Castilla y León

Castilla y León

Zamora

El calvario de marfil de la Colegiata de Toro luce renovado

22 junio, 2018 15:52

Tras el compromiso alcanzado por la Consejería de Cultura y Turismo con la Colegiata de Santa María la Mayor de Toro, el director general de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz, ha presentado hoy la restauración del Calvario de marfil de dicha Colegiata. La intervención sobre la obra ha sido realizada por un equipo técnico interdisciplinar del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, con un coste estimado de 50.300 euros y un plazo de ejecución total de 14 meses. Además de restaurar esta obra, los estudios realizados han permitido profundizar en el conocimiento de aspectos técnicos y materiales de obras realizadas con marfil y carey.

La obra es una destacada pieza del arte eborario presidido por un Calvario con las esculturas en marfil del Crucificado, con una rica cruz recubierta de carey, la Virgen Dolorosa y San Juan Evangelista. Estas esculturas se asientan sobre un gran sagrario-relicario de líneas barrocas, con decoraciones de molduras y tallas de roleos vegetales, en marfil sobre carey, cuya puerta recoge relieves que representan escenas de la Pasión de Cristo.

Cristo Crucificado está representado en el momento de la expiración, con la cabeza levantada y mirada hacia el cielo. Tallado en una sola pieza de marfil, a excepción de los brazos y caídas laterales del paño de pureza, presenta una cuidada anatomía y armonioso movimiento. La Virgen y San Juan son de un canon menor a Cristo y están representados con una expresión de dolor en los rostros que se acentúa en el modo de representación de las manos. Las tres figuras, estilísticamente, responden a las características del arte napolitano de la segunda mitad del siglo XVII. Singular similitud se aprecia en la figura de Cristo con otras atribuidas a Claudio Beissonat, como el Cristo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando o el del Real Monasterio de la Encarnación en Madrid. Los relieves de la Pasión situados en la puerta están realizados con un gran detallismo y estudio de la composición de los mismos, destacando la profundidad y movimiento de las escenas representadas.

Navarro Talegón aportó datos del origen y donación de esta obra. El Calvario fue donado en 1711 al desaparecido convento dominico de San Ildefonso el Real por Doña Marina Teresa de Ayala. Es muy probable que fuera encargada la obra entonces a algún artista Napolitano o Siciliano (quizás Claudio Beissonat), aunque no se conoce ningún documento que acredite su autoría ni venida de Italia. Posteriormente, tras la exclaustración de 1836, el Calvario pasó a la cercana parroquia de San Pedro del Olmo. A finales del siglo XIX, la parroquia en ruinas se derrumba, pasando entonces a formar parte del patrimonio artístico de la Colegiata de Santa María la Mayor de Toro.

Actuaciones sobre la obra

Para un mayor conocimiento de la pieza, durante los estudios previos a la restauración se ha efectuado una toma de muestras para caracterización de materiales en el Centro, complementados con exámenes y estudios con diversos tipos de iluminación.

Antes de la intervención, los deterioros más destacables eran relativos a faltas de elementos decorativos de marfil y carey, pérdida de adhesión/cohesión y desajustes de elementos estructurales del mueble y del vidrio original de protección de la puerta del sagrario. Toda la superficie de la obra presentaba suciedad, especialmente localizada en los recovecos de las decoraciones y recubrimiento de carey. Además de estos deterioros, hay que citar las alteraciones derivadas de la manipulación y movimientos sufridos por la obra a lo largo del tiempo.

Los trabajos de restauración más destacables han consistido en consolidación estructural del mueble y decoraciones; reajuste y reencolado de los relieves y esculturas; limpieza; reintegración volumétrica de todas las molduras y recubrimiento de carey; reposición del vidrio de protección de los relieves de la puerta del Sagrario, así como realización de una base de acomodo inferior del conjunto del Calvario.

Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales

Desde su creación en 1988, el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales tiene registradas más de 1.400 intervenciones sobre la más diversa variedad y tipología de bienes.

En la provincia de Zamora, el Centro ha llevado a cabo más de 80 actuaciones, de las cuales 16 se han realizado en bienes pertenecientes al patrimonio cultural de Toro. Se han restaurado, entre otras piezas, Los ‘Privilegios de la ciudad de Toro’, documentos de la Fundación González Allende, el sepulcro y ajuar de Doña Beatriz de Portugal en el Convento del Sancti Spiritus, el retablo de Fernando Gallego de la Iglesia de San Lorenzo y la pintura sobre lienzo ‘El Pastor’ o ‘Tagarabuena’ del Ayuntamiento de Toro.