Desde una posición sólida de quince oficinas repartidas por toda la provincia, la Caja Rural de León, con base central en Zamora, crece como " mancha de aceite", de forma "sólida, pausada y a demanda de nuestros clientes". Así lo explicaba esta mañana el director general de la entidad financiera, Cipriano García, en un desayuno de trabajo con medios de comunicación leoneses, acompañado por su cúpula en León, encabezada por el jefe de Zona, Alejandro Hidalgo.

Los números del balance 2016 en León no pueden ser más satisfactorios para Caja Rural: El total de clientes en la provincia es de 25.000, 3.000 más en 2016; el volumen de negocio asciende a 445 millones de euros, con una tasa de morosidad del 5,1%, muy inferior a la media nacional del sector; la inversión en la provincia ha crecido hasta los 112 millones, lo que eleva la cantidad a los 317 millones de euros invertidos en los últimos tres años.

La tasa de crecimiento del negocio de la Caja Rural en la provincia es del 14,3%; un 8% en inversión y un 21,8% en recursos.

La entidad con sede en Zamora cuenta con un total de 254 empleados, repartidos en 87 oficinas entre las provincias de Zamora, León, Valladolid y Orense. A lo largo de este año, se abrirá una nueva oficina en la capital leonesa. Del total de empleados, el 65% son titulados medios o superiores y la media de edad onda los 42 años. Las mujeres suponen el 37% de la plantilla.

Balance anual

Cipriano García desveló los secretos del éxito de Caja Rural: "Un modelo basado en el desarrollo y apoyo al tejido productivo y al entorno social de nuestros territorios, con un sólido saneamiento de activos, el incremento de la capitalización y una paulatina expansión del modelo de negocio a provincias limítrofes".

Fruto de esta estrategia, el ratio de eficiencia -el más importante del balance- es uno de los más bajos del sector, un 44,1%; el ratio de solvencia se sitúa en el 15,6%, que crecerá hasta el 16,6% en el mes de mayo, muy superior al mínimo exigido por el Banco Central Europeo.

La tasa de morosidad es muy baja, un 6,9%, también inferior a la media del sector, debido, sobre tofo, a la baja exposición de la entidad al sector inmobiliario.

El negocio total de Caja Rural en 2016 se elevó a los 2.839 millones de euros, un 8,1% superior al pasado ejercicio. Los recursos gestionados han crecido un 10,2% y los recursos propios crecen hasta los 170 millones de euros, un 14,7% más, "dato que consolida nuestra posición financiera y patrimonial -ha señalado Cipriano García- y que nos permite afrontar, con mayor confianza, nuevos proyectos para los próximos ejercicios".

Por todo ello, el balance anual registra un beneficio de 10,8 millones de euros, lo que le permite asegurar a su director general que "nuestra entidad ha comenzado paulativamente a mejorar su rentabilidad, con un ascenso del beneficio del 33,7%. En este 2016 las sólidas bases de la estrategia de negocio han permitido obtener mayores beneficios, a la vez que el deterioro del margen de negocio se ha visto compensado por una importante recuperación de provisiones por deterioro de inversiones crediticias".

Caja Rural cuenta en la actualidad con 46.000 socios y un total de 223 cooperativas asociadas.

Pymes y particulares

Cipriano García ha destacado que el negocio de la Caja Rural se dirige fundamentalmente a pequeñas y medianas empresas, particulares, autónomos y familias y a toda clase de sectores productivos. "Para nuestra Caja, León es una provincia fundamental -ha reiterado el director general-. Es una provincia con enormes posibilidades, con una economía en expansión y crecimiento. La situación de León es magnífica y nosotros estamos bien posicionados para ofrecer soluciones a las demandas de nuestros clientes y a la sociedad leonesa en general".

A través de la Fundación, Caja Rural está presente en acciones solidarias, culturales, educativas y asistenciales en toda la provincia.