El escritor Miguel Delibes en su domicilio de Valladolid en una imagen de archivo

El escritor Miguel Delibes en su domicilio de Valladolid en una imagen de archivo David Arranz Ical

Valladolid

La Junta custodia el Archivo Delibes tras el traslado de los documentos que lo conforman a este palacio vallisoletano

César Combarros / ICAL
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Hoy martes, a las 8.30 horas de la mañana, comenzó el traslado de los 15.000 documentos originales que conforman el Archivo Delibes, desde la sede de la Fundación que lleva su nombre (ubicada provisionalmente en la Casa Revilla) hasta el Palacio del Licenciado Butrón, que custodia el Archivo General de Castilla y León y que en los próximos meses albergará la Casa Museo Delibes.

Según confirmó a Ical el director de la Fundación Miguel Delibes, Fernando Zamácola, las 165 cajas que ya custodia el Gobierno regional incluyen todos los manuscritos originales del autor de ‘El camino’, además de unas 4.000 cartas de correspondencia, muchas fotografías y anotaciones personales, y todo tipo de documentos.

Todo ello reposa ya en el depósito del Palacio, con armarios y recintos ignífugos adecuados para la preservación del material, dando cumplimiento al primero de los dos ejes del acuerdo suscrito por la familia del escritor con la Administración regional hace ahora un año.

El otro pilar de aquel acuerdo, la generación allí de un espacio museístico para poder mostrar al público ese legado, deberá comenzar a concretarse ahora, y para ello la Junta tiene que presentar un proyecto de musealización que, tras la aprobación del patronato, comenzará a ejecutarse, siempre con vistas a que antes de que concluya 2025 (en noviembre expira el plazo de dos años que recogía el convenio) la Casa Museo Delibes pueda abrir sus puertas al público.

Así, el Archivo Delibes ya descansa en el recinto que se convertirá en sede de la ansiada Casa Museo, si bien toda esas documentación no es sino una de las partes que conforman el legado del narrador, que como explica Zamácola “es mucho más amplio”.

Cuando el espacio ya esté musealizado será cuando, irremisiblemente, se trasladen allí los enseres que completan el legado, como los muebles y el escritorio donde Delibes dio forma a sus novelas, su biblioteca personal, las plumas con las que escribía, su tarjeta de la Real Academia Española y todos sus objetos personales, que aguardan su momento repartidos entre el domicilio del escritor y la actual sede de la Fundación.