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La Rúa, libre de obstáculos tras retirada de un andamio

3 agosto, 2018 15:59

Después de más de diez años dificultando en tránsito peatonal y deteriorando la imagen del Casco Antiguo, la estructura metálica que apuntalaba la fachada y un lateral del edificio derruido de la Rúa de los Notarios nº 19 ha desaparecido finalmente y tanto esta Rúa como la calle Infantas han quedado expeditas al tránsito de personas y enseres.

Lo mismo que al resto de propietarios de solares ubicados en el casco urbano el Ayuntamiento comunicó al administrador concursal de la empresa propietaria del inmueble la obligación de mantener la limpieza del solar para evitar problemas de salubridad y riesgos de incendio. Pero además en este caso se les requirió de nuevo la retirada de la estructura exterior que ocupaba una parte importante de la vía pública; algo que la propiedad había esquivado en anteriores ocasiones alegando que se encontraba en concurso de acreedores.

El antiguo edificio de la Rúa de los Notarios nº 19 fue declarado en ruina en julio de 2002 pero con la prescripción de la Comisión Territorial de Patrimonio de mantener las fachadas exteriores. Cuatro años más tarde la sociedad Madrid Gestión propietaria del edificio presenta el correspondiente proyecto de derribo que fue aprobado por la Junta de Gobierno Local en agosto de 2006.

Desde entonces ha permanecido el andamiaje exterior sin que se haya levantado una nueva construcción y con un total abandono de la parcela.

Tras el último informe elaborado por la arquitecta municipal, en el que se constata que debido al estado actual de deterioro de la parcela y la falta de intención de edificar por parte de la propiedad, carece ya de sentido la recomendación inicial, "que no prescripción de obligado cumplimiento", de la Comisión del Patrimonio de mantener en pie el tramo lateral, se requiere al administrador concursal la demolición y retirada de los elementos que ocupan una parte de la calle Infantas y la instalación de los contrapesos del andamio en el interior de la fachada a fin de que esta se mantenga en pie, así como el cerramiento en adecuadas condiciones de seguridad y ornato de toda la parcela.

Con la retirada de este andamiaje en la Rúa de los Notarios y el de la calle de San Torcuato, desaparecen finalmente las dos estructuras metálicas exteriores de apuntalamiento de fachadas en el Casco Histórico, que habían parecido convertirse en permanentes y tantas protestas generaron entre los ciudadanos.