'Tesoros del mar' y 'Petit four de cochinillo' se llevaron el primer y segundo premio del III Concurso de Tapas por Barrios de Valladolid Ángel Pisano

Valladolid

VÍDEO | Los secretos del barrio de Valladolid que conquista por el paladar con sus tapas: del mar a la Castilla más profunda

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Hace unos días, Valladolid daba a conocer los ganadores del III Concurso de Tapas por Barrios. Un certamen gastronómico que ensalza el buen hacer culinario de los restaurantes que más a pie de calle están de los vecinos de la ciudad. Y hay un barrio que se ha llevado casi todo los galardones.

De los tres primeros premios ha logrado alzarse con el primero y el segundo. Y es que Parquesol, en los últimos años, se ha convertido en una especie de lugar de peregrinaje para disfrutar de la tapa, estos pequeños bocados que aglutinan un sinfín de sabores y una explosión de sensaciones.

Este barrio vallisoletano ha logrado conquistar por el paladar y parte de culpa lo tienen el restaurante El Yantar, en la calle Manuel Azaña, y el restaurante Rubén Escudero, en la calle José Garrote Tebar.

Ambos establecimientos están relativamente cerca y son un buen punto de partida para iniciar una ruta de tapas por el barrio, ya que son muchos los que también apuestan por este tipo de consumiciones, profundamente arraigadas en Valladolid y seña de identidad de la ciudad.

Hoy, EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León se ha aventurado a conocer a los grandes triunfadores de la tercera edición del Concurso de Tapas por Barrios y lo ha hecho visitando a los dos ganadores.

Tesoros del mar

El primer premio se lo llevó El Yantar, con su tapa 'Tesoros del Mar', obra del chef Nil Vegara, que junto a su cuñado y propietario del establecimiento, Marcelo Valdez, ha conquistado el paladar del jurado del certamen.

Nil Vegara y Marcelo Valdez (Restaurante El Yantar) con su tapa ganadora: Tesoros del mar.

Nil Vegara y Marcelo Valdez (Restaurante El Yantar) con su tapa ganadora: Tesoros del mar.

Un pepito de hojaldre relleno con brandada de bacalao y bañado por arriba con una crema de piparra y lima, que le aporta un "toque fresco y picante", relata Marcelo a este periódico.

A esto, le acompañan unos "chips de ajo" que siempre "van a juego" con el bacalao y un bombón líquido que simula un cóctel de ginebra, manzana y pepino.

'Tesoros del mar', de El Yantar, primer premio del III Concurso de Tapas por Barrios de Valladolid

'Tesoros del mar', de El Yantar, primer premio del III Concurso de Tapas por Barrios de Valladolid

"El objetivo era recordar un poco al mar. Los productos frescos tardan un poco más en llegar, pero con el bacalao, que está salado o seco, se pueden hacer cosas muy ricas", apunta el propietario de El Yantar.

El restaurante, además, renació en la misma semana que el certamen se iniciaba, hasta el punto de que tuvieron que abrir unos días antes para preparar todo de cara al concurso.

"Íbamos a tardar una semana más en abrir, pero como nos apuntamos y ya era la fecha, tuvimos que trabajar como locos por lo menos para abrir con las cosas básicas, sin ni siquiera tener la carta probada y demás", recuerda Marcelo.

La tapa de El Yantar, 'Tesoros del mar', ganadora del III Concurso de Tapas por Barrios de Valladolid

La tapa de El Yantar, 'Tesoros del mar', ganadora del III Concurso de Tapas por Barrios de Valladolid

Una irrupción de éxito, pero de la que detrás hay una historia de experiencia, ya que El Yantar estuvo abierto anteriormente bajo otro concepto y Marcelo cuenta con otros dos negocios en el mismo barrio de Parquesol.

"Esto para nosotros es una publicidad muy grande. Todo ayuda siempre", reconoce el hostelero de Valladolid.

Petit four de cochinillo

El segundo de nuestros protagonistas es Rubén Escudero, propietario y chef del restaurante de mismo nombre, también en Parquesol, que se ha llevado el segundo premio gracias a su Petit four de cochinillo.

Rubén Escudero, del restaurante Rubén Escudero, con su tapa 'Petit four de cochinillo'

Rubén Escudero, del restaurante Rubén Escudero, con su tapa 'Petit four de cochinillo'

Una especie de emparedado de bizcocho de almendra, con un disco de cochinillo deshuesado a baja temperatura y coronado por una mousse de piña y chile corban.

Una tapa que se come de un bocado y que junta el salado del cochinillo con el dulce de la espuma de piña y chile corban.

Todo surge a raíz de que el cochinillo, pero también el lechazo, son dos productos que le "encantan" a Rubén y en el restaurante disponen de un plato, "que no siendo el mismo, tiene un poco la misma base".

Apostaron por "llevar el cochinillo a la miniatura" y "había que inventarse algo para sujetarlo que no fuera pan". Así surgió el bizcocho seco de almendra, aportando "algo dulce que va super bien con el cochinillo".

Luego la mousse surgió por una idea de su compañero y resultó que iba "muy bien". "El cochinillo que es más denso con un aire prácticamente que es la mousse, esas texturas, combinan muy bien", apunta Rubén.

Rubén Escudero lleva afincado en Parquesol desde hace casi dos décadas. El restaurante surgió tras una "apuesta personal" en la que el cocinero quería "estar en un sitio fijo, tranquilo y cerca de la familia".

'Petit four de cochinillo', del restaurante Rubén Escudero, segundo premio del III Concurso de Tapas por Barrios de Valladolid

'Petit four de cochinillo', del restaurante Rubén Escudero, segundo premio del III Concurso de Tapas por Barrios de Valladolid

Formado en la escuela de cocina, ha ido pasando a lo largo de su vida por múltiples locales y restaurantes de San Sebastián, Sepúlveda, Boecillo o Segovia, entre otros. "Tenía claro desde el principio a lo que me quería dedicar", resalta.

El restaurante Rubén Escudero destaca en Parquesol por su amplia versatilidad. Un local conocido tanto por los desayunos, como por las comidas y las cenas, pero también un lugar donde tomar un vino o una cerveza con una buena tapa.

"Fue un poco a raíz del primer sitio donde trabajé. Era un sitio muy concurrido, en plena Plaza Mayor de Segovia y era un no parar. Me gustaba mucho esa dinámica e intenté trasladar lo mismo aquí", relata.

En Parquesol, no obstante, "es distinto, otro nivel", donde "hay golpes", pero "bien", dado que han conseguido "abarcar un poco todo, sin encasillarnos".

'Petit four de cochinillo', del restaurante Rubén Escudero, segundo premio del III Concurso de Tapas por Barrios de Valladolid

'Petit four de cochinillo', del restaurante Rubén Escudero, segundo premio del III Concurso de Tapas por Barrios de Valladolid

Rubén Escudero era la tercera vez que se presentaba al concurso y en su segundo intento llegó a la final, pero sin lograr galardón. Esta vez, un reconocido y merecido segundo puesto por su pequeño bocado que les hace estar "super contentos".

No obstante, el cocinero reconoce "no ser muy amigo de los concursos", ya que se siente "más cómodo" en su cocina en vez de en la Cúpula del Milenio. "Al cocinero le gusta más estar detrás porque está más suelto", añade.

Parquesol se ha convertido de esta manera en un barrio que conquista por el paladar y lo hace con sus famosas y sabrosísimas tapas, que van acumulando premios con el paso de los años y que ya se han erigido como un referente en Valladolid. Descubre todos sus secretos.