Walter, de policía a enterrador: "Lo más duro es despedir a la persona que se acaba de ir"
- Este peruano llegó a Valladolid en 2009 y, desde entonces, trabaja en Nevasa.
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El Día de Todos los Santos pasa por ser una festividad, de origen religioso, en la que, cada año, se rinde homenaje a los difuntos. Cada 1 de noviembre se celebra una serie de tradiciones en España en la que la más destacada pasa por visitar la tumba de los seres queridos como muestra de recuerdo.
En la mayor parte de los países de tradición cristiana, este día se homenajea, de forma especial, a los santos, tanto a los conocidos como a los desconocidos y fue el Papa Gregorio IV, en el año 835, el que estableció el 1 de noviembre como Día de Todos los Santos.
EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con Walter Caqui Garay, nacido en Perú pero que llegó a Valladolid en el año 2009. Trabaja en la Funeraria y Cementerios Municipales de Valladolid (Nevasa) y también lo tendrá que hacer este viernes.
Un gran trabajador
“Me considero una persona muy responsable y trabajadora. Recuerdo una infancia feliz en Perú. Con muchas necesidades, pero, al final, feliz”, confiesa en declaraciones a este periódico un hombre nacido en Cerro de Pasco (Perú) y que llegó a Valladolid allá por 2009.
De pequeño, el sueño de nuestro entrevistado pasaba por ser policía. Un tío suyo lo fue y, a nuestro protagonista, le hubiera gustado seguir sus pasos y, así, poder proteger a la gente.
“Cuando llegué a Valladolid, empecé a buscar empleo. Había estado dos años en Madrid, antes de llegar a Valladolid. Trabajé en hostelería. Era muy sacrificado. Encontré una oferta de empleo para trabajar en cementerios, me di la oportunidad y así empecé”, asegura Walter.
Empezó a trabajar en 2009 como enterrador en el carmen y en 2015 en Las Contiendas como enterrador comenzando a formarse como funerario
Un trabajo duro
“Hoy en día estoy capacitado para realizar cualquiera de los trabajos en los que se me pueda necesitar, tanto de cementerio, como de funeraria o incluso de mantenimiento, pero lo que más hago es ejercer mi labor de enterrador”, asegura el peruano.
Walter es una persona que conecta muy bien con las familias que acuden hasta el cementerio en busca de enterrar a su ser querido. Sabe ponerse bien en la piel del otro en un momento tan complicado como es la muerte de un familiar.
“Hay ocasiones en las que tengo que intentar desconectar del sufrimiento de esas familias porque hace mella en nosotros. Lo más duro son las últimas palabras y la despedida a la persona que se acaba de ir”, asegura.
Un trabajo duro que no todo el mundo es capaz de aguantar.
Todos los Santos
“El Día de todos los Santos es una jornada importante para continuar rindiendo homenaje a todos los que ya no están con nosotros. Como trabajador también es importante porque es el día que vemos todo el trabajo realizado en nuestras instalaciones a lo largo del año”, explica.
Por desgracia, nuestro protagonista también ha perdido a familiares y amigos. “Hace poco tuvimos en la familia una pérdida importante”, añade y recuerda otras anteriores, sobre todo, de compañeros con los que trabajó “horas y horas” que tan bien le acogieron en sus inicios.
En cuanto a su objetivo y deseo mirando al futuro, el peruano quiere “seguir trabajando como hasta ahora en Nevasa” e incluso “jubilarse allí”.