Oswaldo Reques en la plaza Mayor de Valladolid

Oswaldo Reques en la plaza Mayor de Valladolid

Valladolid

Una ‘escuela de la risa’ que te enseña a ser humorista: “Cuando tienes humor, creces como persona”

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El destino es caprichoso, y nunca se sabe qué va a deparar, así le pasó a Oswaldo Reques. Él es venezolano y va a hacer dos años que llegó a España, concretamente a la localidad vallisoletana de Laguna de Duero.

Pasó 15 años en Ginebra, donde ejerció el periodismo, trabajó en Televisión Española, y como jefe de la emisión meridiana de una televisión venezolana, entre otras. Pero, su pasión es escribir y es historiador de formación.

Simultáneamente estudió derecho, lo que le llevó a especializarse en derechos humanos. Sin embargo, una vez que llego a España “me dediqué a escribir”.

“Cuando tienes hijos, tienes una disyuntiva, ¿qué hacer? Y el qué hacer fue, irse de Suiza y pensar a dónde vamos, y le digo yo a mi esposa, ¿y si nos vamos a dónde nació el castellano? ¿A dónde? Vámonos a Valladolid”, cuenta Reques.

Él quería un “pueblecito”, en el que mantener una vida tranquila y ayudar a sus vecinos, “mi mujer vio Laguna por fotos y se enamoró”.

Asegura que, aunque está muy cerca de Valladolid, “tiene una identidad personal impresionante”. Cuenta que su actividad “es propia” a pesar de sus siete kilómetros de separación con la capital.

Oswaldo presenta sus dos novelas en esta localidad, lo que le proporciona una amistad con Lucía Castro, actual concejala de cultura.

Sus novelas llevan a un viaje que mezcla lo filosófico y lo humorístico, “dos temas que han estado siempre presentes, que son dos extremos que se pegan, y que terminan pareciéndose. Porque en la filosofía se hacen preguntas de quién, cómo, cuándo, dónde, y hacia dónde vamos, intentando entender al ser humano”, explica Reques.

“Y el humor se hace las mismas preguntas, pero más que para entender al ser humano, para reírse de él ser humano. Para reírnos de nosotros mismos. Porque algo que tiene el humor... es que es absolutamente humano”, añadía.

Así, surge su idea de una ‘Escuela de la Risa’ en Laguna, dada la gran actividad en el pueblo y sus ganas de aprender.

Mitos del humor

Hay muchos mitos alrededor del humor, entre ellos que se tiene que ser extrovertido para hacerlo. Y eso, no necesariamente es cierto, “porque aquí tú te vas a encontrar con unos retos si quieres hacer humor. Tú eres extrovertido y yo te puedo sorprender y tú te ríes”.

Por otro lado, comedia y el humor pueden ser muy diferentes, o bien, ir de la mano “yo creo que inclusive, puedes jugar con sentimientos que pueden terminar haciéndote reír de lo trágico”, cuenta el profesor.

Así, la comedia engloba una idea que busca hacerte reír, “porque sí, pero al final podrías estarte riendo de algo que es muy triste”.

Pero todo ello está en el humor, porque a veces uno termina llorando con algo que es de humor. La comedia forma parte de un continente, y el gran continente es el humor. El humor va a englobar todos esos escenarios que juegan y que van nutriéndolo”.

Finalmente, hacer reír es una cosa seria, valga la redundancia, hacer reír puede ser muy complicado, “creo que cuando lo intentamos es más difícil que cuando sale solo, y por eso lo más difícil es asumirlo para hacer reír a los demás”, añade Oswaldo.

Considera que hacer reír en la vida cotidiana es más fácil que hacer reír en una escena.

Sin embargo, hay temas que los seres humanos “son refrentes que los hacen reír. Sexo, relaciones familiares, relaciones laborales. Son temas con los que todos de alguna manera terminamos riéndonos”.

‘Escuela de la Risa’

Laguna de Duero cuenta con una relación muy cercana con el mundo cultura, ahí Oswaldo le plantea a la concejalía de Cultura la posibilidad de crear un espacio e intentar logar un epicentro de la comedia y el monólogo.  

“Cerca, alrededor, no tenemos donde aprender. Le pusimos a la Escuela de la Risa”.

Las personas que allí se acercan son “tan variadas como lo es el humor”, de edades entre 25 y 55 años. “Por eso yo pongo que la única condición es tener entre 16 y 250 años, (risas)”.

Esta actividad es como “un complemento de su vida”, para pasar un rato agradable, van desde ambas de casa, estudiantes, administradores, economistas…

Las clases cuentan con un precio asequible para que todos aquellos que quieran, prueben y, sobre todo, se lleven unas risas. Su coste es de once euros la hora y tiene un horario de 19:30 a 21:00 horas.

Cartel de la 'Escuela de la Risa' de Laguna de Duero

Cartel de la 'Escuela de la Risa' de Laguna de Duero

Además, pueden acudir desde otras localizaciones, no es necesario ser vecino de Laguna. Ahora mismo cuentan con la participación de vecinos de Tudela y la Cistérniga.

Predisposición femenina

“La mujer tiene una predisposición a enfrentarse, a confrontar situaciones difíciles quizás por la historia de la mujer. La mujer contemporánea siente la necesidad de ocupar espacios, que tal vez por mucho tiempo no estuvieron ocupados”, manifiesta el profesor.

La mujer, señala, desea ponerse unos retos “que, si bien el hombre se los pone, la manera de asumirlas es distintas”.

Dice que la palabra sería “hambre de conocimiento, de absorber para inclusive transmitirlo”.

Actividades

El curso consta de 32 horas de clase. Va a comenzar este martes, día 15 de octubre, y se alargará hasta el 5 de diciembre.

Comienzan con la teoría del humor y su importancia, “¿qué esperas tú encontrar en un taller que sea rápido? Podemos estar discutiendo qué es el humor hasta que nos morimos”, dice Oswaldo. Por ello, trata de dar una visión rápida de cómo el humor busca trastocar la realidad.

Por otro lado, cuentan con el tema de la búsqueda de la personalidad cómica, “si tú quieres hacer humor y pararte frente a un público, tú tienes que crear un personaje”.

Entonces, “en ese taller te vamos a ayudar a buscar qué personaje se adapta a ti, a lo que tú, siempre partiendo de lo que tú te sientes cómodo, las herramientas para que tú puedas hacer chistes, para que puedas crear chistes”, señala. 

Después, tratan el pulido del texto, “no puede existir ni cinco minutos, ni dos minutos, ni tres minutos en un escenario improvisado”.

A la hora de hacer un monólogo surgen improvisaciones, pero hay que preparar un discurso siempre “te puedes quedar en blanco en un escenario, si tú no preparas lo que vas a decir, que va acorde con el personaje que tú vas haciendo”.

Las fórmulas que existen del humor, y el cómo hacer humor, la ironía, la sátira, cómo el sentido del ridículo, todo ello son herramientas que se usan en el humor y colaboran en la puesta en escena.

Además, pretenden hacer una exhibición de monólogos cuando concluyan el curso, aunque aún falta ver las ganas de sus participantes y concretar algún que otro detalle.

Beneficios

“De hecho, se dice que el humor es bueno para todo el cuerpo”. El humor beneficia al sistema neurológico, el sistema nervioso y el sistema digestivo.

“Y hay un solo sistema para el que el humor no es bueno, para el sistema político, (risas). El humor es como la libertad de expresión”, añade el profesor.

Con este tipo de actividades enfocadas en el humor se adquiere una seguridad, pero a nivel más personal, “tu autoestima, porque empiezas a darte cuenta de que eres capaz de comunicar”, asegura Reques.

El lenguaje corporal es muy importante para la visión que se muestra de uno, “y cuando tú eres capaz de comunicar, y te sientes con capacidad de comunicar rompes barreras, porque a veces el simple hecho de llamar por teléfono, la gente va a conectar muchísimo mejor”.

Lo fundamental es pasar un momento y crecer personalmente. “Porque creo que, además, a medida que vas teniendo humor, vas creciendo como persona”.

Asegura que “la gente que se encierra en la amargura a veces peca de inmadurez, porque se encierra en un mundo que es viendo absolutamente todo lo malo. Yo vengo de una visión del mundo de que el vaso siempre puede estar medio lleno y no medio vacío”.

Al final, “cuando ves el vaso medio lleno tienes muchas más posibilidades de seguir adelante”.

Por ello, una escuela de la risa o mantener el humor en la vida cotidiana es clave para que la calidad de esta se vea retroalimentada, “yo creo que, si nosotros pudiésemos reírnos más en el día a día, seríamos un poco más felices de lo que somos”.

El sacarle jugo a la vida, “de cuánto te abre la puerta una sonrisa, de cuánto la risa puede generar endorfinas y sentir como que te llenas de aire, que aprendes a respirar. Eso es lo que se busca con la escuela de la vida. Es como el deporte”.