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La asociación AMIGOS DE BALTASAR LOBO solicita el apoyo virtual para conseguir un CENTRO DE ARTE "BALTASAR LOBO" en Zamora, que acoja la importante colección de obras que el escultor donó con el compromiso de hacer un museo.
El escultor zamorano (Cerecinos de Campos, 1910 - París 1993) vivió exiliado en París desde 1939, donde desarrolló la mayor parte de su obra. Formó parte de la conocida como Escuela de París y de las vanguardias europeas. Su obra acumula numerosos reconocimientos internacionales, como el premio Oficial de las Artes y las Letras de Francia (1981); la Orden Andrés Bello del Gobierno de Venezuela (1989); el Premio Nacional de las Artes Plásticas España (1984) o el Premio Castilla y León de las Artes (1985).
AMIGOS DE BALTASAR LOBO es una asociación creada en 2017 con este objetivo: pedimos una sede definitiva para su legado, que albergue a la vez otras manifestaciones culturales de arte contemporáneo en la provincia de Zamora.
Solicitan como sede un edificio público en desuso: el antiguo Palacio de la Diputación de Zamora, situado en el centro histórico de la ciudad, que permanece cerrado desde hace años con algún uso esporádico. Queremos transformar este espacio en un Centro de Arte de 2.500 m2, sostenible y lleno de dinamismo en una provincia que agoniza.
Resulta indispensable la colaboración institucional entre todas las administraciones, locales, autonómicas y nacionales a las que nos dirigimos en esta petición: Ayuntamiento, Diputación Provincial, Junta de Castilla y León, Ministerio de Cultura y Cortes de Castilla y León, con el fin de dar al legado de Baltasar Lobo, un amparo respetable y decente para esta extraordinaria colección pública. A partir de este principal apoyo, se buscarían también colaboraciones privadas.
¿CÓMO SE HA LLEGADO A ESTA SITUACIÓN?
En 1986, Lobo dona una importante colección de sus obras a la ciudad para hacer un museo con la colaboración de todas las instituciones zamoranas y la Caja de Ahorros Provincial. Este primer legado se incrementa en 1999 con la herencia familiar: más de 650 piezas llegan a la ciudad a cambio de que el Ayuntamiento abone los derechos al fisco francés. Los herederos firman con el Ayuntamiento de Zamora un convenio para hacer en tres años un museo dedicado a su obra. Parte de la obra se instala provisionalmente en la iglesia de San Esteban.
En 2004, el Ayuntamiento consigue fondos europeos para construir un Museo en el Castillo de Zamora, encargando el proyecto al arquitecto Rafael Moneo. Simplificando mucho, los fondos europeos se agotan en los trabajos preliminares de recuperación de la fortaleza y los zamoranos nos quedamos sin museo.
En ese momento se acondiciona una nueva sede provisional en la Casa de los Gigantes, espacio alquilado por el Ayuntamiento a un particular, con un coste abusivo, y una superficie insuficiente (650 m2). Situado al lado de los jardines Baltasar Lobo y del Castillo medieval, allí se exponen al aire libre, sus esculturas monumentales. Como consecuencia, la obra de Lobo está dispersa en varios espacios; por otra parte, más de 650 obras permanecen desde entonces en un almacén del Museo Provincial de Zamora, que nos gusta llamar “el Lobo oculto”. El Ayuntamiento por su parte ya anunció, en caso de no contar con un edificio más amplio, su intención de trasladar la colección expuesta en la Casa de los Gigantes al edificio del Ayuntamiento Viejo, que sería otro espacio provisional más, ya que con 900 m2 resulta claramente insuficiente para un proyecto museográfico serio.
La Fundación Baltasar Lobo estuvo integrada en un principio por el Ayuntamiento, la Diputación Provincial, Junta de Castilla y León y la familia del escultor. En la actualidad solo permanecen el Ayuntamiento y la familia: una estructura demasiado débil para desarrollar un proyecto tan importante como el que se propone y que requiere, insistimos, la colaboración de todas las instituciones.
Esta colección pública no ha tenido nunca un profesional de museos con dedicación exclusiva para dedicarse íntegramente al legado, preparar el proyecto del museo definitivo y dinamizar la colección. Es una de las principales causas de los sucesivos fracasos relatados.
Zamora y su provincia deben conseguir una sede digna y suficiente para el Centro de Arte Baltasar Lobo que custodie y dé vida al legado del escultor, y articule las manifestaciones de arte contemporáneo en Zamora.