".
Un proyecto que, además, "no contiene una relación con la correspondiente descripción de los bienes de titularidad municipal", afectados por la obra.
Por último, el escrito señala que el proyecto aprobado "carece del estudio de valoración sobre los límites de inmisión del ruido que va a producir el uso de la infraestructura que resulte de la ejecución de la obra".
Un estudio que tildan de "imprescindible" para llevar a cabo medidas que permitan que los niveles de ruido estén dentro de la normativa aplicable.
La respuesta de Puente
Apenas unas horas después de este anuncio por parte del Ayuntamiento de Valladolid, Óscar Puente ha reaccionado a la petición de Carnero, afirmando que "estaría muy mal que algunos convirtiesen en imposible la integración" y confiando en que finalmente "impere el sentido común".
En su visita a Valladolid, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible ha instado a las partes a "reflexionar" y a que "vayan con una propuesta razonable al Consejo que se celebrará probablemente en octubre".
"Nosotros promoveremos la licitación de las obras subterráneas de Arco Ladrillo, pero si el Ayuntamiento no quiere, las obras no se harán", ha explicado.
Asimismo, Puente ha añadido que el proyecto del paso subterráneo para vehículos, bicicletas y peatones de Arco Ladrillo ya está "recibido y aprobado" y que, por tanto, ahora es el Ayuntamiento, como miembro de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, el que tiene que votar una vez que las obras salgan a licitación.
El ministro ha asegurado que "hay dinero más que suficiente en la caja de la Sociedad para afrontar esa obra y otras muchas pendientes de realización que pronto estarán listas para licitar".
Si bien, ha destacado que, en caso de que las obras no sigan adelante, esto a lo que abocará será a la imposibilidad de sostener a la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y, por tanto "a su liquidación".
"Valladolid tiene la posibilidad de mejorar la permeabilidad del tren a su paso por la ciudad", ha apostillado.
Contrarréplica de Carnero
Tras hacerse eco de las palabras de Puente, Carnero ha querido aclarar que la decisión de la Sociedad Alta Velocidad es "una fase posterior y que nada tiene que ver" con lo que están requiriendo a Adif.
El regidor ha explicado que, por el momento hay que esperar a ver lo que dice Adif, entidad a la que han instado a "recapacitar, anular el actual proyecto y empezar a hacer otro nuevo como corresponde materializarlo". "Y luego ya veremos la Sociedad, que entrará en juego cuando tenga que entrar", ha añadido el primer edil.
Una vez más, Carnero ha reiterado que el requerimiento surge de la consideración de que Adif debe anular el proyecto porque, entre otras cosas, este "incumple" determinados aspectos en su tramitación.
"Entendemos que el proyecto conduce a un túnel con unas malísimas condiciones de seguridad, que impide la canalización semafórica y que implica problemas de ruido. Pero a mayores hay otro problema, que es que si se derriba el viaducto actual y después se contruye durante 22 meses un nuevo túnel, se va a someter a la ciudad a un caos circulatorio inimaginable", ha espetado.