Detenidos cinco ultras por la agresión a dos personas por llevar una camiseta antifascista en Valladolid
Las presuntas víctimas, un miembro del PCTE y delegado de CCOO, y su acompañante, recibieron "puñetazos, patadas y pisotones" en el pub Desierto Rojo y sus inmediaciones.
19 septiembre, 2024 10:15Noticias relacionadas
La Policía Nacional de Valladolid ha detenido a cinco hombres afines a grupos ultras de fútbol, alguno de ellos con incidentes relacionados con la violencia en el deporte, por la agresión que tuvo lugar en la madrugada del pasado 27 de agosto en el pub Desierto Rojo de Valladolid.
Estos, presuntamente, dieron una paliza sin mediar palabra a otras dos personas de ideología contraria, en concreto, a un miembro del PCTE y delegado de CCOO y a su acompañante, por el hecho de portar una camiseta en la que se podía leer "siempre antifa, Valladolid".
Según han informado fuentes policiales, desde el primer momento los investigadores sopesaron la posibilidad de que se trastase de una agresión con motivación ideológica, lo que hizo que el caso fuese tratado como un delito de odio.
Esta línea de la investigación fue confirmada posteriormente, derivando así en la detención de los cinco hombres, a los cuales se les ha imputado un delito de odio.
Todos ellos han sido puestos en libertad, aunque podrían enfrentarse hasta a dos años de cárcel.
El atestado ya ha sido remitido a la autoridad judicial competente.
Hechos
En su momento, la pelea fue catalogada por el propio Partido Comunista de los Trabajadores de España (PTCE) como "una agresión fascista".
Por su parte, fuentes consultadas por este periódico señalaron que esta se produjo entre la calle de las Tercias y la calle Doncellas, en las inmediaciones del citado local de ocio nocturno.
Desde el PTCE añadieron que el incidente tuvo lugar en el momento en el que el miembro del PTCE acudió a la barra a pedir, siendo ahí cuando, "sin interacción con ningún individuo", comenzó a ser increpado y a recibir "puñetazos y pisotones".
Fue entonces cuando, al parecer, uno de los agredidos intervino para ayudar a su amigo, que había caído al suelo. Un momento que, según la formación, fue aprovechado por un grupo numeroso de personas que "le encararon e intentaron pegarle".
Tras ello, el portero expulsó tanto a los agresores como a una de las víctimas, que ya en la calle "recibió puñetazos y patadas en la cabeza mientras estaba tirado en el suelo", afirmaron.
Con la llegada de la Policía, los implicados huyeron del lugar de los hechos, razón por la que no han sido identificados y detenidos hasta transcurridas varias semanas.