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El librero anticuario vallisoletano Luis Posadas lleva 40 años coleccionando fotografías y objetos que recogen la memoria del siglo XX en Valladolid. Una ingente labor que ha fructificado en la edición de cinco libros junto a su mujer, la procuradora María José Velloso, que reflejan la vida cotidiana de los ciudadanos durante las últimas décadas.

Ahora, después de cuatro libros centrados en reflejar el día a día, y no un periodo concreto, acaban de editar su quinto libro, 'Un verano detenido: crónica visual de la Guerra Civil en Valladolid', en el que reflejan, a través de 870 fotografías inéditas y de todo tipo de documentos, la vida en la ciudad durante los tres años de conflicto.

"La idea surge de que nosotros tenemos un proyecto de recuperación de la memoria visual de la ciudad de Valladolid. Forma parte de ese proyecto y es un poco más concreto ya que hablamos de la Guerra Civil Española", destaca uno de los autores de la obra, Luis Posadas, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

El librero anticuario y la procuradora decidieron centrarse en esta ocasión en la Guerra Civil ya que era un tema que les gustaba y sobre el que "no hay tanto material visual", al haber sido Valladolid una ciudad de retaguardia, ya que cayó en manos de las tropas sublevadas dos días después del golpe de Estado del 18 de julio de 1936.

Fotos, documentos y objetos

"No solamente hay fotos, hay también documentos, cosas de la época, tebeos, cromos, lo que leían los niños y los álbumes de cromos que hacían o los juguetes con los que jugaban", añade Posadas, que comenta que en la obra se hace también una retrospectiva del siglo XX en Valladolid.

"Las fotos son de la Guerra Civil y hacemos también una retrospectiva del siglo XX en Valladolid, empezando por principios de siglo y centrándonos también en la época de la II República, también hay documentación y fotos de esa época", señala.

El autor comenta que los cuatro libros anteriores no estaban centrados en una época concreta, ya que podía aparecer una foto de los años 60 y otra de 1920.

"Lo que queríamos enseñar a la gente de Valladolid es que había fotos que no eran las típicas de la Plaza Mayor y los monumentos, enseñar el día a día, fotos familiares en sitios que ya no existen. Un niño en una calle jugando al balón o al escondite con unos amigos", señala.

Millán Astray en Valladolid Archivo de Luis Posadas

Memoria gráfica visual

En cuanto a la obra 'El verano detenido', Posadas asegura que tanto él como su esposa tenían "los conceptos claros" acerca de cómo había transcurrido la guerra civil en Valladolid, y sabían que había sido una ciudad de retaguardia, pero se sorprendieron en cuanto al alcance de la intervención extranjera.

"Aquí hubo hospitales para el Cuerpo Expedicionario Italiano, hubo un hospital donde la gente de la Legión Cóndor alemana venía a recuperarse, pero el concepto de ciudad de retaguardia lo teníamos claro", señala.

El autor recuerda que Valladolid fue "una ciudad con una represión muy fuerte" pero que "nunca fue frente ni hubo batallas". "En las fotos se muestra el día a día de una ciudad del bando nacional, ya que fue la primera ciudad importante que se conjuró con la causa", afirma.

Viaje de flechas a Alemania en agosto de 1937 Cacho

Posadas recuerda que la única resistencia que hubo fue la que se produjo en la Casa del Pueblo el día 18 de julio de 1935. "Fueron cercados, detenidos y muchos de ellos fueron fusilados en los meses siguientes", comenta.

Además, recuerda que Valladolid fue la novena ciudad del bando nacional "más bombardeada por la aviación republicana". "Hubo bastantes muertos porque aquí estaban los talleres de ferrocarril del Norte de España y se habían reconvertido y fabricaban armas de guerra", apunta.

Impactantes imágenes

El autor, de entre las 870 imágenes del libro, destaca una con un simulacro de fusilamiento en la Academia de Caballería. "Es una foto muy brutal porque es como la premonición de lo que iba a suceder después", afirma. Posadas, además, resalta que son impactantes las fotos de los heridos y de los hospitales de sangre.

Falangista herido en el hospital militar del Paseo de Zorrilla Cacho

Este librero anticuario comenta una curiosa anécdota cuando un italiano de un pequeño pueblo de la Toscana se puso en contacto con ellos para buscar el rastro de su abuelo que había participado en la guerra del lado franquista, había resultado herido y se había recuperado en Valladolid.

"Vino a España, estuvo con nosotros y nos dio un arsenal enorme de fotos de su abuelo y tenemos un apartado especial, porque el hombre se enamoró de la ciudad, que se llama 'El italiano que se enamoró de Valladolid'. Es una cosa que sí que nos impactó en ese sentido", asegura.

Prólogo de Trapiello

El libro se encuentra prologado por el afamado escritor Andrés Trapiello y Posadas destaca que siempre tratan de elegir "cuidadosamente" a los prologuistas de sus libros.

Cortejo fúnebre en el entierro de Onésimo Redondo Archivo de Luis Posadas

"A Andrés yo le conocía de cuando viví en Madrid, de El Rastro, él estudió la carrera en Valladolid y conoce muy bien la idiosincrasia de la ciudad. Le pedimos el prólogo y nos emocionó mucho porque le admiramos mucho como escritor y que haya hecho un prólogo tan espectacular pues nos llena de orgullo", señala.

Memoria oral

Posadas asegura que 'Un verano detenido' no es "un libro oficialista en el sentido de contar algo". "La Guerra Civil se la va a contar el propio lector, el propio visionario del libro se lo va a contar a sí mismo, porque no se cuenta la guerra, la guerra te la van a contar las imágenes y te vas a hacer una idea de lo que ocurrió", asegura.

El autor recalca que inciden en "la memoria oral" y que los textos que alberga el libro son "historias de los abuelos, historias perdidas recuperadas y cosas curiosas que pasaban en la ciudad".

Despedida de flechas rumbo a Alemania en agosto de 1937 Cacho

"Son historias de la gente que se vio atrapada por el conflicto, que nunca se decidió por ninguno de los dos bandos y estaba horrorizaba de lo que veía en el día a día", insiste, asegurando que "no es un libro académico" y que su intención es contar "la memoria colectiva, oral y lo que no se ve y no se dice en los libros de historia".

"Por ejemplo, que en mi barrio de Valladolid había unos señores que en esos tiempos de penuria alquilaban ataúdes porque había tanta miseria que la gente que tenía familiares ejecutados no podía comprarles", comenta como ejemplo, asegurando que esas historias "tremendas" son las que han contado en el libro.

Se trata de una obra, además, en las que cada persona podrá hacer su propia interpretación de aquellos años a través del visionado de las imágenes. "Algunos le darán importancia a la intervención extranjera, otros a los movimientos en la ciudad y otros a los caramelos que los niños de Valladolid degustaban o a los cromos", señala.

Entierro de un falangista en la zona de Portugalete Cacho

Posadas asegura que es "muy agradable y amable de encarar un momento tan terrible de la historia de España a partir de lo visual". "Ahora se lee muy poco y esto es una forma visual de acercarse al conflicto", afirma.

Un libro, pues, de memoria oral sobre la Guerra Civil en Valladolid y que recopila el ingente trabajo de 40 años de coleccionismo de este librero anticuario, a través de la adquisición de objetos y fotos en un momento en el que, como el propio autor comenta, "o los comprabas o ya se tiraban a la basura".

Una obra imprescindible para acercarse a la vida cotidiana de los ciudadanos de Valladolid durante aquellos tres años de conflicto en España con una mirada diferente y en la que cada lector podrá sumergirse en el día a día de los vallisoletanos que tuvieron que convivir con uno de los episodios más terribles de nuestra historia.

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